Conozca los diferentes tipos de matoneo y agresiones digitales para evitar problemas de salud mental y física

Según cifras de la Defensoría del Pueblo entre enero de 2015 y julio de 2022, un total de 2.060 suicidios y 32.719 intentos suicidas fueron cometidos por niños, niñas y adolescentes

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Se refiere al uso de medios tecnológicos y el uso de las redes para hostigar, intimidar o amenazar a una persona, usando información privada o con envío de material inapropiado. Cortesía: Archivo.
Se refiere al uso de medios tecnológicos y el uso de las redes para hostigar, intimidar o amenazar a una persona, usando información privada o con envío de material inapropiado. Cortesía: Archivo.

Conforme con un estudio realizado por la Fundación Universitaria Konrad Lorenz se precisó que las personas que sufren de matoneo, o conocido como bullying, tienen más probabilidades de desarrollar problemas de ansiedad, depresión, entre otros problemas de salud mental.

Para la psicóloga clínica de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz y coinvestigadora en parentalidad Ivonne Grau, la personas que sufren de bullying pueden presentar efectos negativos en el rendimiento escolar, puesto que, tienen más probabilidades de faltar a la escuela y presentar dificultades en concentración y aprendizaje.

“Puede tener efectos a largo plazo: Los que han sufrido bullying en la infancia tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud mental y física en la edad adulta”, agregó.

A su vez, la experta en psicóloga clínica precisó que existen varios tipos de matoneo (bullying, como se le llama en inglés y forma que se ha popularizado) los cuales se pueden caracterizar por la forma en que se llevan a cabo los comportamientos agresivos, los cuales son:

  • Bullying psicológico: se refiere a las acciones que buscan dañar la autoestima, la reputación o la integridad emocional de la víctima. Ejemplos incluyen la exclusión social, la difusión de rumores falsos y el ciberacoso.
  • Bullying sexual: son las acciones que tienen una connotación sexual y buscan intimidar, humillar o controlar a la víctima.
  • Bullying verbal: la experta indicó que son aquellas palabras hirientes, insultos, burlas y amenazas que se dirigen a la víctima.
  • Bullying físico: son los comportamientos físicos agresivos, como golpes, patadas, empujones, pellizcos, entre otros.
  • Bullying homofóbico: se refiere a las acciones que tienen como objetivo intimidar, humillar o controlar a una persona basándose en su orientación sexual o identidad de género.
  • Bullying racial: son las acciones que tienen como objetivo intimidar, humillar o controlar a una persona basándose en su raza, etnia, religión o nacionalidad.

Matoneo digital (Cyber-Bullying): se refiere al uso de medios tecnológicos y el uso de las redes para hostigar, intimidar o amenazar a una persona, usando información privada o con envío de material inapropiado. Los más conocidos son:

  • Acoso: a través de mensajes enviados por medios tecnológicos se busca denigrar o insultar de forma directa como indirecta, creando rumores o exponiendo la privacidad de la víctima.
  • Sextear: envío de material pornográfico propio o de otra persona, con el fin de hostigar, controlar a la víctima o como venganza.
  • Acecho –conocido como stalking–: seguimiento permanente de una persona en el mundo digital, para que sea consciente del interés existente hacia él o ella.

Con el empleo masivo de nuevos dispositivos tecnológicos la incidencia de agresiones de Cyber-Bullying a través de esas herramientas son cada vez más notables, y más para aquellos menores de edad que se están convirtiendo en usuarios frecuentes.

De acuerdo con la fundación “la experiencia pasada de victimización y la impulsividad aumentan la posibilidad de que un niño o adolescente sufra esta clase de bullying, asimismo, una relación padre-hijo deteriorada o relaciones interpersonales pobres”.

Además, la fundación resaltó que debido al incremento del bullying en los últimos cinco años, esa problemática social debe ser considerada como un tema de salud pública. Grau invitó a generar alianzas entre las entidades, instituciones, familias, colegios y sociedad civil para educar, prevenir e intervenir en el fenómeno.

Estas son algunas señales de alerta del matoneo

Según cifras de la Defensoría del Pueblo y la Alianza por la Niñez Colombiana, entre enero de 2015 y julio de 2022 un total de 2.060 suicidios y 32.719 intentos suicidas fueron cometidos por niños, niñas y adolescentes.

Son varias las hipótesis que determinan las razones de las altas cifras de suicidios en Colombia, y sobre todo, de menores de edad. A partir de eso, la fundación destacó algunos de esos factores: como lo son las dificultades socioeconómicas, maltrato o violencia física y sexual, enfermedades físicas y/o mentales, muerte de seres queridos, sensación de abandono y desamor, matoneo o bullying.

La fundación señaló que son evidentes las barreras de comunicación que existen entre los padres y los hijos, por lo que difícil para los menores de edad hablar sobre el tema. Para prevenir posible casos de suicidios la entidad compartió algunas señales comunes que puede evidenciar que un niño, niña o adolescente puede ser víctima de bullying:

  • Cambios en el comportamiento: Si un niño muestra cambios en su comportamiento, como volverse más callado, retraído o evitar ciertas situaciones o lugares, podría ser una señal de que está sufriendo bullying.
  • Cambios en los hábitos de sueño o alimentación: Si un niño tiene dificultades para dormir o muestra cambios en sus hábitos alimenticios, puede ser una señal de que está experimentando estrés o ansiedad debido al bullying.
  • Cambios en el rendimiento académico: Si un niño muestra un deterioro en su rendimiento académico, puede ser una señal de que está siendo distraído por el bullying o que está preocupado por el acoso.
  • Lesiones físicas inexplicables: Si un niño tiene moretones, cortes u otras lesiones físicas inexplicables, puede ser una señal de que está siendo víctima de bullying.
  • Pérdida de pertenencias o dinero: Si un niño pierde o tiene pertenencias o dinero robados con frecuencia, podría ser una señal de que está siendo intimidado o extorsionado por otros niños.

Finalmente, la Fundación Universitaria Konrad Lorenz dio a entender que no siempre esas señales son indicios de bullying, pero precisó que si el individuo (menor de edad) evidencia varias de esas señales una de las mejores maneras de prevenir algún incidente es entablar una conversación inmediata con el niño para esclarecer cualquier duda o posible agresión.