Carrier: “Muchos piensan en el espionaje, pero el verdadero riesgo del 5G es el sabotaje”

El analista de mercado, especializado en internet y telecomunicaciones, dialogó sobre la nueva red y sus implicancias en la industria de las comunicaciones.

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La gran diferencia y la ruptura que genera el 5G respecto de otras tecnologías la posibilidad de conectar objetos masivamente: hoy la cantidad de dispositivos interconectados podrían ser miles. Foto: AFP.
La gran diferencia y la ruptura que genera el 5G respecto de otras tecnologías la posibilidad de conectar objetos masivamente: hoy la cantidad de dispositivos interconectados podrían ser miles. Foto: AFP.

En los últimos años, la llegada de la tecnología 5G ha suscitado discusiones, ilusiones y malentendidos por igual. Hay quienes profetizan que las comunicaciones, e incluso la interacción social, cambiarán para siempre, mientras que otros minimizan el factor conectividad y hacen hincapié en la dimensión geopolítica. Enrique Carrier, analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, dialogó con DEF sobre el impacto de la tecnología 5G, su llegada a Argentina y los efectos que tuvo en los países donde su implementación ya está en curso.

-¿Qué diferencias presenta la red 5G con la 4G?

-En el fondo, la gran diferencia y la ruptura que genera el 5G respecto de otras tecnologías previas es que, por sus características, permite conectar objetos masivamente. Uno podía tener algún dispositivo conectado a la red celular, pero hasta ahora no se permitía la conexión de muchos dispositivos. Había un número limitado conectado en simultáneo; en el caso de 5G, los dispositivos conectados podrían ser miles. A uno, como individuo, no le va a modificar mucho la situación, porque si uno quiere ver una película por streaming, lo hace. Pero al hablar de 5G, nos referimos, por ejemplo, a un sensor que puede tener una empresa de agua en nuestro domicilio y que envíe por la red el consumo. Ahí hay interés geopolítico también.

Sabotaje: "Con esto, ganas acceso a una red que permite conectar muchos dispositivos con la misma antena y no quieren saber nada con que su infraestructura clave dependa de un proveedor chino", dice el analista. Foto: AFP.
Sabotaje: "Con esto, ganas acceso a una red que permite conectar muchos dispositivos con la misma antena y no quieren saber nada con que su infraestructura clave dependa de un proveedor chino", dice el analista. Foto: AFP.

-¿Cómo aparece la geopolítica?

-En 2012, con Obama, ya se advertían los riesgos de los proveedores chinos. Esto tiene una lógica, porque ¿cómo voy a dejar que esta infraestructura esté en manos del enemigo? Si llegan a manipular la red, pueden dejarnos sin luz eléctrica, por ejemplo. Muchos piensan en el espionaje, pero el verdadero riesgo es el sabotaje. Se gana acceso a una red que permite conectar muchos dispositivos con la misma antena. Los estadounidenses no quieren saber nada con que su infraestructura clave dependa de un proveedor chino.

-¿Qué experiencia hubo en otros países con la incorporación de la red 5G, como en Uruguay?

-En realidad, lo que hay en Uruguay y otros lugares es prácticamente nada. Colocaron algunas antenas, pero no es un servicio masivo. En la tecnología 5G, es importante la frecuencia que se utiliza, porque en función de ella se pueden hacer diferentes cosas. Están las bandas altas, medias y bajas; cuanto más alta es la banda, hay más capacidad de transmisión, pero menos alcance. Es como la radio FM, que se escucha perfecto, pero tiene baja cobertura. Allá hay grandes velocidades con alcances muy bajos. Por ahora, no es una gran ventaja, simplemente es una tecnología que da acceso de banda ancha fija inalámbrica. Con 5G, es posible tener una conexión similar a la que tendría con fibra óptica, sin instalaciones. Después, están las bandas medias, que van a ser un híbrido, pero más parecido a lo que tenemos hoy con los celulares, quizás con algunos accesos fijos, pero no tantos como las bandas altas. Y, por último, las bandas bajas, que tienen mucho más alcance, aunque cuentan con menos capacidad. Los dispositivos no requieren grandes velocidades, por eso podemos tener varios dispositivos conectados a la vez con banda baja. Por ejemplo, lo que pasó ahora con la cuarentena de que el empleado de la compañía de luz nos cobraba lo mismo que el año pasado porque no pudo ir a mirar; con el 5G, se resolvería esa cuestión. En este momento, estamos en en un estadio muy inicial, en el que es necesario no solo que esté la red funcionando, sino que se pueda tener los objetos conectados –por ejemplo, un contenedor de basura que a cierto nivel avise que puede pasar a recogerse—, como así también plataformas para administrarlos. A medida que vayan madurando los desarrollos y baje el precio de los chips, los teléfonos van a tener el precio que tiene hoy cualquier dispositivo móvil. Por eso, tampoco es tan grave el atraso en Argentina.

