
En Madison Lake, Minnesota, una casa estilo rancho de 427 metros cuadrados se ha convertido en un santuario para los rompecabezas más grandes del mundo.
Linda Groskreutz, una contadora jubilada de 67 años, y su esposo Jeff, de 69, encontraron en esta propiedad el espacio perfecto para exhibir las obras maestras que Linda ha armado a lo largo de su vida.
La pareja se mudó en mayo de 2023, motivada por la cercanía al lago y, sobre todo, por las amplias paredes que la casa ofrecía, ideales para colgar los rompecabezas de gran tamaño que Linda ha completado con dedicación y paciencia. “Linda es realmente buena en lo que hace”, dijo Jeff a The Washington Post
La colección de Linda incluye piezas monumentales, como un rompecabezas de 40.320 piezas con temática de películas de Disney, conocido como “The Granddaddy”. Esta colección, que pesa 20 kilogramos y mide más de 6,7 metros de ancho por 2 metros de alto, es una de las joyas de su galería personal.

Linda tardó 10 semanas en completarlo, ensamblando cada una de las secciones que venían en bolsas separadas. Durante años, esta obra permaneció almacenada en cartón hasta que finalmente encontró un lugar en la nueva casa de los Groskreutz, donde ocupa toda la longitud de una pared, con apenas cinco centímetros de espacio sobrante.
El sótano de la casa ha sido transformado en una galería dedicada exclusivamente a los rompecabezas. Según The Washington Post, Linda ha colgado un total de 115.000 piezas distribuidas en ocho marcos de madera contrachapada, fabricados a mano por Jeff.
Entre las obras más destacadas, se encuentran una colección de 24.000 piezas que representa la tierra, el mar y el espacio, y que tuvo que ser dividido para ajustarse a las esquinas de la habitación, así como dos rompecabezas de 18.000 piezas con escenas de la selva tropical y aves exóticas.
Linda también conserva un rompecabezas de 5.000 piezas que representa las Torres Gemelas de Nueva York, el que completó poco después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Jeff, aunque no comparte la pasión de su esposa por armar rompecabezas, apoya su afición construyendo los marcos y ayudando a instalar las piezas más grandes.
En un video publicado en su canal de YouTube, Jeff ofrece un recorrido por la sala de colecciones, destacando las obras más impresionantes y explicando cómo Linda fue la primera persona en Minnesota en completar el rompecabezas de 24.000 piezas en 2008.
Asimismo, Linda aparece en un sitio web del salón de la fama de solucionadores de rompecabezas gigantes, donde expresó, según el medio Kare 11, su entusiasmo por futuros desafíos: “Espero con ansias el próximo ‘rompecabezas más grande del mundo’. Mi único problema es que no tengo más paredes lo suficientemente grandes para sostener más de ellos, por lo que tendría que mudarme”.
El amor de Linda por este juego comenzó cuando tenía 10 años, en la zona rural de Minnesota. Según relató a The Washington Post, cada Navidad sus padres le regalaban un rompecabezas de 1.000 piezas, que armaba junto a sus hermanos.
No obstante, su interés por las colecciones de gran escala se despertó a finales de los años 90, cuando un pariente de Alemania le envió un rompecabezas de 9.000 piezas de la Torre de Babel como agradecimiento por ayudarlo a organizar un viaje por Estados Unidos.
Cuatro años después, el mismo pariente le regaló un rompecabezas de 18.000 piezas con temática de la selva tropical, que Linda completó en seis meses.

Desde su jubilación en 2018, Linda ha dedicado más tiempo a su afición, completando rompecabezas de 1.000 piezas en tan solo cinco a siete horas. Su colección incluye más de 150 rompecabezas, cuidadosamente almacenados en estanterías industriales.
Aunque desarma los rompecabezas más pequeños para reutilizarlos, no puede soportar desmontar las obras más grandes, por lo que las cubre con plástico aislante y las enmarca para exhibirlas.
Consciente de que su colección podría desbordar su hogar, Linda decidió compartir su pasión con la comunidad. En 2020 abrió la Biblioteca de Rompecabezas de Mankato, ubicada en el centro comercial Victory Center.
Este espacio cuenta con alrededor de 200 colecciones, muchos de ellos donados por Linda, que están disponibles para que cualquier persona los tome prestados. El sistema funciona bajo un modelo de confianza: los usuarios eligen un rompecabezas, lo ensamblan y luego lo devuelven.
Para Linda, este proyecto es una forma de difundir su amor por los rompecabezas y ofrecer a otros la oportunidad de disfrutar de este pasatiempo. De hecho, la mujer ha armado la mayoría de las obras disponibles en la biblioteca, lo que refleja su dedicación y experiencia en este arte.
Linda recomienda comenzar por las piezas de los bordes y clasificar las demás por colores o patrones. También sugiere trabajar en un espacio bien iluminado y utilizar mesas amplias para organizar las piezas. En rompecabezas muy grandes, aconseja identificar patrones repetidos, ya que los fabricantes suelen reutilizar diseños para completar las piezas.
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