El pueblo que desafía el calendario: dos celebraciones de Año Nuevo y una tradición viva en Suiza

Entre el 31 de diciembre y el 13 de enero, Appenzell se transforma en escenario de celebraciones tradicionales, música alpina y la degustación del emblemático queso Appenzeller, una joya suiza con más de 700 años de historia

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Appenzell destaca como un pueblo
Appenzell destaca como un pueblo suizo único por celebrar dos veces la Nochevieja, el 31 de diciembre y el 13 de enero (Rigi/Wikipedia)

Appenzell, en el corazón del cantón más pequeño de Suiza, entre montañas y lagos, cuenta con cerca de 7.000 habitantes y es conocido por celebrar Año Nuevo en dos fechas: el 31 de diciembre y el 13 de enero. Esta costumbre distingue a la localidad, que atrae a quienes buscan tradición alpina y festividades singulares, según Traveler.

Un enclave alpino de paisajes y costumbres

Su ubicación, en el noroeste suizo, entre las cumbres del macizo Alpstein y el lago Constanza, ofrece un paisaje pintoresco. El núcleo urbano peatonal sobresale por las coloridas fachadas de las casas y un entorno donde la vida rural gira en torno a la agricultura y la ganadería lechera.

Entre sus atractivos, se destacan cimas, bosques, sistemas de cuevas y tres lagos de montaña. Las posadas construidas en roca completan una oferta de alojamiento única, mientras las costumbres ancestrales siguen presentes en la vida cotidiana, como señala Traveler.

El enclave de Appenzell se
El enclave de Appenzell se sitúa entre las montañas del macizo Alpstein y el lago Constanza, en el cantón más pequeño de Suiza (Quesos de Suiza)

Appenzell es también un punto de partida estratégico para quienes desean explorar el este de Suiza. Las conexiones ferroviarias permiten llegar hasta ciudades cercanas como St. Gallen o cruzar la frontera hacia Austria y Alemania. Esta conectividad facilita el acceso a los numerosos senderos de montaña, rutas de ciclismo y miradores panorámicos, que convierten la región en un destino ideal durante todo el año.

El origen de una peculiar tradición

El origen de la doble celebración de Año Nuevo se remonta al cambio del calendario juliano al gregoriano en el siglo XVI. Varias comunidades protestantes, al no aceptar la reforma, continuaron festejando el fin de año el 13 de enero, conforme a la tradición anterior. Appenzell mantuvo ambas fechas, consolidando así una costumbre local y, para muchos habitantes, un motivo adicional de celebración.

La convivencia de ambas festividades ha fomentado un sentido de pertenencia en la comunidad. Para las familias locales, cada Año Nuevo es una oportunidad para reunirse, compartir historias y transmitir valores. Este legado se vive con entusiasmo tanto entre los residentes como entre quienes visitan el pueblo para participar en los festejos.

Silvesterchläuse: personajes y rituales únicos

Silvesterchläuse, los personajes enmascarados que
Silvesterchläuse, los personajes enmascarados que celebran la Nochevieja en Appenzzel

Durante estos días, las calles se llenan de vida con la aparición de los Silvesterchläuse, figuras emblemáticas del folclore regional. Se visten con trajes tradicionales y llevan tocados decorados con escenas de la vida rural.

Van de granja en granja para compartir buenos deseos, acompañados por campanas y por las melodías típicas llamadas Zäuerli, una variante local del canto yodel. La comunidad mantiene un ritual cargado de simbolismo, como indica Traveler.

El queso Appenzeller: sabor e identidad

La gastronomía es parte fundamental de la identidad de Appenzell. El queso Appenzeller es una de sus especialidades más apreciadas. Con una elaboración manual que supera los 700 años, este queso de masa semidura y aroma intenso adquiere su sabor característico tras un mínimo de tres meses de maduración, periodo en el que cada pieza se frota con una salmuera secreta llamada sulz.

El queso Appenzeller, con una
El queso Appenzeller, con una receta secreta y más de 700 años de tradición, es un símbolo gastronómico de la región suiza (Quesos de Suiza)

Esta mezcla contiene más de 25 hierbas, raíces, flores y cortezas locales. En el mercado español destacan dos tipos: el Appenzeller Clásico, con tres meses de maduración, y el Appenzeller Extra, con seis meses.

Además del queso, la cocina local incluye platos como la sopa de cebada, el rösti y embutidos caseros que se preparan siguiendo recetas transmitidas de generación en generación. Estos sabores complementan la experiencia de quienes buscan conocer la riqueza culinaria de la región.

Turismo y esencia local

Appenzell ofrece una variedad de actividades para visitantes. Es posible disfrutar de rutas de senderismo, deportes de nieve y alojamientos singulares en un entorno que permite la inmersión plena en el ambiente alpino.

Appenzell ofrece actividades durante todo
Appenzell ofrece actividades durante todo el año, desde senderismo y ciclismo hasta deportes de nieve y talleres de artesanía local (Grosby)

La hospitalidad de sus habitantes, la oferta de talleres de artesanía y la posibilidad de participar en festividades tradicionales completan la experiencia.

El equilibrio entre los paisajes montañosos, las tradiciones vivas y la calidad de productos como el queso Appenzeller conforman la esencia de Appenzell. Así se refleja el vínculo entre la cultura local y la naturaleza, base de una de las especialidades suizas más reconocidas.