Miguel Uribe Turbay, el magnicidio que estremeció 2025 y se sumó a la historia de crímenes políticos en Colombia

La tragedia que rodeó la muerte del precandidato presidencial del Centro Democrático hace parte de una larga lista de crímenes políticos, marcando a una familia y a una nación

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El atentado contra Miguel Uribe
El atentado contra Miguel Uribe Turbay en Bogotá reavivó la memoria de los magnicidios políticos en Colombia - crédito Fotocomposición Infobae

La tarde del sábado 7 de junio de 2025, la política colombiana se vistió de luto tras décadas en que no se registraba un magnicidio. Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, caía gravemente herido en medio de un acto público en el barrio Modelia, de Bogotá, mientras, paradójicamente, pronunciaba un discurso sobre salud mental y seguridad ciudadana.

El eco de los disparos no solo cortó la respiración de aquel barrio ubicado en el occidente de la capital, también activó una memoria colectiva sobre otros actos violentos que han empañado la forma de hacer política en el país.

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Magnicidios en Colombia

En Colombia, el asesinato político tiene historia de linaje y crueldad. Jorge Eliécer Gaitán, “El Caudillo del Pueblo”, fue el primero que, de un fogonazo en el corazón de Bogotá, cambió el curso de una nación.

El precandidato presidencial fue atacado
El precandidato presidencial fue atacado a tiros el sábado 7 de junio de 2025 - crédito Infobae Colombia

El “Bogotazo” de 1948 demostró que el dolor puede incendiar ciudades, pero la noche oscura del poder seguiría dando zarpazos. Los nombres de Rodrigo Lara Bonilla, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro Leongómez y Álvaro Gómez Hurtado forman parte de la genealogía trágica de los magnicidios. Una sombra larga que cubre generaciones y partidos.

Miguel Uribe Turbay lo sabía bien. Su propia biografía era una trinchera de pérdidas. Su madre, Diana Turbay, murió en 1991 durante un caótico intento de rescate tras su secuestro por el cartel de Medellín. Fue la primera herida que marcó al niño Miguel.

La tarde del atentado criminal

La tarima improvisada en el parque El Golfito sostenía a un hombre que pertenecía a esa estirpe política acostumbrada a vivir bajo amenaza. Aún así, Miguel Uribe Turbay hablaba del porte legal de armas y el derecho a la defensa personal.

“Me preguntan por el porte de armas. Yo siempre, cuando fui secretario de Gobierno, fui defensor de qué... La tenencia de armas no está prohibida en Colombia. Usted puede tener una arma en su casa y yo en Bogotá pensaba hace unos años, cuando era secretario de Gobierno, que prohibir el porte de armas ayudaba en una situación muy diferente (...) ¿Pero ahora quiénes son los que tienen las armas? Los bandidos, esos no tienen permiso", explicó, interrumpido por los aplausos.

Y agregó: “Conclusión. Lo que vamos a ser es muy estrictos en el otorgamiento de salvoconductos, pero yo sí creo que el colombiano de bien que considere la necesidad de tener su arma lo puede hacer, es decir el porte de armas tiene que volver”.

Fue cuestión de segundos: un adolescente de 15 años, armado, disparó seis veces. Los tiros impactaron la cabeza, el cuello y la pierna de Uribe Turbay. El senador iba a exponer sus propuestas sobre salud mental cuando cayó al suelo, rodeado de gritos y confusión.

Miguel Uribe Turbay fue atacado
Miguel Uribe Turbay fue atacado mientras exponía sus propuestas en el barrio Modelia, occidente de Bogotá - crédito @PaoHerreraC/X

El paso de ambulancias y la mirada atónita de los asistentes dieron inicio a una lucha médica que se prolongó por dos meses. Miguel Uribe Turbay ingresó de urgencia a la Clínica Medicentro Familiar, poco después transferido a la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde las salas de cirugía serían el escenario de su resistencia.

Un hospital sitiado por el tiempo

Dentro de la clínica, los boletines médicos delineaban el drama en voz neutra: primera intervención neuroquirúrgica, presión intracraneana a la baja, segundo sangrado intracerebral, estado “extremadamente crítico”.

