Todos fuimos a la fiesta

Lorena Oxenford, publicista y vicepresidenta de Mayo Group, comenta las oportunidades creativas que genera un mundial de futbol para el mundo de la publicidad.

Compartir
Compartir articulo
Pero la comunicación un evento como el Mundial va más allá de lo de siempre. (AFP)
Pero la comunicación un evento como el Mundial va más allá de lo de siempre. (AFP)

Estar o no en una copa del mundo, publicitariamente hablando, no es lo mismo. Todo es un poco gris, todo está un poco “lavado” cuando uno no es parte de un mundial, la tibieza reina en los mensajes, los contenidos acaparados en mayoría por promociones de televisores, chelas y chorizos parecieran estar hechos sin ganas, sin pasión. Y tiene lógica. No son buenos tiempos para los pueblos excluidos y tampoco para su publicidad.

Plano todo, lo mismo ese mes que el anterior y el siguiente. Y es que todos queremos participar de la fiesta y no “mirarla por TV” como dicen los ahora campeones del mundo.

Un país que va al mundial tiene otro espíritu, aunque sea por ese mes, piensa y siente distinto y sus comunicadores están sobrexcitados de ideas, de ganas de ejecutarlas, de canciones que retumban en sus cabezas, de ansias de escribir y es que todos queremos ser parte de lo que está bueno.

Te puede interesar: Ricardo Gareca reveló que lloró tras la consagración de Argentina como campeón del mundo

No es igual, es verdad, pero estés en el lugar que estés, en este caso en el Perú, que, claro, forma parte de este mundo que no sabe de divisiones tecnológicas, es imposible no ser golpeado por la enorme cantidad de mensajes y contenidos que tienen, en esta época y cada 4 años, un nivel de creatividad que difícilmente se ve en otro acontecimiento del mundo.

Qué placer ver que cada vez que sucedía algo, sobretodo inesperado, como (y dando solo un par de ejemplos): la eliminación de España por Marruecos o el agónico triunfo de Argentina sobre Países Bajos, no podía dejar de pensar en los creativos de las marcas y los post productores, todos “de boleto” desesperados, contra el tiempo, sobre exigidos usando esa materia prima para parir una idea genial que saben que con suerte va a durar tres días, hasta el siguiente partido, si lo hay.

"Qué placer ver que cada vez que sucedía algo, sobretodo inesperado, como la eliminación de España por Marruecos" 
(REUTERS/Matthew Childs)
"Qué placer ver que cada vez que sucedía algo, sobretodo inesperado, como la eliminación de España por Marruecos" (REUTERS/Matthew Childs)

¡Qué mundial este!

¡Qué profesión esta!

Pero la comunicación va más allá de lo de siempre, este fue el mundial donde reinaron los memes y el TIK TOK, todos, absolutamente, los esperaron, los disfrutaron y, sobretodo, los hicieron y los compartieron. ¡Ahí sí que fuimos todos!

Para quienes vemos más allá del simple chispazo cómico del mensaje estos fenómenos son un verdadero buffet, pero esos enormes, en los que no falta nada y menos picante, esos opíparos, tipo qatarí. Las mesas están servidas, y esas mesas que no son otra cosa que las redes sociales que son las que te ponen en la cara ese platillo que te hace salivar, pero de emoción y de risa.

Te puede interesar: Así fue el único partido en el que Pelé se enfrentó a Perú por la Copa América

Hay para todos los gustos: desde ídolos que resucitan para pasar la copa del mundo a su sucesor terrenal hasta tortugas ninja, desde arqueros desdeñados hasta reinas que no saben de qué nacionalidad les conviene ser.

¡Bravo por todos esos genios anónimos que no pararon de pensar ni un segundo mientras duró esta maravillosa fiesta: En las jugadas, los goles, las atajadas, los hinchas, los jugadores, las novias de los jugadores, los árbitros, las madres de los árbitros, los estadios y los jeques!

Pienso en ellos y me imagino que muchos quizá, son lo suficientemente jóvenes como para haber probado ese vicio llamado creatividad por primera vez y que, ni sospechan, que una vez saboreado, nunca más se deja.

Por todos esos comunicadores 24/70, en épocas mundialistas y en todas las otras, vaya su país o no al mundial: ¡chapeau! dirían los sub-campeones.

SEGUIR LEYENDO