El monto operado en el segmento de contado de la plaza mayorista alcanzó los USD 234 millones, con compras a manos del Banco Central por USD 17 millones, el 7,3% del total. Las compras del BCRA suman en el inicio de agosto USD 113 millones, para interrumpir una serie de dos meses con saldo negativo por la intervención cambiaria.
En tanto, las reservas internacionales bajaron en USD 882 millones, a USD 27.311 millones, debido al pago de unos USD 850 millones al FMI (Fondo Monetario Internacional). En lo que va de agosto dicho stock de activos mejora 912 millones de dólares. Fuentes del BCRA indicaron a Infobae que “además del pago al FMI también hubo una baja de cotizaciones de oro y monedas que afectaron el nivel de reservas”.
El dólar “blue” encadena la segunda rueda en baja. Este martes recorta 15 pesos o 1,1% y ajusta la suba de agosto a solo cinco pesos o 0,4 por ciento. Con un dólar mayorista que ganó un peso a $936,50, la brecha cambiaria se ubicó en el 46,8 por ciento.
Basta con revisar las grandes crisis financieras y bursátiles de la historia para advertir que todas son producto de los manejos arbitrarios que hacen los bancos centrales del tipo de cambio y de la tasa de interés.
El dólar “blue” encadena la segunda rueda en baja. Este martes recorta 20 pesos o 1,4% y se paga a $1.370 para la venta, al mismo precio que el cierre de julio. Con un dólar mayorista a $937, la brecha cambiaria se asienta en el 46,2 por ciento.
El blanqueo aparece hoy como una seductora y acomodada oportunidad para declarar bienes no reportados al fisco con anterioridad, el “tapón fiscal” y un gobierno nacional que ideológicamente defiende la propiedad privada generan un ecosistema propicio a que el ciudadano se decida por regularizar sus activos.
El dólar “blue” encadena la segunda rueda en baja y este martes recorta 25 pesos o 1,8%, a $1.365 para la venta, un piso desde el 28 de junio. De esta forma pasa a pérdidas de cinco pesos o 0,4% en lo que va de agosto. Con un dólar mayorista que gana 1,50 peso, a $937, la brecha cambiaria se acota a 45,7%, la más baja desde el 19 de junio (43,3%).
El monto operado en el segmento de contado de la plaza mayorista restó más de USD 120 millones respecto del viernes, a USD 226,2 millones, con ventas a manos del Banco Central por USD 24 millones para compensar la demanda privada. Las compras del BCRA suman en el inicio de agosto USD 96 millones, para interrumpir una serie de dos meses con saldo negativo por la intervención cambiaria.
En tanto, las reservas internacionales crecieron en USD 624 millones, a USD 28.193 millones, en lo más alto desde el 12 de julio. El incremento de este lunes se debió a que el Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó la semana pasada un financiamiento por USD 647,5 millones para la Argentina, en una operación que se generó a partir de la reasignación de recursos previamente aprobados al país.
Después de las subas del jueves y el viernes de la semana pasada, el dólar “blue” cerró este lunes con baja de cinco pesos, tras haberse negociado a $1.410 por la mañana. La divisa informal conserva en agosto un alza de 20 pesos o 1,5 por ciento. Con un dólar mayorista que cerró con mínima ganancia de 50 centavos, a $935,50, la brecha cambiaria se redujo a 48,6 por ciento.
Conocido ya el derrumbe de las bolsas asiáticas, la mala performance de las bolsas europeas y con la certeza de un lunes negro también para los activos argentinos, todas las miradas del mercado se posaron sobre el Banco Central a la espera de la decisión oficial: intervenir todo lo que sea necesario para mantener la brecha cambiaria acotada a costa de sentir el impacto en las reservas o, por el contrario, dejar correr el dólar financiero para, precisamente, minimizar las pérdidas y no financiar la fuga, a riesgo de desatar una ola de expectativas negativas.
Los números finales de julio consolidaron la tendencia que en forma paulatina venía de los meses anteriores. Los bancos empezaron a mejorar su stock de depósitos porque la perspectiva de la inflación en descenso hace que los pesos ya no “quemen” tanto como antes, por lo que cede el temor del público a dejar depositado su dinero, aún con un rendimiento negativo.