El turismo de trasplantes de cabello que prolifera en Turquía

Turquía es el país en el que más trasplantes de cabello se hacen de todo el mundo. El fotógrafo Emanuele Satolli estuvo en Estambul documentando las clínicas y sus clientes.

Emanuele Satolli tiene 35 años, es fotógrafo desde hace casi cuatro años y durante su todavía breve carrera ha trabajado en varios temas. Las historias en las que trabajó lo llevaron a las cuatro esquinas del mundo: fotografió el Krokodil en Rusia, la situación del pueblo maya en Guatemala y de los inmigrantes sudamericanos que buscan entrar en México con la esperanza de pasar a continuación a Estados Unidos.

Desde hace unos meses se trasladó permanentemente a Estambul, Turquía, con el objetivo de empezar a trabajar con historias de Oriente Medio. El primer proyecto que ha desarrollado allí es Gli allevatori di capelli – Los cultivadores turcos de pelo, que aborda el tema de los trasplantes de cabello en Turquía, una práctica muy común en el país, donde se realizan unas 5.000 intervenciones al mes, y que el año pasado alcanzó una facturación de mil millones de dólares.

Llamé a Emanuele para hablar de su proyecto y descubrir a dónde ir en caso de que me quede calvo a los cincuenta años.

VICE: ¿Cómo te convertiste en fotógrafo y cómo terminaste en Estambul?

Emanuele Satolli: Empecé a estudiar fotografía hace aproximadamente tres años y medio. Asistí a una escuela de periodismo en Turín y luego hice mis primeros reportajes en Rusia, Ucrania y América Latina. Hace tres meses me decidí marchar a Turquía, porque creo que es un país muy interesante desde el punto de vista geopolítico.

¿Qué es lo que te atrajo a Estambul?

Estambul es muy agradable y los turcos son muy similares a nosotros desde diferentes puntos de vista. Desde el punto de vista urbanístico, la ciudad está llena de solares y todo está en construcción; desde el punto de vista social, sin embargo, no suelen haber manifestaciones muy grandes y que son reprimidas por la policía con cañones de agua y gas lacrimógeno. Pronto habrá elecciones, además se saltaron los acuerdos de paz entre Turquía y los kurdos y en el sureste hay una guerra cuyos ecos llegan hasta aquí. Después de ver todo esto, me decidí a trabajar en este proyecto solamente para aclimatarme.

Bueno, lo hiciste para familiarizarte con la sociedad turca.

Ya sabes, yo acababa de llegar a Estambul, no hablo el idioma y estaba buscando a alguien que quisiera trabajar conmigo como fixer y traductor. Mientras tanto veía a gente que iba por ahí con la cabeza vendada. La primera vez que vi a alguien pensé: "Mira esto, se debe haber golpeado la cabeza y viene del hospital". Entonces, mientras estaba hablando con un chico que se suponía iba a ser mi traductor vi a dos personas juntas así y le pregunté por qué. El tipo me dijo que eran personas que venían a Turquía para hacerse un trasplante de cabello. Y a partir de ahí empezó todo: empecé a contactar con algunas clínicas y a través de las clínicas con los médicos, los intérpretes, porque la mayoría de los clientes no saben hablar turco.

Algunas clínicas han estado más que dispuestas a ayudarme porque pensaban que con mi proyecto les daba visibilidad, por lo que me ayudaron a encontrar personas dispuestas a ser fotografiadas antes, durante y después de la operación. No fue fácil, ya que algunos vienen aquí casi de incógnito, no sé en casa lo que dicen que van a hacer. Por ejemplo, los administradores de una clínica que logró encontrar a un cliente dispuesto a colaborar, me contó que habían contactado con una veintena de personas y que fue la única que había accedido a ser fotografiado.

¿Por qué se avergüenzan?

Algunos no tienen problema, otros pueden sentirse un poco avergonzados por el hecho de que se someten a un trasplante de cabello para recuperar su belleza. Si te ves obligado a hacerte un trasplante de cabello, el mensaje que transmite es que no te gustas, que no eres agradable y que deseas someterse a cirugía estética.

Pero, ¿cómo funciona esto? Se ve a mucha gente por la calle que acaba de hacerse un trasplante de cabello.

Sí, casi todos los días ves a gente con la cabeza vendada. Turquía es el país donde hay más trasplantes de cabello del mundo. En 2014 el sector tuvo una facturación de mil millones de dólares; alrededor de 5.000 personas al mes vienen a operarse, incluyendo a unos 3.500 árabes. Vienen a Turquía, porque cuesta muy poco hacerlo y porque las clínicas tienen mucha experiencia tras 20 años haciéndolo. Para los árabes hay que tener en cuenta que Turquía es una sociedad mucho más abierta, pero similar a la de ellos. A veces traen consigo también a las familias y aprovechan la oportunidad para dar un paseo por un mundo musulmán pero quizás no tan conservador como el de sus países de origen.

Entonces son un poco como unas vacaciones.