JEP rechazó el somentimiento del general Maza Márquez: su proceso fue enviado a la Corte Suprema

Aunque el exdirector del DAS no quedará cobijado por la Jurisdicción Especial para la Paz podrá seguir siendo citado para comparecer ante el mecanismo de justicia transicional por vínculos con paramilitares

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La JEP mandó el expediente del general Maza a la Corte Suprema.
Foto: Mario Franco - Colprensa
La JEP mandó el expediente del general Maza a la Corte Suprema. Foto: Mario Franco - Colprensa

La Sala de Definición de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) remitió formalmente el expediente del general Miguel Maza Márquez a la Corte Suprema en el marco de la doble conformidad que solicitó al exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, respecto a su condena por el magnicidio de Luis Carlos Galán y vínculos con grupos paramilitares.

Según La W la determinación se tomó luego de rechazar su sometimiento por nexos con grupos de Autodefensas, que es el delito por el cual la JEP lo tenía vinculado, y seguirá respondiendo ante la jurisdicción si es citado, pero ya no tendrá acceso a beneficios, de acuerdo con lo explicado por los magistrados.

Por tanto, la decisión de los jueces transicionales se produce apenas unos días después de que la defensa de Maza, en cabeza de la abogada Victoria Grillo, interpusiera una tutela solicitando que se diera cumplimiento a lo que es anunciado este lunes, el traslado del expediente. También, se ordenó dar cumplimiento a la decisión de informar a la Corte Suprema sobre el rechazo al sometimiento del general Maza, debido a que la primera comunicación fue rechazada por el máximo tribunal de la justicia ordinaria.

Procesos adelantados por el exgeneral Miguel Maza Márquez por su participación en el magnicidio de Luis Carlos Galán
Procesos adelantados por el exgeneral Miguel Maza Márquez por su participación en el magnicidio de Luis Carlos Galán

Crónica del proceso que se adelanta contra el general en retiro

El exgeneral Miguel Maza Márquez fue declarado responsable por uno de los magnicidios más dolorosos de finales de los ochenta, el de Luis Carlos Galán quien fue asesinado en la plaza principal de Soacha, por el caso en mención la Corte Suprema de Justicia lo condenó a 30 años de cárcel por su participación por el crimen, producto de una alianza de paramilitares.

Gracias a Revista Semana se confirmó que al tiempo de que Maza Márquez paga su condena, cumplió dos años tocando las puertas de la JEP, ya que asegura que los hechos por los que fue juzgado guardan estrecha relación con el conflicto y que por tanto el tribunal de paz debe revisar su sentencia.

Ernesto Báez señaló que el líder de las AUC se comprometió a colaborar con el DAS en la persecución de Pablo Escobar a cambio de que esa entidad ayudara en la fuga de la cárcel La Picota al asesino de Galán, Jaime Eduardo Rueda Rocha, quien efectivamente se fugó.

En una primera instancia la JEP rechazó el expediente del general, pero este apeló la sentencia e insistió que su proceso debía tener una nueva oportunidad. Maza ha recalcado su incidencia y aspira recuperar su libertad. Este ha pretendido ser cobijado por la Jurisdicción Especial para la Paz con una confesión que se subdivide en tres capítulos.

Dentro del primero se anexa la verdad histórica del caso, durante su mención en el tribunal el exgeneral aseguró que altos oficiales del Ejército, que a su vez ocuparon altos cargos en el Estado, planearon el magnicidio, lo ejecutaron y encubrieron los autores materiales.

Respecto a este punto, Maza ha relacionado a seis oficiales vinculados a inteligencia militar, de quienes se ha acreditado una alianza con paramilitares de tiempo atrás. No obstante, los trae a colación a manera de contexto para que la Jurisdicción Especial para la Paz sepa que son pistas concretas y que la información que está dispuesto a aportar es veraz.

Durante la entrega de la información que ofrece el coautor del magnicidio del candidato presidencial de Luis Carlos Galán ha mencionado a integrantes de inteligencia militar que habrían entrenado paramilitares, conseguido armas y realizado alianzas macabras con el narcotráfico. Entre los que se menciona al capitán Luis Javier Wanumen Camargo, condenado por la Corte Suprema de Justicia a 50 meses de cárcel por los delitos de intercepción de correspondencia oficial y cohecho.

En 1991, el oficial cayó en manos de las autoridades mientras portaba documentos que demostraban que los tentáculos del cartel de Medellín habían infiltrado las entrañas de los servicios de inteligencia militar. En los papeles citados se encontraban detalles de un atentado con carro bomba contra el propio general Maza Márquez , ejecutado cinco días después.

El general Maza también mencionó al teniente Luis Antonio Meneses Báez, conocido como Ariel Otero, quien tras una larga carrera en el Ejército, se unió a los ‘paras’ en calidad de jefe y contribuyó para que mercenarios israelíes como Yair Klein entrenaran tropas en Colombia.

Igualmente resaltó el papel del mayor Óscar Echandía Sánchez, exalcalde militar de Puerto Boyacá, que admitió ante la justicia haber participado en la formación de grupos paramilitares entrenados por mercenarios extranjeros. Maza se refirió al general Jorge Salcedo Victoria, de quien recuerda la confesión de su hijo. Este último aseguró haber contactado en Londres al mercenario David Tomkins para que impartiera cursos de formación paramilitar en el Magdalena Medio.

De igual forma en el documento que revisa la Jurisdicción Especial para la Paz aparece el nombre de Carlos Humberto Franco, quien fue agente de control de Luis Eduardo Rueda Rocha, autor material del magnicidio, y entregó carnés del B2 a los gatilleros para facilitar su ingreso al lugar de los hechos y su posterior escape. Junto a ellos, Maza mencionó al coronel Luis Bohórquez Montoya, excomandante del Batallón Bárbula.

Es así como se conoce el nombre de protagonistas paramilitares como Alonso de Jesús Baquero, alias Negro Vladimir, Diego Viáfara Salina, y los autores materiales del homicidio de Jaime Pardo Leal, candidato presidencial por la Unión Patriótica.