Colombia gasta más que nunca, pero invierte menos: la economía aún no recupera sus niveles de prepandemia

Aunque el consumo sostiene la actividad, la economía arrastra un deterioro en inversión, productividad y cuentas fiscales que limita cualquier posibilidad de una recuperación sólida

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El consumo de los hogares
El consumo de los hogares en Colombia se mantiene fuerte, pero contrasta con un panorama macroeconómico frágil tras la pandemia - crédito Colprensa

Aunque distintos indicadores señalan que el consumo de los hogares sigue mostrando una fortaleza llamativa, los últimos análisis advierten que este impulso contrasta con un panorama estructural mucho más frágil. Uno de los estudios es el elaborado por el investigador de Corficolombiana, Julio Romero A., incluido en el documento ¡Vamos por la remontada!, donde se examina cómo cambió el desempeño macroeconómico del país cinco años después de la pandemia.

El consumo privado, explicó Romero, se ubica hoy “un 27% por encima del nivel prepandemia”, impulsado por un mercado laboral más fuerte, por el flujo histórico de remesas, por el ciclo favorable del café y por actividades difíciles de medir, pero relevantes en regiones donde la informalidad y la ilegalidad tienen peso económico. Esa capacidad de gasto, sin embargo, no basta para compensar los rezagos estructurales que se han acumulado en inversión, productividad y crecimiento.

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El consumo privado colombiano está
El consumo privado colombiano está un 27% por encima del nivel prepandemia, impulsado por remesas, empleo y sectores informales - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

El documento señaló que la inversión es, quizá, la principal señal del nuevo equilibrio macroeconómico, un país que hoy invierte bastante menos que hace una década y cuyo retroceso no se explica por choques globales, sino por fenómenos internos. Entre 2022 y 2024, la formación bruta de capital fijo cayó a niveles que dejan a Colombia “un 8,7% por debajo del valor prepandemia y 8,1% por debajo de los niveles de 2022”. La tasa de inversión fija, que fue en promedio 22 % del PIB antes del covid, se redujo a 19% en 2021-2022 y a 16,6% entre 2023 y 2025, su punto más bajo en lo que va de siglo.

Las razones están identificadas, mayores primas de riesgo que en el resto de la región, impuestos más altos, incertidumbre regulatoria en sectores clave, un deterioro persistente de la seguridad y el encarecimiento del capital. Con este cuadro, el crecimiento potencial difícilmente superará el 2,5%, un nivel que limita el avance hacia ingresos similares a los de países de renta media-alta.

Mientras la inversión se enfría, la estructura del PIB también está cambiando. Sectores vinculados al consumo, entretenimiento y administración pública, aumentaron su participación desde 2020. En particular, entretenimiento pasó de representar 2,7% del PIB a 4,6% en 2025, gracias al crecimiento de los juegos en línea. En contraste, minería, industria y construcción, fundamentales para la productividad y la inversión, perdió cerca de cinco puntos de participación en el PIB desde la pandemia. Construcción y minería siguen más de 20% por debajo de sus niveles previos al Covid, afectados por demoras en licencias, ajustes en APP, cambios en programas como Mi Casa Ya y un clima de mayor incertidumbre.

En contraste, minería, industria y
En contraste, minería, industria y construcción, fundamentales para la productividad y la inversión, perdió cerca de cinco puntos de participación en el PIB desde la pandemia - crédito Henry Agudelo Cano/Colprensa

A esto se suma un deterioro fiscal profundo. Desde 2020, la deuda pública aumentó más de diez puntos del PIB y los intereses ya representan cerca del 30% de los ingresos del Gobierno. Para enfrentar este desbalance, el Ejecutivo elevó la carga tributaria empresarial, al tiempo que el mayor endeudamiento presiona las tasas de interés y restringe el financiamiento del sector privado. Colombia perdió el grado de inversión en 2021 y, desde entonces, su prima de riesgo supera la de todos los países de Latinoamérica. La suspensión de la Regla Fiscal entre 2025 y 2027 intensificó esa percepción de riesgo.

El comportamiento de la inflación refuerza este escenario. Aunque parte del aumento provino de choques globales, Romero señaló que también existe un componente estructural asociado a indexación, rigideces y desanclaje de expectativas. Por eso la inflación se estabilizó alrededor del 5%, por encima del rango meta del Banco de la República. En consecuencia, la tasa de política monetaria permanece en 9,25% desde abril de 2025, muy lejos del 4,75% de la década prepandemia.

El deterioro fiscal elevó la
El deterioro fiscal elevó la deuda pública de Colombia en más de diez puntos del PIB desde 2020, presionando las tasas de interés - crédito Monet

Así, cinco años después de la crisis sanitaria, el país parece haber aterrizado en un equilibrio menos dinámico: menor crecimiento potencial, inflación más alta, inversión rezagada y tasas elevadas que no logran anclar las expectativas. El estudio concluyó que el desafío ya no es solo acelerar la recuperación, sino reconstruir las condiciones para que la economía vuelva a crecer por encima del 3,5% y pueda sostener un camino de convergencia hacia mayores niveles de bienestar.