Cada avance parecía un espejismo ante nuevos retrocesos: el 13 de junio, leve disminución en la presión intracraneana; 16 de junio, recaída y cirugía de urgencia; 23 de junio, traqueostomía y gastrostomía para prologar la esperanza en un “estado subagudo”.

Afuera, el país esperaba en vilo una evolución casi que milagrosa. El 15 de junio, miles marcharon vestidos de blanco en la “Marcha del silencio”, protestando contra la violencia política con una mezcla de rabia y resignación.

La Fundación Santa Fe se
La Fundación Santa Fe se convirtió en el punto de oración por la salud de Miguel Uribe Turbay - crédito Colprensa

Mientras tanto, la tragedia familiar se profundizaba. Nydia Quintero de Turbay, abuela de Miguel y ex primera dama, murió el 30 de junio a los 93 años, en la misma clínica que su nieto se jugaba la vida.

Su legado de liderazgo cívico y la fundación que llevaba su firma recibieron despedida solemne en el Capitolio Nacional. Los Turbay, una vez más, se despedían en nombre de Colombia.

Meses de espera por la espera de un “milagro”

La sala de UCI se convirtió en el punto de encuentro para la familia de Miguel Uribe Turbay. Cirugías, partes médicos, rumores y silencios. Afuera, el país especulaba: ¿fue un crimen político, un ajuste de cuentas, o acaso un montaje? Teorías conspirativas inundaron las redes sociales, apuntando a un supuesto “autoatentado” para ganar simpatía electoral, incluso a la falsa idea de que el senador seguía vivo o nunca había sido atacado. La Fiscalía investigó más de 100 publicaciones por incitar a la desinformación y la calumnia.

Del mismo modo, dos sindicatos interpusieron una demanda ante el Consejo de Estado para que Uribe Turbay perdiera su investidura como senador mientras él permanecía hospital. Las acusaciones: supuestas acciones de campaña presidencial desde el cargo público. En efecto, el proceso quedó suspendido tras su fallecimiento.

El 11 de agosto: el desenlace

El lunes 11 de agosto de 2025, a la 1:56 a. m., la muerte de Miguel Uribe Turbay se confirmó. María Claudia Tarazona transmitió el dolor con palabras que viajaron por todo el país: “Descansa en paz, amor de mi vida. Yo cuidaré a nuestros hijos”. El Congreso decretó duelo nacional, bandera a media asta y velaciones solemnes en el Capitolio.

Alejandro Uribe Tarazona acompañó a
Alejandro Uribe Tarazona acompañó a su papá y repitió la histó que el mismo Miguel Uribe Turbay vivió en los 90' con la muerte de su madre Diana Turbay - crédito Luisa Gonzalez/Reuters

En medio de la despedida pública, la viuda enfrentó además un episodio amargo que comentó en entrevista con Noticias RCN. Durante el velorio, la senadora María Fernanda Cabal se le habría acercado con un micrófono oculto y un comentario disfrazado de supuesta amenaza: “Tú no conoces Colombia, tú no sabes cómo es este país”, le susurró, lo que Tarazona habría tomado como una advertencia sobre los riesgos de incursionar en política.

Recordó aquel momento incómodo con la precandidata y el modo en que la dignidad parece evaporarse en la contienda política. “Tengo a mi esposo aquí atrás, está en un cajón, me lo mataron por hacer política. ¿Cómo así que yo no conozco este país?“, replicó.

Las capturas y el relato del sicario menor de edad

El trabajo de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional reveló la ejecución de un plan coordinado, presuntamente, por su perfil de político.

El adolescente, apodado “Tianz”, condenado a 7 años de aprehensión en un centro especial, confesó haber sido contactado por alias El Caleño, desde una estación de Policía donde se encontraba retenido por otros delitos; desde allí recibió las instrucciones detalladas para ejecutar el crimen. “Me dijeron que le pegara mínimo cuatro tiros. Que la Policía estaba comprada y tendría cinco minutos para escapar”, declaró ante el juez.

