Confirman presencia de jaguar en la cuenca baja del río Bogotá: autoridades compartieron recomendaciones de seguridad

El director de la CAR hizo un llamado a la comunidad para evitar daños al individuo, enfatizando la importancia de preservar su hábitat y reportar avistamientos

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La CAR confirmó la presencia de un jaguar en la cuenca baja del río Bogotá, marcando un hito en la conservación de fauna silvestre en Cundinamarca - crédito CAR

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) verificó la existencia de un ejemplar macho adulto de jaguar (Panthera onca) en las inmediaciones de Apulo y Tocaima, luego de recibir reportes de avistamiento desde el 13 de mayo. La entidad, tras el primer aviso, desplegó un equipo técnico junto a los propietarios de los predios para inspeccionar la zona.

Durante la revisión, hallaron rastros inequívocos de un gran felino, lo que motivó la instalación de diez cámaras trampa. Estos dispositivos captaron imágenes y videos que confirmaron la presencia del jaguar, un hecho que, según los expertos de la CAR, evidenció que aún existen áreas con la calidad ambiental necesaria para albergar especies de alto valor ecológico.

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“Ojo: no intenten cazar ni hacerle daño a este animal, no solo porque es un delito y una infracción ambiental, sino porque es una especie que debemos proteger entre todos”. Con esta advertencia, el director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, enfatizó la urgencia de proteger al jaguar tras la confirmación de su presencia en la cuenca baja del río Bogotá.

El jaguar habita el 90%
El jaguar habita el 90% del territorio colombiano y se distribuye en 18 países de América, principalmente en ecosistemas por debajo de los 2.000 metros - crédito WWF

El director explicó que, desde el primer reporte, la CAR activó un monitoreo constante y un análisis detallado del comportamiento del animal, con el objetivo de definir acciones que garanticen tanto la seguridad de las comunidades como la conservación de la especie.

“Desde el momento en que tuvimos conocimiento de la presencia del espécimen desplegamos acciones con nuestros expertos para iniciar un monitoreo constante y el análisis de su comportamiento con el fin de definir las acciones necesarias para protegerlo, siempre priorizando la seguridad de las comunidades y la conservación de la especie”, detalló Ballesteros.

De acuerdo con las autoridades, la importancia ecológica del jaguar radica en su función como depredador tope, lo que le permite regular las poblaciones de otras especies y mantener el equilibrio natural de los ecosistemas. No obstante, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn) lo clasifica como especie “vulnerable” debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat y a la cacería ilegal.

La CAR implementa monitoreo constante
La CAR implementa monitoreo constante y acciones para proteger al jaguar y garantizar la seguridad de las comunidades locales - crédito Ministerio de Ambiente

La CAR subraya que la caza de jaguares y de cualquier otra especie silvestre constituye una amenaza grave para la biodiversidad y está prohibida por la ley, con sanciones económicas y penales para quienes la practiquen.

En el contexto nacional, el jaguar habita casi todo el territorio de Colombia, desde el Caribe y los bosques húmedos del Chocó, hasta la Cordillera de los Andes, la Orinoquia y la Amazonia, siendo esta última su principal refugio.

Según el estudio “Distribución y estado de conservación del jaguar en Colombia” - destacado por la WWF - al menos el 90% del territorio nacional contiene poblaciones de jaguares. A nivel continental, la especie se distribuye en 18 de los 21 países de América y ocupa casi todos los ecosistemas por debajo de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, incluyendo bosques tropicales, bosques montanos, sabanas tropicales y manglares.

A partir de ese panorama, en noviembre de 2023, el Ministerio de Ambiente emitió una circular urgente que aclara las responsabilidades de las autoridades y entes territoriales en la prevención y control de la matanza ilegal, transporte, tenencia y comercio del jaguar. Este documento también estableció lineamientos y recomendaciones para su protección, entre las que destacan estrategias para la convivencia con felinos silvestres, medidas de ahuyentamiento y pautas para reducir encuentros.

El jaguar, clasificado como especie
El jaguar, clasificado como especie vulnerable por la UICN, cumple un papel clave como depredador tope en los ecosistemas colombianos - crédito Montaje Johan Largo/Infobae/Canva/Freepik

Entre las recomendaciones:

  • Se insta a disminuir la caza de presas naturales, resguardar animales domésticos en zonas seguras y construir reservorios de agua alejados del bosque.
  • Para ahuyentar a los felinos, se aconseja generar ruidos fuertes y utilizar lámparas de alto alcance durante recorridos de guardia.
  • En caso de encuentros, la circular enfatiza que no existen registros de ataques no provocados de jaguares a humanos en Colombia y que, sin provocación, estos animales no representan un peligro directo.
  • Se recomendó a evitar perseguir, acosar, agredir o disparar a la especie, así como no intervenir en interacciones entre jaguares, especialmente en épocas de celo o cuando hay crías.

Finalmente, la CAR mantiene un llamado permanente a los habitantes de Cundinamarca para que no se acerquen ni intenten interactuar con el jaguar u otras especies silvestres, reporten cualquier avistamiento a las líneas oficiales (316 5244031) y contribuyan a la protección del hábitat natural, evitando prácticas que degraden los bosques y fuentes hídricas.