Con los resultados del canje, el Gobierno prevé arrancar en septiembre el diálogo con el FMI

El objetivo es comenzar las discusiones a mediados de ese mes, ya que el 4 se concretará el intercambio de títulos con los privados. La deuda asciende a USD 44.000 millones

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La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, en un encuentro en el Vaticano
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, en un encuentro en el Vaticano

Con la expectativa de que el canje con los acreedores que tienen títulos bajo legislación extranjera sea exitoso, tras el acuerdo alcanzado este martes, el Gobierno ya está pensando en el próximo desafío que se avecina para los próximos meses: la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hasta el propio Martín Guzmán anticipó que no será tarea sencilla, más allá de la buena predisposición que mostró su titular, Kristalina Georgieva, con la Argentina en los últimos meses.

La estrategia inicial del Gobierno, que estuvo al borde de desviarse, fue negociar primero con los bonistas privados y luego ir al Fondo, y así finalmente se hará. El 24 de agosto cerrará la oferta de reestructuración con los privados y el 4 de septiembre Economía procederá a la liquidación de los nuevos títulos. A partir de ese momento, y ya con el staff del organismo internacional de vuelta de las vacaciones, el equipo de Guzmán iniciará el diálogo para avanzar en un nuevo programa.

Como dijo semanas atrás el vocero del FMI, Gerry Rice, no será necesario que el país tenga la revisión del artículo IV para avanzar por ese camino, pero los que conocen de cerca el funcionamiento del organismo anticipan que aunque hay una posición más conciliadora con la Argentina que en otros momentos, impondrá sus condiciones. Fuentes del organismo remarcaron, como lo vienen diciendo en las últimas conferencias de prensa, que “todavía no hubo una solicitud del gobierno argentino para iniciar un programa”.

Se refirió hoy al tema el economista y presidente de YPF, Guillermo Nielsen, al considerar que el acuerdo con el Fondo “va a tener peculiaridades porque es el préstamo más grande en la historia del FMI”. Y sostuvo que “es FMI es muy duro, siempre ha sido durísimo” y creer que no podrá condiciones “es un cuento de hadas”, ya que “el Fondo siempre pone condiciones”.

“Quiero creer que este FMI dirigido por Kristalina Georgieva tendrá más sensibilidad porque es distinto al que nos tocó a nosotros con Anne Krueger”, dijo Nielsen, quien reveló que Giorgieva le dijo que “todos los días piensa en Argentina”.

El vocero del FMI, Gerry Rice, dijo recientemente que no es necesario que la Argentina tenga la revisión del artículo IV para solicitar un programa con el organismo
El vocero del FMI, Gerry Rice, dijo recientemente que no es necesario que la Argentina tenga la revisión del artículo IV para solicitar un programa con el organismo

Los tiempos que manejan en el Gobierno para arrancar las discusiones con el organismo tienen en cuenta que como el 4 de septiembre termina el proceso del canje con los privados, no podrá ser antes de mediados de ese mes. Si bien el inicio de las conversaciones podrían demorarse, no podrá extenderse mucho más que fin de año, ya que una negociación con el Fondo podría demorar entre tres y cuatro meses y el país debe tener listo un acuerdo a mediados de año para poder avanzar con la reestructuración de la deuda con el Club de París.

Sucede que el Gobierno debía pagarle USD 2.100 millones a ese conjunto de países a fines de mayo, pero optó por no hacerlo en función de que buscará reestructurar toda la deuda. Como ese vencimiento tenía un año de gracia para que sea considerado incumplimiento, la Argentina directamente se tomó ese tiempo para avanzar en la negociación. Pero en mayo del 2021 sólo podrá reestructurar la deuda si hay un acuerdo con el FMI.

Consultado sobre la etapa que viene con el organismo, el ex representante argentino en el FMI, Héctor Torres, dijo a Infobae que “los gobiernos que pierden acceso al mercado de capitales y enfrentan la necesidad de reestructurar sus deudas normalmente empiezan por elaborar un plan económico y buscar el apoyo financiero del FMI”. “Recién después se encara la negociación con los acreedores. Guzmán empezó por el final”, sostuvo Torres.

La Argentina buscará reestructurar una deuda de USD 45.000 millones que tiene con el FMI, de los cuales casi USD 40.000 millones están concentrados en 2022 y 2023 y unos USD 5.000 millones en 2021. El objetivo del Gobierno, en este caso, será estirar los plazos de pago y evitar fondos frescos para que el organismo no imponga sus condicionalidades.

Guzmán cuestionó la actitud del FMI con la gestión de Mauricio Macri, al presuponer, con el programa anterior, que la restricción en materia fiscal y monetaria contribuirían a aumentar la confianza y reducir la inflación. El efecto fue el contrario, remarcó el ministro en varias oportunidades. En este contexto, anticipó, se buscará un programa diferente y que le dé a la Argentina el espacio fiscal suficiente como para adoptar políticas que le permitan al país recuperarse y crecer sin descuidar el horizonte de equilibrio de las cuentas públicas.

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