Miguel Uribe Turbay murió el
Miguel Uribe Turbay murió el 11 de agosto de 2025, tras dos meses de lucha por su vida en una clínica - crédito Fernando Vergara/AP

La estructura detrás del magnicidio se desgranó en nombres y apodos: Cristián Camilo González Ardila, William Fernando González Cruz, alias El Hermano; Katherine Martínez, alias Gabriela; Élder José Arteaga, “El Costeño” o “Chipi”, y el intermediario clave, Simeón Pérez Marroquín, alias El Viejo; presuntamente financiado por la Segunda Marquetalia. Por su parte, Carlos Eduardo Mora, alias El Veneco, fue sentenciado a 21 años de prisión por ser quien transportó al ejecutor de atentado. En total, se han logrado nueve personas capturadas hasta el momento.

A comienzos de septiembre de 2025, la Fiscalía identificó a alias Mosco como una figura central en el esclarecimiento de la autoría intelectual del asesinato de Uribe Turbay. Aunque su identidad no fue confirmada oficialmente, el ente investigador cuenta con una fotografía y una serie de indicios que podrían allanar el camino hacia su captura y eventual judicialización, según informó en su momento El Tiempo.

El enfoque sobre “Mosco” avivó la polémica tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro en su cuenta de X. En ese espacio, Petro sugirió directamente un nexo entre “Mosco” y el magnicidio, vinculado además a operaciones de narcotráfico en el sector conocido como el Bronx, en pleno centro de Bogotá. El jefe de Estado recordó que durante su administración en Bogotá Humana, su equipo había denunciado a “Mosco” como cabecilla del narcomenudeo en la zona:

“La olla en el barrio del joven asesino del senador Miguel Uribe estaba ligada a alias El Mosco”, afirmó el presidente, y de inmediato planteó dos caminos posibles en la investigación. O alias El Mosco se vengó del secretario de Gobierno que desmanteló el Bronx, dispersando las redes criminales por la ciudad, o recibió una importante suma de dinero para ordenar el asesinato de Uribe Turbay.

Del luto, al camino a la presidencia

No pasaron muchas semanas antes de que el nombre de Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado, comenzara a sonar como reemplazo electoral dentro del Centro Democrático.

Así las cosas, el partido de derecha anunció su precandidatura presidencial, apoyado por la familia y la dirigencia del partido. “Colombianos, hoy les hablo desde la herida más profunda que puede sufrir un ser humano: la de un padre que despidió a su hijo asesinado por sus ideas. De ese dolor ha nacido una fuerza indestructible”, declaró Uribe Londoño en la Plaza Núñez, prometiendo sanar al país mientras recordaba las muertes de su esposa, Diana Turbay, y de su hijo.

El precandidato presidencial fue expulsado
El precandidato presidencial fue expulsado de la colectividad del Centro Democrático en medio de una intensa polémica - crédito Infobae Colombia

Pero la política no otorga treguas. El 1 de diciembre de 2025, a Uribe Londoño lo echaron prácticamente del partido por un comentario del precandidato Abelardo de la Espriella. Mientras tanto, él insistía a través de un comunicado que él no se retiraba de la contienda electoral: “Sigo firme en mi aspiración. Yo no renuncio ni me renuncian”.

El legado, la viudez y la transformación del dolor

El 9 de diciembre de 2025, la Universidad EAN acogió la presentación del libro póstumo de Miguel Uribe Turbay, titulado Mi Causa: Colombia. En aquel auditorio se reunieron familiares, editores y amigos, mientras la voz de María Claudia Tarazona daba cierre al ciclo de la tragedia. “Me costó muchísimo leerlo, lloré cada una de las páginas… pero también me hace sentir un profundo propósito por Colombia”, confesó.

Allí mismo, relató cómo su esposo aprendió a transformar el dolor en propósito, y cómo heredó de su abuela, Nydia Quintero, la capacidad de perdonar frente a la barbarie. El libro, leído entre lágrimas y recuerdos, se convirtió en símbolo: ni el asesinato, ni las amenazas, ni las pérdidas podían borrar la aspiración a la reconciliación y la paz.

El magnicidio de Miguel Uribe Turbay revive el drama hitórico de vivir y morir por la política, donde la violencia no ha distinguido color de piel, edad, época, ideales ni tendencias políticas.

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