Un avión de vigilancia naval del Ejército de Corea del Sur se estrelló este jueves en una zona montañosa de la ciudad de Pohang, al sureste del país, con cuatro personas a bordo. El incidente ocurrió a las 13:52 hora local (04:52 GMT), según confirmaron las autoridades citadas por la agencia Yonhap.
La aeronave, de pequeño tamaño y operada por la Armada, impactó contra una montaña poco después del despegue. Testigos presenciales informaron que una densa columna de humo emergía del lugar del siniestro, lo que activó inmediatamente los protocolos de emergencia.
“Se ha confirmado la caída de un avión militar. Se está llevando a cabo una operación de rescate para encontrar a los cuatro tripulantes”, dijo un funcionario del Ministerio de Defensa a medios locales, sin ofrecer más detalles sobre su estado.
Los equipos de rescate han logrado recuperar por ahora tres cuerpos en el lugar del siniestro, sin que se conozcan sus identidades, mientras continúan las labores de búsqueda del cuarto ocupante del avión, una patrullera tipo P-3C, tal y como ha recogido la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Las causas del accidente aún no han sido determinadas. Equipos de rescate, bomberos y personal militar se desplazaron a la zona para realizar las labores de búsqueda y recolección de pruebas.
Pohang, ubicada en la provincia de Gyeongsang del Norte, es sede de importantes instalaciones militares y navales surcoreanas.
Detalles de la aeronave
El P-3C es un avión antisubmarino de fabricación estadounidense desarrollado por Lockheed Martin. El primer modelo, el P-3A, fue producido en la década de 1960, pero Corea del Sur introdujo una versión mejorada, el P-3C, en 1995.
Ese año se adquirieron ocho unidades, y posteriormente se sumaron otras ocho P-3CK, reformadas a partir de modelos P-3B por la empresa Korea Aerospace Industries (KAI). En total, el país operó 16 aviones P-3C/CK.
Estas aeronaves han sido fundamentales en las misiones de vigilancia y detección de submarinos, con despliegue permanente en los mares del Este, Oeste y Sur. Equipados con cuatro motores turbohélice, los P-3 pueden portar torpedos, bombas, cargas de profundidad y misiles antibuque.
Su eficacia quedó demostrada en marzo de 2017, cuando un P-3C localizó y siguió a un submarino ruso durante más de 70 horas, obligándolo a emerger durante un ejercicio militar conjunto entre Corea del Sur y Estados Unidos. No obstante, en su momento persistían preocupaciones por la fatiga estructural de los aviones.
A diferencia de Japón, que llegó a operar más de 100 unidades P-3C, Corea del Sur contaba con una flota significativamente más reducida.
Es importante mencionar que la Armada del país celebró en 2005 una década de operaciones sin accidentes y en 2015 su vigésimo aniversario sin incidentes, pero este nuevo accidente marca un giro en ese historial, justo en el 30º aniversario de la introducción del P-3C en Corea del Sur.
(Con información de EFE)
Últimas Noticias
La Inteligencia del Reino Unido informó que Rusia lanzó 5.400 ataques aéreos contra Ucrania en el último mes
Un informe del Ministerio de Defensa británico señaló que la mayoría de las ofensivas se realizaron con aviones no tripulados, lo que evidencia una estrategia de desgaste contra las defensas ucranianas
Friedrich Merz afirmó que el apoyo a Israel es “el núcleo esencial” de la política alemana
La postura exterior germana fue reiterada durante una reunión en Jerusalén con el presidente israelí Isaac Herzog, donde se destacó la importancia de mantener la cooperación bilateral
Bogdan Zawadewicz, analista geopolítico del Banco Polaco de Desarrollo: “Ucrania es el último capítulo del colapso de la Unión Soviética”
El experto explica la ambiciosa estrategia de la UE para acelerar la integración de Kiev y transformar su modelo económico. “Esta guerra, aunque es una catástrofe y una tragedia, también tiene un impacto transformador positivo”, afirma en una entrevista con Infobae

Japón denunció una maniobra hostil de cazas chinos cerca de Okinawa y anunció que responderá con “determinación y calma”
El incidente ocurre en un contexto de crecientes tensiones diplomáticas entre Tokio y Beijing, especialmente tras las declaraciones de la primera ministra japonesa sobre una posible intervención en Taiwán



