En una sesión con euforia en los mercados internacionales, con amplias ganancias tanto como para las acciones -en pesos y en dólares-, las paridades del dólar implícitas en activos que son operados en simultáneo en la plaza local y en el exterior vuelven a caer en torno al 1 por ciento. Así, el “contado con liquidación” promedia $1.168 y el dólar MEP se ubica en $1.140, en ambos casos por encima del dólar “blue”, que falto de negocios de referencia por la inactividad bancaria se sostiene a 1.135 pesos.
Tras alcanzar un nuevo máximo desde la salida de la Convertibilidad (USD 34.578 millones el 31 de octubre), los depósitos en dólares de sector privado en efectivo cedieron USD 161 millones el 1 de noviembre, a USD 34.417 millones, último dato provisto por el Banco Central. Con el impulso del blanqueo de capitales -cuya primera etapa correspondiente a dinero en efectivo fue extendida hasta el viernes 8 de noviembre- estas colocaciones aumentaron a lo largo de octubre en USD 3.185 millones (+10,1%), mientras que el aumento en el bimestre septiembre-octubre fue de USD 15.238 millones o 78,8 por ciento.
Desde que Javier Milei asumió el Gobierno, los depósitos en dólares anotan un crecimiento de USD 20.291 millones o un 143,6% desde los USD 14.126 millones del jueves 7 de diciembre de 2023.
El resurgimiento político de Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de los EEUU el próximo 20 de enero, también ejerce presión en los mercados internacionales, con particular impacto en las economías emergentes. Los especialistas financieros prevén que el líder republicano impulsará un fortalecimiento global del dólar y sus políticas podrían acarrear mayores costos de endeudamiento, es decir tasas más altas para la deuda no solo en EEUU, sino en el resto de los países.
La disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que dio paso a la puesta en marcha de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) no implicó el final del control sobre las contribuyentes. Las transferencias entre cuentas propias, ya sea entre cuentas bancarias o entre una cuenta bancaria y una billetera virtual, cada vez más comunes, ponen a las personas bajo la lupa del nuevo organismo.
Las acciones y los bonos de la Argentina reafirmaron la tónica ganadora que sostienen desde que empezó el 2024, en esta sesión con algo de impulso extra por la suba en los principales índices de Wall Street (en torno al 1%), donde impera una enorme expectativa por el resultado de las elecciones en los EEUU que, como es de prever, tendrán influencia en el recorrido de los mercados internacionales de aquí a fin de año.
El cierre del año apunta a arrojar cifras prácticamente óptimas para el Banco Central, si se toma en cuenta el deteriorado balance recibido hace once meses por la actual administración y las exigencias del calendario de vencimientos de deuda pública en moneda extranjera.
Cada año, el 6 de noviembre marca un día especial para los empleados del sector bancario en Argentina. Este miércoles, como ocurre en cada aniversario, las sucursales de los bancos en todo el país permanecerán cerradas.
Pocas veces le debe haber sucedido al ahorrista que le paguen el dólar a mejor precio en el banco con el que opera que si los ofrece en el mercado “blue”. Ayer USD 100 dólares, descontadas las comisiones, en el banco o en la ALyC, se transformaban en $115 mil y en el “blue” lo pagaban a $1.120, por lo tanto, recibía $112 mil. Más allá de esta situación que no influye en la economía real porque los montos que se negocian en esta plaza son reducidos, muestran cómo los pequeños y medianos ahorristas se vuelcan a los pesos para invertir en plazos fijos, depósitos en UVA o fondos de inversión. La historia del lunes se repitió ayer. Los inversores operaron montos moderados porque están a la expectativa de lo que suceda en Estados Unidos.
El nivel récord de reservas totales del BCRA en la gestión Milei, que se ubican según el dato difundido ayer levemente por encima de los USD 30.400 millones, gracias esencialmente al flujo de dólares proveniente del blanqueo, contiene al interior de la estadística un dato difícil de revertir: el rojo de las reservas netas. Se trata de la variable clave que constituye una de las principales metas del acuerdo con el Fondo Monetario, amén de resultar en el requisito indispensable para levantar el cepo cambiario
Aunque tal vez sea cierto que, dado el aislamiento financiero que todavía padece la Argentina, sin acceso a los mercados de capitales, el impacto del resultado electoral de Estados Unidos es hoy menos determinante para la economía local que en el pasado, ese argumento luce válido sólo para el corto plazo. En principio, porque el Gobierno aspira a recuperar el acceso al financiamiento internacional más pronto que tarde. En segundo lugar, porque el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, tienen pendiente la resolución de un nuevo acuerdo con el FMI, en el que el rol del gobierno norteamericano es clave, a la espera del cambio de conducción en ese país y, en tercer lugar, porque la política cambiaria podría tener que resistir un contexto más o menos favorable de acuerdo a la política comercial que se adopte a partir del próximo año en Estados Unidos.