El dictador de Bielorrusia cumplió 30 años en el poder caracterizados por abusos en derechos humanos y detenciones arbitrarias

Alexandr Lukashenko es el artífice de uno de los regímenes más abusivos del mundo. El sistema penitenciario y las denuncias de tortura exponen la magnitud del abuso estatal

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Alexandr Lukashenko cumple 30 años
Alexandr Lukashenko cumple 30 años en el poder. (Sputnik/Gavriil Grigorov/REUTERS)

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, cumplió 30 años en el poder, con más de mil presos políticos en las cárceles de la antigua república soviética, en un año en que la persecución del disenso alcanzó “nuevas alturas”.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU informó sobre “motivos razonables para creer que en Bielorrusia se ha podido haber cometido el crimen contra la humanidad de la persecución política”, señala el informe de Human Rights Watch.

Esto ocurrió justo antes de que Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, se presente el próximo 26 de enero a la reelección para un séptimo mandato presidencial.

Según Human Rights Watch, "en
Según Human Rights Watch, "en Bielorrusia se ha podido haber cometido el crimen contra la humanidad de la persecución política". (Sputnik/Grigory Sysoyev/REUTERS)

El infierno de las cárceles bielorrusas

Al menos tres presos políticos murieron en prisión en 2024 -Alexandr Kulinich, Ihar Lednik y Vadzim Khrasko-, tragedias que podían haber sido evitadas si los opositores hubieran recibido tratamiento médico adecuado, según HRW.

En total, según las organizaciones de derechos humanos, 224 prisioneros sufren graves problemas de salud y existen riesgos de que mueran entre rejas. Además, varios de los presos, entre los que figuran destacados dirigentes opositores como Serguéi Tijanovski, marido de la líder opositora en el exilio -Svetlana Tijanóvskaya-, se encuentran incomunicados desde febrero de 2023.

Muchos prisioneros no tienen acceso a sus abogados y a los envíos postales de sus familias, y son enviados arbitrariamente a celdas de castigo y ven incrementadas sus penas en procesos fabricados.

El marido de la líder
El marido de la líder de la oposición democrática bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, está en incomunicado en una prisión bielorrusa. (Alberto Ortega/EuropaPress)

La ONU ha pedido la liberación de 63 personas de más edad -el Nobel de la Paz Ales Bialiatski, de 62 años, que cumple 10 años de cárcel-, mientras Lukashenko indultó entre julio y diciembre pasado a 237 presos políticos a cambio de que reconocieran su culpa.

Las autoridades también tomaron medidas de represalia contra las familias e incluso proscribieron por extremista a una organización que coordinaba el suministro de alimentos a los presos políticos.

Además, 37 periodistas se encuentran en prisión y más de una veintena de domicilios de reporteros fueron registrados por la policía, que obligó a sus familias a condenarlos públicamente en vídeo.

Las autoridades también mantienen encarcelados a seis abogados y cerraron unas 1.200 organizaciones no gubernamentales.

El gobierno bielorruso cerró más
El gobierno bielorruso cerró más de 1200 organizaciones no gubernamentales. (BelTA/Pavel Orlovskyi/REUTERS)

También prosiguió en Minsk la persecución de los ciudadanos que manifestaron públicamente su apoyo a Ucrania, compartieron fotos del movimiento de tropas rusas o donaron dinero a los grupos de voluntarios que combaten contra Rusia en el país vecino.

Bielorrusia, el único país europeo donde se aplica la pena de muerte, condenó a la pena capital a un convicto por asesinato y también al alemán Rico Krieger, que fue sentenciado por terrorismo, pero finalmente fue incluido en el canje de agosto entre Rusia y Occidente.

Lukashenko, aliado de Putin

La relación entre Vladimir Putin y Lukashenko está marcada por una mezcla de cooperación estratégica y tensiones políticas. Ambos países comparten una alianza histórica dentro del marco de la Unión Estatal, un proyecto que busca la integración económica, militar y política entre Rusia y Bielorrusia.

Sin embargo, aunque Lukashenko ha dependido significativamente del apoyo ruso, especialmente tras las sanciones occidentales y las protestas internas de 2020, su postura no siempre ha sido completamente alineada con Moscú, evidenciando un delicado equilibrio entre colaboración y autonomía.

Lukashenko, histórico aliado de Putin.
Lukashenko, histórico aliado de Putin. (Sputnik/Gavriil Grigorov/REUTERS)

Bielorrusia se convirtió en un aliado clave al permitir el uso de su territorio para maniobras militares rusas. A pesar de ello, Lukashenko ha evitado comprometerse totalmente a enviar tropas bielorrusas al conflicto, reflejando su interés en preservar cierta independencia política. Este enfoque pragmático busca equilibrar la presión de Moscú con la necesidad de mantener estabilidad interna en Bielorrusia.

Por otro lado, la relación también está matizada por el interés de Putin en mantener a Bielorrusia como un estado satélite dentro de su esfera de influencia, mientras Lukashenko maniobra para evitar una completa subordinación a Rusia. Las negociaciones sobre energía, comercio y seguridad han revelado tensiones recurrentes, con Bielorrusia buscando concesiones económicas mientras evita ceder soberanía.

(Con información de EFE)

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