:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/UECJCDWI54EWNH562EXOZOTKNM.jpg 420w)
Tan dificil es establecer un dato contundente para justificar que alguien es el mejor de todos los tiempos como diversas son las referencias que pueden usarse al respecto
Carisma, vigencia, títulos, medallas y hasta legado dentro de su deporte son solo algunos de esos argumentos.
A esta altura, aún en desmedro de quienes tenemos otras favoritas, cuesta discutirle a aquellos con consideran que Simone Biles es la más grande gimnasta de todos los tiempos.
Si algo le faltaba a la leyenda es su vuelta al ruedo después del desastre deportivo de Tokyo.
Con el anuncio de que ella será la gran figura del equipo norteamericano que viajará al Mundial de Amberes, Biles sellará una inédita década de hegemonía en una disciplina que suele devorarse el encanto de sus estrellas a muy temprana edad.
Solo para justificar la idea a partir de algunos ejemplos notables, mientras Biles regresa a Amberes después de 10 años -nadie debería animarse a esta altura de poner fecha de vencimiento a su carrera- la checoslovaca Verba Caslavska (60-68), las rusas Ludmila Tourischevq (68-76) y Nelly Kim (74-79) o la inolvidable rumana Nadia Comaneci (75-80) dejaron una huella indeleble pero nadie soportó el paso del tiempo como viene haciéndolo Simone.
Cuando la semana pasada la Federación Internacional de Gimnasia publicó el listado nominal para el Campeonato Mundial de Amberes, que comienza el 30 de septiembre, Simone Biles no figuraba entre las cinco representantes del equipo femenino de los Estados Unidos. Es cierto que todavía no había anuncio oficial por parte de USA Gymnastics y el margen para realizar cambios en el plantel dejaba la puerta abierta, pero algunos indicios hicieron pensar en un Mundial sin Biles.
Ahora sí es oficial y no hay más rumores ni conjeturas. La superestrella de la disciplina regresará al escenario mundial después de encabezar la clasificación general el martes por la noche en el selectivo interno de Estados Unidos, realizado en Katy, Texas. Obtuvo un total de 55.700 puntos y, a pesar de tener dos caídas, le alcanzó para estar por delante de los 55.300 de Shilese Jones y los 55.000 puntos de Skye Blakely. Las reglas eran claras: la mejor ubicada en el primer día del torneo se aseguraba un lugar en el quinteto que participará del Mundial de Bélgica. Y así fue que la siete veces medallista olímpica ingresó automáticamente a un equipo mundialista por sexta vez en su carrera.
Justamente en Bélgica y justamente en el Palacio de Deportes de Amberes es donde Simone Biles irrumpió con su estreno internacional en el primer Mundial del ciclo olímpico 2012-2016, que la tendría como protagonista. Es exactamente una década después que la gimnasta, ahora de 26 años, volverá a ese lugar donde todo comenzó. Regresa con 25 medallas mundiales y siete medallas olímpicas, además de un legado para el deporte del alto rendimiento que se animó de una vez por todas a hablar de salud mental sin miedo a insinuar debilidad. La gran campeona y una vigencia inédita para un deporte que se popularizó en la década del ‘70 como una disciplina para niñas con gracia y valentía. Para Biles será su sexto Mundial y en los seis participó con aspiraciones de podio.
Solo tres gimnastas dentro del top ten de aquel torneo de Amberes 2013 siguen en actividad. Es un gran mérito mantenerse allí arriba durante tantos años. Nadie reconoce más este aspecto que los propios deportistas. Saben de la dificultad de estar sano y motivado durante tantos días, semanas, meses y años.
Vestida de rosa en aquel debut mundialista, una Biles de 16 años sorprendió en salto con el difícil Amanar, el cual realizaba con una simpleza que jamás había tenido ni la propia Simona Amanar, quien fue la pionera con el yurchenko doble pirueta y media en la gimnasia femenina. Ese día, ganó el all around superando los 60 puntos y sacando una diferencia de 0,9 décimas sobre la segunda, su compatriota Kyla Ross. Empezaba un era y aun no lo sabíamos.
Diez años después, Biles, que podría volver al Mundial a hacer un solo aparato o a aportar solo alguna buena calificación al total del equipo, vuelve como les gusta volver a los grandes del deporte. Competitiva y consistente y con una deuda que saldar: codificar el yurchenko doble mortal en carpa, salto que presentó en los torneos nacionales y que tenía planificado presentar en Tokio 2020, cuando decidió priorizar su salud mental. De hacerlo en Amberes, el salto llevará el nombre de Biles, ya que hay otros cuatro elementos en el código de puntuación inventados por ella.
Recent Articles
Forecasts for Paris 2024: The United States will win the medal table again and France expects its best performance in 120 years
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/3EZ4QDWWUNDAJNO3NWLBOIBRWI.jpg 265w)
A handful of rough memories to enjoy what’s to come
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/UNTVY2FXVGHJCDGPENHXXVHTOA.jpg 265w)
Rafael Nadal, challenges and fears before his return: “I have to give myself the necessary time and forgive myself if things go wrong”
In a struggle debut for Cheptegei, Valencia consecrated the fourth fastest marathon runner in history
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/XAJQDDQ3HJC2ZG3CVXXAO5FURI.jpg 265w)
The French Alps and Salt Lake City-Utah, top candidates for the 2030 and 2034 Winter Games
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/F462Q3K6GVCIRJFG4Z24KAD2ZM.jpg 265w)