Descubrí estos remedios para combatir la acidez

Por Shayla Love; traducido por Laura Castro

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Escucha mis consejos.

Por supuesto, el consejo del doctor es importante; pero cuando se trata de un problema de salud, a veces los remedios más útiles no provienen de los expertos o de la ciencia, sino de las personas que viven cada día con ese mismo problema. Aquí están algunos de esos remedios probados y comprobados.

Cuando me diagnosticaron reflujo gastroesofágico, inmediatamente me recetaron inhibidores de la bomba de protones (IBP), me dieron una lista de alimentos que "debía" evitar y me enviaron a casa. El reflujo gastroesofágico, o ERGE, es extremadamente común y muchos lo tratan con medicamentos. No fue hasta que traté de dejar mis medicamentos que me di cuenta de que vivir con reflujo es más complicado que simplemente tomar una píldora. Existe evidencia contradictoria y preocupante sobre la eficacia y la inocuidad del uso de IBP a largo plazo, por lo que decidí dejarlos. Para esto, tendría que hacer algunos cambios en mi estilo de vida. Hay personas para las cuales la medicación es la mejor opción, pero mi caso no era grave y quería ver si podía prescindir de ella. Tenía la lista de lo que el doctor me dijo que hiciera, y a continuación les doy algunos de los remedios contra el reflujo que he descubierto por mi cuenta, para facilitarles la vida. (Y no, el vinagre de sidra de manzana no está en la lista).

No aceptes que tienes que renunciar a todo lo sabroso

Puede parecer que toda la comida deliciosa —café, chocolate, todo tipo de alcohol— ha quedado fuera de tus límites. Pero lo que he escuchado de las personas reales con reflujo es que cada persona es diferente. Algunos alimentos pueden hacer que tus síntomas se exacerben y en cambio a mí pueden no afectarme. Y viceversa. Suena fastidioso, pero prueba esto durante una semana: escribe todo lo que comes y cuándo lo comes. Trata de restringir los alimentos detonantes a ciertos días específicos, para que puedas estar seguro de a qué estás reaccionando. Yo descubrí que, como para mucha gente, el café no era para mí. Sin embargo, ante el chocolate y el whisky no tuve ninguna reacción y felizmente se han quedado en mi vida.

Ponte creativo para encontrar sustitutos de lo que te encanta

Averiguar qué alimentos eran mis factores detonantes no siempre condujo a un final feliz. ¿No más café? ¿No más pizza (por los gitomates)? ¿No más comidas picantes? Resultaron ser casi todos mis alimentos favoritos, y después de un par de semanas de haberlos dejado por completo, me di cuenta de que necesitaba llenar esos vacíos en mi vida, en lugar de levantarme por la mañana y ver con tristeza mi taza de café vacía. Nada será un reemplazo perfecto, pero encontré alimentos y bebidas que son similares en sabor y podrían asumir el papel de algún otro alimento.

No más salsa marinara: comer pasta en casa es la cena más sabrosa y sencilla, y tener una buena salsa roja a la mano puede llevarnos a degustar deliciosos sandwiches, lasañas, pizzas y más. Me encantaba la salsa marinara, y fue uno de los alimentos que más trabajo me costó dejar. Ahora, hago una salsa en la licuadora a base de cantidades iguales de betabeles al vapor, zanahorias y calabaza moscada, con todo el ajo, la albahaca y el orégano que sea posible. Resulta una salsa de color rojo brillante y aunque no es tan ácida como la salsa de gitomate (ese es el punto), es espesa y deliciosa. Para que no tengas que esforzarte tanto, puedes preparar una salsa similar vertiendo en la licuadora junto con algunas especias italianas un tarro de pimientos rojos asados comprado en la tienda.

