Gripe aviar: el Senasa hará un nuevo análisis en la avícola de Corrientes que se resistió a sacrificar 200.000 aves

La empresa “Santa Ana” denunció que los primeros análisis del Senasa fueron mal hechos y por eso se presentó ante la Justicia. Además, advirtió que por la situación tuvo que destruir más de 300.000 huevos. La respuesta del organismo sanitario

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En medio de la preocupación que hay por la gripe aviar en el país, sigue la polémica en la provincia de Corrientes por la denuncia que realizó una empresa por rl proceder del Senasa.  (REUTERS/Félix Ordóñez)
En medio de la preocupación que hay por la gripe aviar en el país, sigue la polémica en la provincia de Corrientes por la denuncia que realizó una empresa por rl proceder del Senasa. (REUTERS/Félix Ordóñez)

Sigue la polémica en torno a la situación de la empresa avícola “Santa Ana”, en la provincia de Corrientes, firma que denunció que un primer análisis de gripe aviar realizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fue mal hecho y dio positivo, pero el segundo, que fue ordenado por la Justicia ante una presentación de la empresa de un recurso de amparo, dio negativo y de esa amanera se evitó el sacrificio de unas 200.000 gallinas ponedoras. Sin embargo desde la empresa advirtieron que tuvieron que destruir por la situación más de 300.000 huevos.

Ahora el organismo sanitario, mediante un comunicado, salió a brindar explicaciones sobre el procedimiento en la planta avícola de Corrientes, y con dos aspectos a tener en cuenta del pronunciamiento. Por un lado, asegura que la Justicia habilitó la realización de un tercer análisis, el cual hoy se llevará adelante y dos días después se conocerá el resultado, para saber si en esa granja hay actividad del peligroso virus de la Influenza Aviar, y por otro descartó haber ordenado la destrucción de huevos en la granja comercial.

En el documento que fue entregado ayer a la prensa, el Senasa señaló que fue autorizado por el Juez Federal interviniente “a tomar una tercera muestra en aves de la granja comercial, para determinar su situación epidemiológica respecto de influenza aviar (IA) mediante el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas. La medida fue solicitada por el organismo sanitario el viernes pasado y va en línea con las medidas de precaución adoptadas por el Plan de Contingencia para evitar la difusión del virus tras el primer diagnóstico positivo en la citada granja”.

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Según explicó el organismo sanitario, “ante la concurrencia de resultados divergentes sobre la presencia del virus de influenza aviar altamente patógena (IAAP) dentro de la granja, el Senasa busca conocer la fuente del virus de la primera detección, ya que el establecimiento se encuentra en la zona de control sanitario a 6,5 km de distancia del primer brote confirmado de Influenza Aviar en Corrientes, en la localidad de San Cosme, una zona rodeada de lagunas y cercana al margen del río Paraná en la que hay presencia de aves silvestres y migratorias”.

Cruces

Mientras esto sucede y más allá de que que el segundo resultado en la empresa dio negativo de presencia de la enfermedad, el organismo oficial mantiene vigente “la interdicción del establecimiento hasta tener el tercer diagnóstico con el que se determinará si se aplican las medidas de contención o no, quedando en ese caso bajo vigilancia estratégica”.

Y en este contexto, ante la aparición en las redes sociales de un video de la empresa donde denunció la destrucción de más de 300.000 huevos como consecuencia de todo lo que está sucediendo, el Senasa aclaró que “en ningún momento ordenó la destrucción de huevos almacenados en dicha granja y que fue una decisión unilateral de la empresa. Asimismo, sin perjuicio de ello, se está trabajando para ofrecer alternativas de acopio o tratamiento térmico”.

Avícola Santa Ana: SENASA ordenó la destrucción de 360 mil huevos

Al respecto, la empresa “Santa Ana”, sostuvo en su denuncia pública que los huevos se fueron acumulando porque la planta está parada en su actividad por la situación que está atravesando, desbordaron la capacidad de acopio, y se estaban rompiendo y pudriendo, y que por eso preguntaron la semana pasada al Senasa qué hacer con ellos. También contaron los dueños de la avícola que nadie del organismo se apersonó en el lugar durante la emergencia y que solo recibieron una carta fría que decía que debían cavar una zanja en el lugar para proceder a la destrucción.

Situación

El Senasa recordó que el pasado 6 de abril el laboratorio del organismo que está ubicado en el Gran Buenos Aires y además es el único que se encuentra autorizado en el país para realizar los estudios de diagnóstico de gripe aviar, detectó la presencia del virus en muestras tomadas a aves de la citada granja por el veterinario responsable de la sanidad, “según lo informado por la empresa, y enviadas cumpliendo con las garantías de custodia fijadas en el protocolo correspondiente y dispuso el sacrificio de las aves para evitar la diseminación de la enfermedad”.

Sin embargo, la empresa avícola denunció que el responsable de Senasa nunca ingresó al lugar, que dejó el test a una veterinaria “de registro” que no sabía hacer los hisopados, y que las muestras quedaron en la oficina hasta que el propio organismo las mandó a retirar.

Por último, el Senasa dijo que “las medidas que se realizan ante la detección de un caso positivo de IAAP siguen los protocolos internacionales y tienen por objetivo contener la dispersión de la enfermedad para resguardar la cadena avícola de nuestro país y el estatus sanitario que permite exportar. El período de incubación de la gripe aviar puede ser de hasta 14 días. Los estándares internacionales indican qué “caso” es aquel que dan análisis positivo de PCR (técnica de laboratorio) con o sin síntomas de la enfermedad. En base a ese estándar internacional el Senasa dispone el despoblamiento del establecimiento donde se haya detectado el virus para evitar que circule y se disemine hacia otros lados a través del tránsito de personas o de aves”.

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