
Ucrania proyecta reforzar su defensa frente a Rusia en 2026 mediante el desarrollo de drones y la capacidad de realizar ataques de largo alcance.
Esta estrategia surge en un contexto donde la guerra mantiene una alta intensidad, pese a los intentos diplomáticos para detenerla.
Por este motivo, Kiev trabaja en ampliar su tecnología militar no tripulada y en aumentar la presión sobre territorio ruso, con el objetivo de sostener la resistencia militar y elevar el costo de la ofensiva enemiga.
No obstante, los avances rusos en Donetsk y Zaporiyia no han obligado a Ucrania a aceptar condiciones desfavorables en las negociaciones.

A partir de este panorama, el coronel Roman Kostenko, jefe de la Comisión de Defensa del Parlamento ucraniano, señaló al medio LB.ua que reforzar las capacidades militares con el apoyo de aliados internacionales es fundamental para negociar desde una posición de fuerza.

Además, advirtió que Rusia no detendrá sus ataques voluntariamente y que su meta es la victoria, incluso con grandes pérdidas.
En este sentido, destacó que, si Ucrania supera desafíos internos y recibe apoyo externo, podrá estabilizar el frente.
Como resultado de esta adaptación, el comandante en jefe Oleksandr Sirski informó que las fuerzas rusas sufrieron 410.000 muertos o heridos en 2025, lo que frenó el crecimiento de su ejército.

Actualmente, las fuerzas ucranianas incorporan modelos renovados de drones aéreos y terrestres, lo que representa un avance significativo.
Así, la industria local y las fuerzas armadas desarrollan dispositivos autónomos capaces de operar en terrenos complejos y resistir ataques.
En paralelo, el general Andrí Biletski, en el canal Bombardyr, evaluó que la masificación de tecnologías para sustituir soldados por máquinas será esencial ante el elevado número de bajas.
Biletski consideró que este avance puede permitir frenar la ofensiva rusa en cuatro a cinco meses y abrir posibilidades para un acuerdo negociado.
Aunque Rusia mantiene superioridad en ataques a infraestructuras ucranianas, Kiev intensificó en 2025 los ataques a refinerías petroleras rusas, buscando afectar la economía del adversario.
En este contexto, Oleksi Melnik, del Centro Razumkov, afirmó a EFE que esta estrategia podría aumentar la disposición de Moscú a negociar. Además, Melnik señaló que Ucrania trabaja en disponer de misiles más potentes para estos ataques.
Finalmente, en el ámbito internacional, Ucrania consolidó su sistema de adquisición de armamento a través de la Lista de Requisitos Prioritarios (PURL, por sus siglas en inglés).
A partir de esta plataforma, el sistema PURL coordina la compra de armas estadounidenses con contribuciones colectivas europeas y el respaldo de Alemania, Noruega, Polonia, Bélgica, Canadá, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia y España.
Este mecanismo inicia con una solicitud de Kiev, validada por la OTAN en Europa, y financiada mediante aportes de países europeos y naciones externas que respaldan a Ucrania.

De este modo, incluye tanto a miembros de la Unión Europea y la OTAN como a países externos comprometidos con la defensa ucraniana.
(Con información de EFE)
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