Nueva app te permitirá disfrutar de un lujoso yate por menos de USD 120 al día

Por Nikki Ekstein

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Un asiento en el yate de 18 metros puede ser alquilado a través de Float (Float / The Washington Post)
Un asiento en el yate de 18 metros puede ser alquilado a través de Float (Float / The Washington Post)

Navegar en la Riviera Francesa comportaría presenciar fiestas repletas de champán, recorrer el mar turquesa con motos acuáticas y tener una tripulación y un equipo de servicio para cuidar hasta el más mínimo detalle, todo eso por un precio mínimo de USD 10,000 la semana.

Hasta ahora, aquellos que no tenían presupuestos de cinco y seis cifras han tenido dificultades para disfrutar de unas vacaciones en un yate. O "conoces a un chico" que pueda alquilarte un bote por un día o debes ir por las vías "oficiales" y hacerlo con una agencia de chárter. ¿Estar unas pocas horas en un pequeño catamarán en Cannes? Pues puede costar unos USD 1,000 después de pasar varias rondas de negociaciones de contratos, comisiones y formularios de aceptación.

O puedes evitar el sistema y la burocracia y vivir tus sueños marineros, también bañados en alcohol, por tan solo USD 117 el día.

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Esa es la promesa que hace Float, una compañía que, desde el pasado mes de junio, empezó a trabajar en Mónaco y St. Tropez, y que rápidamente se ha estado expandiendo a otros mercados marineros importantes. Se basa en el modelo de Airbnb: puedes alquilar una habitación en un apartamento o rentar el apartamento completo, dependiendo de lo que te gustaría derrochar o ahorrar. Así que eso es lo que hace Float: te permite reservar solo un "asiento" si no tienes siete amigos que puedan costear el alquiler de un yate o puedes reunir a un grupo de amigos y comprar los servicios de un pequeño y elegante crucero. Sin embargo, piensa en poder reservar solo un asiento y terminar haciendo nuevos amigos cuando la embarcación eche el ancla para nadar.

"Somos más como un servicio de barcos privados que un taxi", asegura el cofundador de Float, Jean-Jacques Boude. Airbnb y Uber le han servido de inspiración para crear esta compañía. "Vendemos chárters por asiento y día o la embarcación completa para unos pocos días en el mar, y todo eso a través de nuestra app", afirma satisfecho.

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De hecho, el servicio es mucho más experimental que un simple taxi acuático. Aunque Float podrá llevarte a un exclusivo club de Pampelonne o La Mala para pasar un día de playa, sus directivos hacen hincapié en que es más un servicio para disfrutar del mar más que para llevarte del punto A al punto B. Navegas, nadas en el mar, pescas o incluso vas en moto de agua. Y finalmente llegas al puerto de destino para después regresar al lugar donde empezaste.

La reserva demora de dos a tres minutos: el usuario se puede registrar en la aplicación o en el sitio web, selecciona su origen y el destino, escoge la cantidad de asientos que desea reservar e ingresa una tarjeta de crédito. Momentos después, la compañía envía un boleto de embarque a tu Apple Wallet. Sin contratos, sin recargos y sin costos ocultos. Boude asegura que ese es el factor distintivo ya que las compañías chárter tradicionales agregan cargos de combustible y alimentos durante las rondas de negociaciones contractuales.

El champán Ruinart y los canapés están incluidos, así como también un equipo de servicio al completo. Además, un conserje puede reservarte una cena en un restaurante de moda o te puede ayudar a traer un dj a bordo para fiestas privadas.

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Pese a eso, Float sigue siendo una pequeña empresa y su flota lo refleja. No son megayates como los que podría tener un Emir de Abu Dhabi. Actualmente, la empresa cuenta con dos embarcaciones mucho más humildes: una de 15 metros y otra de 18 metros. Sus directivos están invirtiendo en yates de motor mucho más grandes para poder desembarcar en otros destinos. Si todo va según lo previsto, Float operará tres barcos en Miami a partir del mes de noviembre, y para el próximo año quieren estar en Ibiza, Mykonos y Corfú. También esperan contar con un superyate para ofrecer viajes nocturnos entre Miami y las islas Bimini con un costo de USD 1,000 por noche.

Float basa su negocio a partir de los precios dinámicos: si la demanda es alta, las tarifas podrían subir. Pese a eso, Boude confía en que los precios alcancen un máximo de USD 235.

Ese precio tan económico supone algunas limitaciones en el servicio. La comida ya está preparada y un equipo básico la calienta, por lo que el pedido no puede ser realizado por un chef privado. Además, incluir experiencias como el esquí acuático o la pesca tiene un costo extra.

"La mayoría de nuestros clientes, alrededor del 90 por ciento, nunca comen a bordo porque suelen ir a los restaurantes", comenta Boude al tiempo que confiesa que sus servicios son muy populares entre los pilotos de Fórmula Uno, como Max Verstappen.

Lo que queda por ver es el tamaño de los márgenes de beneficios de Float, algo decisivo para que la start-up avance y vaya a una segunda ronda de financiación. "Este es un negocio exigente en términos de flujo de efectivo y es posible que estemos recaudando fondos cada tres meses", bromea. Pero para las "personas que nunca han estado en un yate o que nunca podrían permitírselo, ahora sí que podrán hacerlo", apostilla.