Tenso cruce entre Polonia y Hungría por el uso de activos rusos congelados: “Orbán se ganó su Orden de Lenin”

El ministro de Exteriores polaco acusó a su homólogo húngaro de alinearse con la Rusia de Putin tras las críticas del primer ministro al plan de la UE. El bloque acordó inmovilizar indefinidamente 210.000 millones de euros de fondos para financiar un préstamo a Kiev

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El presidente ruso Vladímir Putin,
El presidente ruso Vladímir Putin, izquierda, habla con el primer ministro húngaro Viktor Orban durante su reunión en el Palacio del Senado del Kremlin, en Moscú, Rusia, el viernes 28 de noviembre de 2025. (Alexander Nemenov/Pool Foto vía AP)

Los ministros de Exteriores de Polonia y Hungría protagonizaron el domingo un tenso intercambio en redes sociales sobre la implicación de los países europeos en la guerra de Ucrania y, específicamente, sobre la inmovilización de los activos rusos congelados en territorio de la Unión Europea.

El enfrentamiento comenzó cuando el ministro polaco Radoslaw Sikorski criticó en X un mensaje del primer ministro húngaro Viktor Orbán, quien denunció los esfuerzos de Bruselas para utilizar los activos rusos como una “violación de la legislación europea a plena luz del día” sin tener en cuenta a su país.

“Los bruselenses están intentando confiscar los activos rusos congelados: una declaración de guerra”, condenó Orbán, conocido por su proximidad al presidente ruso Vladimir Putin. Sikorski respondió en la misma plataforma: “Viktor se ha ganado su Orden de Lenin”, en referencia a la que fuera la más alta condecoración que podía recibir un civil soviético.

El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, reaccionó rápidamente al mensaje de su homólogo polaco. “Entendemos que lo que quieren es una guerra entre Rusia y Europa pero no nos dejaremos arrastrar”, indicó Szijjarto en otro mensaje, que a su vez fue contestado por Sikorski, quien volvió a criticar al gobierno húngaro por su afinidad con Rusia.

“Esa guerra no va a ocurrir a menos que Rusia invada de nuevo pero entendemos que, en ese caso, ustedes se pondrán de su parte”, lamentó el ministro polaco.

El intercambio se produce después de que los países de la Unión Europea alcanzaran el jueves pasado un acuerdo para la inmovilización indefinida de 210.000 millones de euros de activos rusos congelados en suelo comunitario. Este paso previo busca reforzar las salvaguardas antes de recurrir a la liquidez de estos activos para financiar el “préstamo de reparación” a Ucrania que los líderes europeos esperan consensuar en la cumbre de la próxima semana.

República Checa se suma al rechazo de Hungría y Eslovaquia

Andrej Babis, designado primer ministro
Andrej Babis, designado primer ministro de la República Checa, rechazó el sábado asumir garantías para financiar la ayuda a Ucrania.

La decisión enfrenta resistencia de varios países. Hungría y Eslovaquia votaron en contra de la medida, mientras que el magnate populista Andrej Babis, designado primer ministro de la República Checa, rechazó el sábado asumir garantías para financiar la ayuda a Ucrania y se alineó con las posturas de Budapest y Bratislava.

“La Comisión Europea debe encontrar otra forma de financiar a Ucrania”, dijo Babis en redes sociales, añadiendo que “nosotros no vamos a garantizar nada”. El político, que asumirá su cargo el lunes, afirmó que “la República Checa necesita dinero para los ciudadanos checos y no tenemos dinero para otros Estados”.

Bélgica, donde están concentrados la mayoría de esos activos rusos, quiere que el resto de los socios comunitarios le aseguren cobertura en el hipotético caso de perder un arbitraje internacional iniciado por Rusia para recuperar esos capitales. Según datos disponibles, esto supondría aproximadamente 3.560 millones de euros para la República Checa.

Moscú ha reaccionado a los planes europeos. El Banco Central de Rusia anunció el viernes una demanda contra el grupo financiero Euroclear, con sede en Bélgica, que mantiene congelados los activos internacionales de Moscú. La institución calificó de “acciones ilegales” el impedimento a Rusia para gestionar los fondos y títulos que le pertenecen.

Según el plan de la Comisión Europea, Ucrania solo debería reembolsar el préstamo de 90.000 millones de euros si Rusia le paga reparaciones. Si Moscú se niega, las sanciones permanecerían en vigor, Kiev no tendría que desembolsar nada y Rusia seguiría sin poder exigir la devolución de sus bienes.

Los 27 países de la UE superaron el jueves un obstáculo clave para el uso de los activos congelados rusos al hacer permanentes las sanciones contra Moscú, que sirven de base para la inmovilización de los fondos.