Los paquetes que estallaron en depósitos logísticos de Europa eran parte de una prueba de un complot ruso para provocar explosiones en vuelos de carga con destino a Estados Unidos, según afirmaron4 funcionarios de seguridad a la agencia de noticias Reuters.
Los Gobiernos de países occidentales y de las agencias de inteligencia de Europa han señalado antes a Moscú como el origen de una serie de incendios y actos de sabotaje en Europa destinados a desestabilizar a los aliados de Ucrania.
Sin embargo, las explosiones en depósitos de mensajería en Reino Unido, Alemania y Polonia en julio, que un asesor presidencial lituano dijo que eran obra de Rusia, tenían el potencial de marcar una grave escalada al provocar una explosión en un avión.
“Puedo afirmar que esto forma parte de las operaciones cinéticas no convencionales contra países de la OTAN que está llevando a cabo la inteligencia militar rusa”, dijo el martes a Reuters Kestutis Budrys, asesor de seguridad nacional del presidente lituano, Gitanas Nauseda.
“Observamos que estas operaciones se están intensificando: su enfoque se está desplazando (...) a dañar infraestructuras y acciones que podrían acabar matando a personas”, añadió.
El Wall Street Journal citó el lunes a funcionarios de seguridad occidentales que afirmaron que los artefactos que estallaron en los depósitos de DHL en Birmingham, en Inglaterra, y Leipzig formaban parte de una operación rusa que pretendía provocar incendios en vuelos de carga o pasajeros con destino a Norteamérica.
“El objetivo del grupo era también probar el canal de transferencia de estos paquetes, que eventualmente serían enviados a Estados Unidos y Canadá”, informó la Fiscalía Nacional de Polonia. Las autoridades polacas arrestaron a cuatro personas acusadas de participar en operaciones de sabotaje o terrorismo en nombre de una agencia de inteligencia extranjera y buscan a otros dos sospechosos.
Pawel Szota, jefe de la agencia de inteligencia extranjera de Polonia, señaló directamente a los espías rusos como responsables. “No estoy seguro de que los líderes políticos de Rusia sean conscientes de las consecuencias si uno de estos paquetes hubiera explotado, causando un evento de víctimas masivas”, declaró Szota.
La GRU, agencia de inteligencia militar rusa, es señalada como autora de la trama. Sin embargo, en diálogo con el WSJ el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó las acusaciones, describiéndolas como “insinuaciones sin fundamento”.
Fuentes europeas sostienen que esta operación es parte de una campaña más amplia de sabotaje ruso, que incluye actos de incendio en el Reino Unido y la República Checa, ataques a tuberías y cables de datos en el Báltico, y la manipulación de suministros de agua en Suecia y Finlandia. El Servicio de Inteligencia Exterior del Reino Unido (MI6) y la Agencia de Seguridad Interna (MI5) advirtieron en los últimos meses sobre la creciente “temeridad” de estas acciones rusas.
En septiembre, Richard Moore, jefe de MI6, el servicio de inteligencia exterior del Reino Unido, destacó que las agencias de espionaje rusas habían adoptado comportamientos “descontrolados”. Un mes después, Ken McCallum, jefe de MI5, el servicio de inteligencia británico que se dedica a la seguridad interna, advirtió sobre incendios y actos de sabotaje cada vez más peligrosos.
Polonia dijo en octubre que había detenido a cuatro personas en el marco de una investigación sobre paquetes explosivos enviados por mensajería a países de la UE y Reino Unido como parte de un complot que, en última instancia, pretendía enviar dichos paquetes a Estados Unidos y Canadá.
(Con información de Reuters)