El proyecto del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, había nacido como una idea provocativa lanzada en redes sociales. Uno más de los planes aparentemente alocados que pululan en la Web y que ni los políticos con responsabilidad de Gobierno se privan de lanzar en Twitter. Sin embargo, el tuit al hecho no hubo en este caso mucho trecho. El país centroamericano anunció que puso a funcionar su primera granja de minería de Bitcoin en una de las dos centrales geotérmicas con las que cuenta.
“Primero pasos”, tuitéo en inglés Bukele (first steps) en su cuenta de Twitter. La publicación fue acompañada de un video que muestra la llegada de un contenedor cargado de equipamiento para la minería de la criptomoneda más famosa al campo geotérmico Berlín, ubicado en el departamento de Usulután.
La secuencia muestra la instalación de un contenedor rotulado con la frase “Gobierno de El Salvador” cargado con decenas de equipos ASIC para minería de criptomonedas. El enorme consumo de energía eléctrica que implica la minería de Bitcoin será, en este caso, cubierto con generación eléctrica renovable.
Puesto más simple, la central eléctrica utiliza la energía de un volcán para generar vapor y así impulsar las turbinas que generan electricidad. Energía limpia y, en principio, infinita.
La intención avanzó rápido. En junio, menos de un día después de conseguir la aprobación de un proyecto de ley para que Bitcoin sea de curso legal en la nación centroamericana, Bukele anunció que había ordenado a la empresa geotérmica de El Salvador, LaGeo, que permita a los mineros de bitcoin hambrientos de energía conectarse a los recursos volcánicos de su país.
“Acabo de instruir al presidente de @LaGeoSV (nuestra empresa eléctrica geotérmica estatal), para que ponga en marcha un plan para ofrecer instalaciones para la minería de #Bitcoin con energía muy barata, 100% limpia, 100% renovable y 0 emisiones de nuestros volcanes”, había tuiteado -cuando no- el presidente de 39 años.
La nación centroamericana cuenta con dos campos que explotan este tipo de energía: el de Berlín y el de la central geotérmica de Ahuachapán, al occidente del país. El primero tiene una capacidad máxima de unos 109 MW, eso en caso de estar funcionando al 100%. La segunda planta cuenta con una capacidad máxima de 95 MW, lo que serviría para abastecer a unos 700.000 salvadoreños.
El Salvador tiene una importante infraestructura para genera energía geotérmica. La geotermia es una de las fuentes de energía más tradicionales del país que actualmente satisface actualmente el 23% del total de electricidad consumida en el mercado interno salvadoreño.
Bukele detalló hace meses que una problemática respecto a la energía geotérmica que tiene el gobierno salvadoreño, es la movilidad.
“El gobierno obtiene energía renovable a partir de la energía geotérmica desde hace ya 50 años, el problema que se han encontrado es que pierden gran parte de esa energía en el transporte desde el volcán hasta las ciudades”, había dicho. Mudar actividades a la vecindad de la central eléctrica implicaría una solución en ese sentido.
Más allá del sugerente mensaje la puesta en marcha de la pequeña granja de Bitcoin no fue confirmada. Una fuente anónima citada por el medio especializado CriptoNoticias indicó que el contenedor llegó al campo de Usulután el domingo 26 de septiembre.
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