Profesora, madre y campeona argentina de triatlón: la historia de Yanina Minaglia y su sueño de competir en el Ironman de Estados Unidos

La atleta de 40 años superó varios obstáculos en su vida para clasificarse por tercera vez en su carrera al evento más importante de la disciplina, a desarrollarse en Utah

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Yanina lleva el apoyo de
Yanina lleva el apoyo de su hijo de todos lados

La sensación de satisfacción cuando un atleta se dirige a la meta, es indescriptible. En la vida de Yanina Minaglia, de 40 años, el triatlón se convirtió en la pasión que la motiva día a día a seguir empujando el sueño de competir frente a los mejores del mundo de la disciplina. En 2021 se convirtió en la campeona argentina de triatlón de media distancia sin drafting que se llevó a cabo en Mar del Plata, al marcar el mejor tiempo después de nadar 750 metros, hacer 20 kilómetros en bicicleta y correr cinco más.

Una enfermedad alimenticia y el nacimiento de su hijo fueron algunos de los palos en la rueda a lo largo de su carrera profesional, que supo superar con mucha lucha y resiliencia. Además es maestra de natación en una pileta de su Escobar natal mientras se entrena los siete días de la semana de cara al Ironman de Saint George, evento organizado en Estados Unidos y que será el tercer mundial para Yanina. En charla con Infobae, reveló detalles de su preparación y expectativas de cara a la prestigiosa competencia.

-¿Cómo arrancaste a practicar triatlón? ¿Hubo otros deportes antes en tu historia o alguna influencia familiar que te llevara a la disciplina?

-Arranqué triatlón después de que naciera mi hijo hace ocho años. Siempre hice natación, recomendada por mi médico porque tenía problemas respiratorios de asma y de columna. Esa fue la primera de las tres patas y hasta terminé siendo federada durante muchos años. Después tuve que hacer un parate importante en cuanto a mi carrera laboral y deportiva por una patología alimentaria y trastornos de ansiedad. Una vez superado eso y con el nacimiento de mi hijo arranqué con el triatlón que era una asignatura pendiente en mi vida. Al principio capaz uno lo veía como imposible o inalcanzable, pero fue cuestión de arrancar y ponerse en movimiento.

La atleta se clasificó al
La atleta se clasificó al Ironman que se llevará a cabo en Utah, Estados Unidos

-¿Qué te hizo apasionarte por el deporte? Entre correr, la natación y el ciclismo, ¿cuál preferís y por qué?

-Empecé corriendo, volví a nadar y me compré una bicicleta, en ese orden. Le vengo agarrando gusto al ciclismo, me tuve que comprar una bicicleta enorme para mi tamaño. La mantuve durante un año hasta que la pude cambiar para mejorar mi entrenamiento. Pero la disciplina que más me gusta es la natación y es la que más sufro porque me exijo y me pongo presión por mi pasado competitivo. Al ser el principio de cada carrera es la que más tengo que dominar y concentrarme. Es muy disfrutable si es en aguas abiertas, y mucho más si es en aguas cálidas.

-¿Cuál es el motor que te lleva a seguir compitiendo?

-Mi hijo ya tiene 8 años, se llama Lorenzo. Es el que más me hace el aguante y tiene ganas de que yo haga triatlón. Él me dice que “juego” al triatlón y esa es la manera como lo vivo. Este es el motor principal que me lleva a seguir compitiendo. También lo tengo de ejemplo a la hora de hacer esta disciplina de nadar, pedalear y correr que son tres actividades que uno siempre hace desde chiquito. Cuando tengo competencias afuera intento estar ausente en mi casa el menor tiempo posible.

-¿Tu familia siempre te respaldó en este camino deportivo? ¿Hubo altibajos que te hicieron dudar en algún momento?

-Mi familia es el principal eslabón de lo que hago. Yo soy muy exigente y no me permito que haya una falla en el plan semanal. Ahí llegan mi marido y mi hijo que me hacen ver mucho más allá de eso. Hubo algunas oportunidades en las que que dudé si seguir: la más importante, durante la pandemia, por todas las restricciones que no me permitían entrenar, pero la utilicé para mejorar cuestiones técnicas y me sirvió para lograr mi mejor rendimiento poco después de que se abrió todo. De lo malo se sacó algo positivo.

Las lastimaduras de Yanina después de una de sus carreras

-¿Cómo viene siendo tu 2022 en el plano competitivo? ¿Estás conforme con tu rendimiento?

-Arranqué el año algo difícil con el tema salud, mi pareja en febrero tuvo cinco infartos, pero nunca bajamos los brazos y tampoco dejamos de hacer lo que nos gusta. Estuve en Colombia hace un par de semanas y me quedé con el primer lugar al Torneo Iberoamericano y me voy a Estados Unidos al Mundial. Sería mi tercera participación después de estar en Francia y Sudáfrica en años anteriores. A la vuelta tengo Mar del Plata, el Campeonato Argentino, y ya arrancamos la planificación para el próximo año.

-Tenés viajes planeados para Estados Unidos, ¿qué expectativas tenes? ¿Qué necesitás para viajar y cómo se te puede ayudar?

-En Argentina es difícil recibir ayuda económica, así que por ahora no tuve ningún tipo de soporte. Tengo marcas y sponsors que me dan una gran mano con la indumentaria, la mecánica de la bicicleta, repuestos que son una base importante para que pueda competir en cada evento.

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