Cómo David Beckham se convirtió en la mano derecha de la realeza

La imagen de David Beckham en la reciente cena de estado en el Palacio de Buckingham, junto a la familia real británica, no solo subrayó su estatus de celebridad mundial, sino también su creciente cercanía con la Realeza. Con su elegante atuendo de etiqueta y su actitud relajada, Beckham parecía estar en su elemento, rodeado por el Rey Carlos, la Reina Consorte Camila y el Príncipe de Gales William. Lo que era una cita social de alto perfil, se ha convertido en un claro símbolo de la integración del exfutbolista en los círculos más cercanos a la familia real.

Este momento, aparentemente casual, se inscribe en una serie de eventos que marcan el cambio en la relación de Beckham con los Windsor. Un giro que comenzó a forjarse en 2018, cuando las amistades entre el exjugador de fútbol y el príncipe Harry se vieron afectadas por rumores de filtraciones de información. Desde entonces, David y su esposa Victoria Beckham se han ido acercando cada vez más al Príncipe William y otros miembros de la familia real, mientras que su relación con los Sussex ha ido en dirección opuesta.

¿Es posible que Beckham se esté perfilando como una nueva figura central en la familia real británica? Con la distancia creciente entre Harry y los Windsor, y la cada vez mayor influencia de Beckham en las actividades monárquicas, muchos observadores están comenzando a ver al exfutbolista como un posible sustituto de Harry, un “espacio vacío” que la realeza podría estar lista para llenar.

David y Victoria Beckham siempre fueron considerados amigos cercanos de Harry y Meghan Markle. De hecho, ambos fueron invitados a la boda real en 2018, un evento que parecía consolidar su relación con los duques de Sussex. Sin embargo, detrás de esta apariencia de camaradería, comenzaron a gestarse las tensiones que más tarde se harían públicas.

Según Daily Mail, la ruptura entre los Beckham y los Sussexes comenzó a raíz de los rumores sobre una filtración de información a la prensa en 2018, lo que generó desconfianza entre las parejas. Este malestar se exacerbó cuando Meghan, supuestamente, se sintió incómoda con la constante atención mediática hacia los Beckham durante los primeros días de su relación con Harry. Los Beckham, que siempre se habían mostrado solidarios, negaron haber filtrado información, pero la desconfianza entre las dos parejas ya estaba sembrada.

La tensión creció cuando, en 2023, David Beckham fue excluido de la recepción nocturna en la boda de Harry y Meghan. A pesar de este desaire, el exfutbolista continuó mostrando su apoyo a los Sussexes, viajando a Australia para asistir a los Invictus Games de Harry, aunque la relación ya estaba deteriorada. Sin embargo, la reacción de Meghan a la presencia de Beckham, quien no fue bien recibido ni siquiera en eventos de gran importancia, marcó el fin de una amistad que parecía indestructible.

A medida que las tensiones con los Sussexes aumentaban, Beckham comenzó a consolidar su relación con los Windsor, especialmente con Príncipe William, con quien ya compartía una amistad de larga data, remontándose a su colaboración en la fallida candidatura de Inglaterra para la Copa del Mundo de 2018. Aunque esa propuesta nunca prosperó, Beckham y William continuaron en contacto, lo que pareció fortalecer la relación entre ambos.

En 2023, David Beckham fue nombrado embajador de The King’s Foundation, la organización benéfica presidida por el Rey Carlos. Esta designación, que llegó después de un encuentro privado entre Beckham y el monarca, donde ambos compartieron su pasión por la apicultura, reflejó una clara señal de integración del exfutbolista en las actividades de la familia real. Este tipo de colaboraciones se consolidaron aún más cuando Beckham apoyó diversas iniciativas reales, como la London Air Ambulance, en la que trabajó junto a William en 2024.

El nombramiento como embajador y su participación en eventos destacados, como la gala de la Fundación del Rey en junio de 2024, han contribuido a consolidar la figura de Beckham como una especie de “mano derecha” en los círculos monárquicos, en un momento donde la familia real busca nuevos aliados, especialmente después de la salida de los Sussexes.

El distanciamiento de Harry y Meghan de la familia real ha abierto un espacio dentro de la dinámica real que algunos observadores sugieren podría ser ocupado por Beckham. Con la creciente cercanía de David y Victoria Beckham a la familia real, han surgido especulaciones sobre su futura implicación en roles oficiales dentro de la monarquía. Incluso algunos apuntan a que Beckham podría recibir una distinción real, como un título de caballero, dada su dedicación al fútbol y sus aportes a diversas causas benéficas.

Su nombre ha circulado en círculos de la realeza como un candidato potencial para asumir un papel más visible dentro de las funciones monárquicas. La capacidad de Beckham para manejar la atención mediática, su porte y su habilidad para relacionarse con figuras de alto perfil hacen de él un candidato ideal para ocupar un espacio que, hasta hace poco, parecía estar destinado a Harry.

La presencia de Beckham en eventos como el banquete de estado en honor al Emir de Catar, donde su figura se mostró cercana a los principales miembros de la familia real, solo ha intensificado las especulaciones sobre su creciente influencia dentro de los círculos más exclusivos de la realeza. A diferencia de Harry y Meghan, quienes han optado por distanciarse del protocolo real, Beckham parece estar perfeccionando su papel como parte de una nueva era para la familia real británica.

Mientras que los Sussexes se encuentran en una lucha constante por redefinir su rol fuera de la monarquía, Beckham parece estar tomando un camino diferente. Su cercanía a la realeza, su popularidad internacional y su capacidad para adaptarse al brillo de los eventos reales lo colocan en una posición privilegiada. En este contexto, muchos comienzan a preguntarse: ¿Será David Beckham el nuevo “Spare” (Suplente) que la familia real necesita?

A medida que la monarquía británica enfrenta su futuro, con la incertidumbre sobre el retorno de Harry a la vida pública real, el nombre de David Beckham se perfila como una figura cada vez más influyente, capaz de llenar el vacío dejado por los Sussex. La pregunta es si, en los próximos años, veremos a Beckham desempeñar un papel aún más protagónico en la vida de la familia real.