No más café: Lo sé, lo sé. Nunca habrá un verdadero sustituto del café. El té es la opción obvia aquí, pero si eso no te satisface, hay algunas alternativas divertidas que también son libres de cafeína. (La cafeína le provoca a algunas personas reflujo). Una de esas alternativas es el polvo de maca, que produce una reacción similar a la de la cafeína, pero sin cafeína. Puedes disolver el polvo en agua y servirlo con leche como un café con leche. Algunos tés, como la raíz de diente de león tostada o la raíz de achicoria, también tienen ese sabor amargo y tostado. Me gusta mezclar el polvo de maca con el té de raíz de diente de león tostado, un poco de cacao en polvo y miel, y hacer así un café con leche a partir de eso. Los lattes de cúrcuma también son una opción para tomar una bebida más fuerte por la mañana aparte del té: mezcla cúrcuma en polvo, jengibre en polvo y leche junto con un edulcorante y tendrás una reconfortante taza de algo que te ayudará a comenzar el día. Si el té negro te detona la acidez, y tienes que dejarlo: puedes probar el té verde de Earl Grey, y el té chai hecho con té rooibos.

Especias> picante: Me encantaba la comida picante, y cuando dejé de comerla de forma abrupta, mi comida se volvió insípida y aburrida. Pero hay una forma de realzar el sabor de la comida sin causarte una úlcera en el estómago. ¡Enloquece con las especias! Canela, albahaca, orégano, perejil, salvia, cilantro, tomillo; todos estos ahora son tus mejores amigos. Consejo: agregarle una tonelada de jengibre a la comida (especialmente a los platillos asiáticos) puede hacer que algo parezca picante. A mi parecer, a las hierbas deshidratadas les falta un poco de sabor, así que yo las compro frescas, las lavo y las pongo en el congelador en bolsas Ziploc.

Negocia en los restaurantes

¿Por qué todo está bañado en cítricos en estos días? Todo viene con limón o con cascara de naranja. Mi situación es complicada porque soy vegana y parece que mis únicas opciones en muchos restaurantes son las pastas bañadas en gitomate o las verduras bañadas en limón. Procuro ver los menús antes de ir a un restaurant, y pensar en las modificaciones que puedo pedir. Sí, el reflujo no es lo mismo que una alergia, por lo que puedes sentirte menos confiado al momento de solicitar un trato especial. Pero trabajé en la industria de los servicios durante mucho tiempo y sé que, en general, las personas se complacen en hacer cambios sencillos. Una recomendación: omite el aderezo para ensaladas. Siempre. Pueden ser muy ácidos y arruinarán tu comida antes de siquiera empezar. Pide aceite de oliva y sazona con sal y pimienta.

Duerme sobre tu lado izquierdo

Este remedio es corto y dulce. Los investigadores no saben exactamente por qué funciona esto, pero una explicación es la simple gravedad. Si duermes sobre tu lado izquierdo, la parte donde el esófago se conecta con el estómago quedará por encima del ácido en tu estómago. Si duermes sobre tu lado derecho, esto se invierte, y el ácido se va al esófago. Entonces duerme sobre el lado izquierdo.

Date libertad de hacer trampa

Este es el punto en el que soy peor, como demuestra la lista de reglas que puedo escribir a placer. Nuestro estómago está fuertemente conectado a nuestro cerebro, y la cantidad de estrés que tengamos puede influir en nuestros reflujo y en cuánto interrumpe nuestra vida. Últimamente he tratado de estar más relajada ante las adversidades que me presenta la comida: antes, cuando me enfrentaba a un alimento con algún ingrediente "malo", solía vetarlo de inmediato. Ahora, si estoy en una reunión social, o si se trata de algo que realmente me gusta, me permito comerlo y trato de no estresarme. Elige un par de restricciones al día y apégate a ellas (algo es mejor que nada) y sé amable contigo con respecto a lo demás. La obsesión que acompaña a las restricciones absolutas también puede perjudicar tu cuerpo, por lo que encontrar el equilibrio es realmente importante. Si eres completamente miserable, no importará que tu dieta sea perfecta; seguirás sintiéndote miserable.

Publicado originalmente en VICE.com