"Estamos en en un estadio muy inicial, en el que es necesario no solo que esté la red funcionando, sino que se pueda tener los objetos conectados, como así también plataformas para administrarlos", explica Carrier. Foto: Fernando Calzada.
"Estamos en en un estadio muy inicial, en el que es necesario no solo que esté la red funcionando, sino que se pueda tener los objetos conectados, como así también plataformas para administrarlos", explica Carrier. Foto: Fernando Calzada.

-¿Qué impacto podría tener su llegada a Argentina?

-Argentina está quizá más atrasada de lo aconsejable. El proceso de lanzar una tecnología no es algo que se produzca de un día para el otro. El Estado tiene que definir las frecuencias, y luego está el proceso de licitación, que lleva tiempo; una vez que eso está cerrado, recién ahí empieza el despliegue. Nosotros no tenemos definidas cuáles son las frecuencias, por eso el proceso no va a ser el año que viene; en el mejor de los casos, será en 2022. Además, el despliegue de 5G se vuelve costoso por dos factores. Uno son las antenas, por el tema de la cobertura. Y el segundo, que todas esas antenas deben estar conectadas a fibra óptica, porque si la antena no está conectada a fibra óptica, se genera un cuello de botella.

-¿Por más que ingresen a las antenas velocidades 5G, de nada serviría si la antena no puede redirigirlas a esa velocidad?

-Exacto. Los últimos dos o tres años, la Argentina ha desplegado fibra masivamente, pero es un proceso lento. Los grandes operadores tampoco están tan entusiasmados, porque saben que no hay mucha fibra óptica. Con el 4G, la licitación se hizo cuando el 3G ya estaba colapsado. Al ser uno de los primeros que adopta la tecnología, siempre se pagan más costos, no solo en dinero, sino por el costo de aprendizaje. ¿Por qué la tecnología 4G prendió tan rápido? Primero, porque había un colapso previo, pero además los equipos tenían precios normales. Acá, con el 5G sucede lo mismo. El equipo es muy costoso y no resulta atractivo para un servicio vacío; distinto es cuando el equipo sale menos de 100 dólares. La industria global todavía no está en esa etapa, por eso no es tan grave que estemos atrasados.

El analista sostiene que el mayor impacto se espera en los llamados "servicios verticales, como los de fábrica que están muy robotizados pero funcionan con wifi y no siempre funcionan como se los desea". Foto: AFP.
El analista sostiene que el mayor impacto se espera en los llamados "servicios verticales, como los de fábrica que están muy robotizados pero funcionan con wifi y no siempre funcionan como se los desea". Foto: AFP.

-¿El rol de la tecnología 5G se vuelve importante cuando la utilizan los Estados para servicios públicos? ¿O también se prometen grandes cambios en el sector privado?

-Hay de todo. Algunos servicios son públicos, pero pueden estar en manos de privados. En cualquier caso, donde se espera el mayor impacto es en los llamados servicios verticales, como los de fábrica, que están muy robotizados, pero funcionan con wifi y no siempre lo hacen como se desea. En Alemania, se reservó un espectro para usos privados, de industrias. Después, hay explotaciones de minería, con las que es posible tener vehículos a control remoto con buena respuesta, porque la latencia es baja y se podría mandar un vehículo no tripulado al fondo de una mina. Como cada antena tiene una cobertura muy focalizada, no hay problema de interferencia si hay otra empresa a 20 km usando la misma frecuencia. Hay toda una movida del uso privado, como en Alemania, y mucha esperanza puesta en las industrias verticales. En los depósitos de Amazon, que están totalmente robotizados, con esta tecnología, va a haber características que los harán más eficientes. A nivel Estado, va a servir mucho a en el ámbito municipal, sobre todo en lo referido a las famosas ciudades inteligentes, desde las paradas de colectivo que indican en tiempo real cuánto falta para que llegue el transporte, hasta usos más sofisticados.

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