Hallaron el cuerpo sin vida de una adolescente de 14 años tras caer a un río en Casanare

La tragedia en el sector turístico del puente El Canoero, en el casco urbano de Maní, expuso los riesgos de las actividades recreativas en cuerpos de agua y dejó a la comunidad marcada por la pérdida

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La menor había sido reportada
La menor había sido reportada desaparecida horas antes del hallazgo- crédito X

El hallazgo del cuerpo sin vida de Sara Sofía Guayabo, una adolescente de 14 años, conmocionó a la comunidad de Maní, Casanare.

La joven desapareció el 29 de septiembre de 2025 tras caer al río Cusiana mientras se bañaba cerca del puente El Canoero, un sector conocido por su atractivo turístico; su desaparición movilizó a vecinos ribereños, quienes se sumaron a la búsqueda del cuerpo desde el primer momento.

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Según explicó el diario Boyacá 7 Días, el desenlace se produjo la tarde del 30 de septiembre, cuando el cuerpo de la adolescente fue localizado a cinco kilómetros aguas abajo del punto donde ocurrió el accidente.

Y es que la distancia recorrida por la corriente del río subraya la dificultad de las labores de rescate y la magnitud del esfuerzo desplegado por la comunidad local.

La tragedia se originó mientras Sara Sofía se bañaba junto a otras personas en las inmediaciones del puente El Canoero. Este lugar, frecuentado por visitantes y residentes, se transformó en escenario de angustia tras la desaparición de la joven.

La menor cayó al río
La menor cayó al río Cusiana, uno de los más grandes del Casanare- crédito Alex Guzmán Alvis

La noticia de su caída al río activó de inmediato una operación de búsqueda que se extendió durante horas, con la participación activa de los habitantes de la zona.

Fueron precisamente los vecinos ribereños quienes, tras una intensa jornada de rastreo, lograron avistar el cuerpo de la adolescente. Su intervención resultó determinante para la recuperación y posterior anuncio del hallazgo, que puso fin a la incertidumbre que envolvía a familiares y allegados.

Así las cosas, el sector del puente El Canoero, habitual destino de recreo, quedó marcado por este suceso que pone en evidencia los riesgos asociados a los cuerpos de agua en la región.

La menor permanecía en el
La menor permanecía en el puente El Canoero, de Maní, antes de que se perdiera su rastro- crédito MANÍ Casanare mi pueblo/ Facebook

Además, la tragedia reaviva la preocupación por la seguridad en zonas turísticas y la importancia de la prevención en actividades recreativas en ríos.

La noticia del hallazgo se difundió entre la comunidad cuando los propios ciudadanos que participaron en la búsqueda informaron que el cuerpo de Sara Sofía Guayabo había sido finalmente encontrado.

Y es que este caso es una muestra más de la problemática que representan los episodios donde niños han perdido la vida ahogados. Por ejemplo, la muerte de Valeria Afanador representó uno de los casos más controversiales en el país de los últimos años.

La desaparición de la menor
La desaparición de la menor de la niña de 10 años, desde la mañana del martes 12 de agosto, mantuvo a las autoridades en intensa búsqueda para dar con su paradero - crédito Bomberos Cundinamarca

Valeria Afanador habría muerto ahogada en un río cerca de Bogotá

Valeria Afanador era una niña de 10 años con síndrome de Down que desapareció el 12 de agosto de 2025 en Cajicá, Cundinamarca, Colombia. Fue vista por última vez en el colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, cerca de una zona boscosa y del río Frío, que bordea el colegio.

Desde el momento de su desaparición se activó un operativo de búsqueda amplio, con participación de la Policía Nacional, bomberos, Cruz Roja, CTI, entre otros. También se ofreció una recompensa de hasta $70 millones de pesos por información que ayudara a encontrarla.

Tras 18 días de búsquedas intensas, el 29 de agosto de 2025 el cuerpo de Valeria fue hallado sin vida en una zona contigua al río Frío, muy cerca del colegio. El Instituto de Medicina Legal concluyó, mediante estudios forenses, que la causa de muerte fue ahogamiento o sumersión en medio líquido y que no se hallaron señales de violencia sexual ni abuso físico grave. En el informe se detectó presencia de agua y residuos de pantano en estómago y vías respiratorias, además de cambios cadavéricos que coinciden con los tiempos de desaparición.

Aunque el dictamen oficial apuntó al ahogamiento, la familia de Valeria ha expresado públicamente dudas sobre algunas inconsistencias: por ejemplo, si el cuerpo pudo haber sido movido, cierres del colegio en la reja por donde salió la menor, hallazgos de golpes o moretones que, según los padres, no estaban presentes cuando la dejaron al colegio, y lo que consideran fallas en la seguridad y supervisión del colegio.