Así funciona el calendario de la revisión técnico-mecánica para vehículos en Colombia y las faltas si no lo cumple

La normativa define plazos distintos según el tipo y la antigüedad del vehículo, y no cumplirlos puede traducirse en multas, inmovilización y costos adicionales para el conductor

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El certificado de revisión técnico-mecánica
El certificado de revisión técnico-mecánica en Colombia es obligatorio para garantizar la seguridad vial y el control ambiental - crédito CDA

Antes de salir a carretera o incluso de usar el carro en la rutina diaria, hay una pregunta que tarde o temprano se impone para cualquier conductor en Colombia: ¿el vehículo está realmente en condiciones de circular? La respuesta, al menos desde el punto de vista legal y técnico, pasa por un documento clave y es el certificado de revisión técnico-mecánica. Más que un papel exigido por las autoridades, se trata de una evaluación que busca reducir riesgos en la vía y controlar el impacto ambiental del parque automotor.

Este control funciona como un filtro preventivo. Su objetivo es detectar fallas que podrían convertirse en accidentes, averías costosas o emisiones contaminantes fuera de norma. Por eso, aunque muchos lo asocian con un trámite incómodo o un gasto inevitable, la revisión técnico-mecánica cumple un rol central en la seguridad vial y en la protección del entorno.

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La revisión técnico-mecánica detecta fallas
La revisión técnico-mecánica detecta fallas en frenos, suspensión, dirección y emisiones contaminantes de los vehículos - crédito @CoviandinaSAS/X

El calendario para cumplir con esta obligación no es igual para todos los vehículos. En el caso de los carros particulares, la norma establece que la primera revisión debe realizarse cuando el automotor cumple cinco años desde la fecha de matrícula. A partir de ese momento, la inspección se vuelve anual y debe renovarse sin excepción.

Para los vehículos de servicio público, el control llega mucho antes. Estos deben presentarse por primera vez a los dos años de haber sido matriculados y, desde entonces, mantener una revisión cada doce meses. La exigencia responde al uso intensivo que tienen y al número de pasajeros que transportan a diario.

Los vehículos antiguos tampoco tienen margen de flexibilidad, independientemente de su tipo de servicio, la revisión técnico-mecánica es obligatoria una vez al año. En el caso de las motocicletas, la regla es similar a la del servicio público, la primera inspección se exige a los dos años de matrícula y luego debe renovarse anualmente.

Pero ¿qué ocurre exactamente durante la revisión? Cuando un vehículo ingresa a un Centro de Diagnóstico Automotor (CDA) autorizado, es sometido a una serie de pruebas técnicas que evalúan los sistemas más críticos para la conducción. No se trata de una inspección superficial, sino de un examen detallado que busca confirmar que el automotor cumple con los estándares mínimos de seguridad y emisiones.

Los carros particulares deben realizar
Los carros particulares deben realizar la primera revisión técnico-mecánica a los cinco años de matrícula y renovarla anualmente - crédito Ministerio de Transporte

Entre los aspectos que revisan los técnicos están los frenos, la suspensión y la dirección, fundamentales para garantizar que el vehículo responda correctamente ante maniobras imprevistas o frenadas de emergencia. También se inspecciona el sistema eléctrico y de iluminación, clave para la visibilidad nocturna y para la comunicación con otros actores en la vía.

A esto se suma la verificación del estado de las llantas y de los elementos de seguridad, como cinturones y sistemas de retención, así como la medición de los niveles de emisiones contaminantes. Este último punto es especialmente relevante en ciudades con altos índices de polución, donde el control vehicular se convierte en una herramienta ambiental.

No todos los vehículos superan la revisión en el primer intento. Si el CDA detecta fallas que impiden otorgar el certificado, el propietario recibe un informe detallado con las anomalías encontradas y las reparaciones necesarias. Desde ese momento, el vehículo no puede circular legalmente hasta que los problemas sean corregidos.

La normativa establece un plazo de 15 días para realizar las reparaciones y volver a presentar el vehículo a una nueva inspección. Circular durante ese tiempo sin el certificado vigente expone al conductor a sanciones que pueden ir desde multas económicas hasta la inmovilización del automotor.

La falta simultánea de revisión
La falta simultánea de revisión técnico-mecánica y Soat puede duplicar la sanción y sumar costos de grúa y parqueadero - crédito Alcaldía de Bogotá

Las consecuencias de incumplir son claras y costosas. Circular sin la revisión técnico-mecánica vigente constituye una infracción grave. En 2025, la multa equivale a 15 salarios mínimos diarios legales vigentes (Smdlv), además de los posibles costos asociados a la inmovilización.

El panorama se agrava si, además, el conductor no porta el Soat. En ese caso, la sanción asciende a 30 Smdlv, a lo que se suman los gastos de grúa y parqueadero. Más allá del golpe al bolsillo, estas sanciones buscan desincentivar la circulación de vehículos que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad.

En un país con altos índices de accidentalidad vial, la revisión técnico-mecánica sigue siendo una herramienta clave. No es solo una obligación legal, sino una forma concreta de cuidar la vida propia y la de quienes comparten la vía. Ignorarla puede salir caro, pero cumplirla a tiempo puede marcar la diferencia entre un trayecto seguro y un riesgo innecesario.