Un colorido desfile de coches flotantes atravesó los canales de Ámsterdam, lo que marcó el fin de una tradición que no podrá repetirse en la ciudad hasta que se desarrollen baterías más ligeras. A partir de 2025, las regulaciones ambientales de Ámsterdam restringirán el acceso a las vías fluviales exclusivamente a embarcaciones y vehículos libres de emisiones, un estándar demasiado elevado para los coches anfibios actuales debido al peso de las baterías eléctricas.
Restricciones ambientales para 2025
Este año marca la última celebración del evento en Ámsterdam, señaló Roy Bolks, organizador del desfile anual. Estas regulaciones forman parte de un esfuerzo más amplio de la ciudad para reducir su huella de carbono y proteger el medio ambiente. Los vehículos flotantes actualmente no pueden cumplir con los estándares de emisión debido al peso significativo de las baterías eléctricas necesarias para su funcionamiento.
El evento de varios atravesó las ciudades de Monnickendam y Utrecht antes de regresar a Ámsterdam para la gran final. Onno den Boer, un participante holandés, expresó su comprensión hacia la nueva normativa: “Todo el mundo tiene que pensar en el medio ambiente y lo entendemos, pero es una pena que no podamos convertir fácilmente estos coches en eléctricos. Así que vamos a disfrutar de esta última vez”.
Participación récord
Cada participante asiste con su propio coche flotante original, pueden ser de diferentes formas y colores. “Está el más popular, el Amphicar. El único de producción jamás fabricado en el mundo”, afirma el hombre que organizó la gira. “También tenemos toda una flota de vehículos militares y todo tipo de coches de fabricación propia. La mayoría de ellos, rarezas”.
Por ejemplo, uno de ellos sirvió en la Segunda Guerra Mundial. “Estaban cargados de munición”, dice orgulloso el propietario. “En un gran barco de carga. Y cuando llegaron a la costa de Normandía, los sacaron del barco. Los llevaron a la playa, los descargaron y los volvieron a herir. Para eso estaban hechos”.
Normalmente, el desfile atrae a unos 80 participantes, pero este año, 100 entusiastas de los coches flotantes se unieron al evento. Este incremento en la participación se debe en parte a que los organizadores. “Es solo porque hemos establecido un límite, hemos creado una lista de espera”, explicó el organizador.
Los 100 propietarios que han participado en esta celebración han ido equipados con todo lo necesario en caso de emergencia. “La gente quiere verlo. No importa si tiene tres años u ochenta. Todo el mundo está feliz de vernos”, aseguró el organizador.
Desafíos de la conversión eléctrica
Los vehículos flotantes eléctricos son raros y enfrentan grandes desafíos. El organizador del evento indicó que conocía solo dos vehículos eléctricos de este tipo y añadió: “No son fáciles de manejar porque la batería es demasiado grande, lo que hace que se vuelva demasiado pesado”. Estos kilos adicionales impiden que los vehículos puedan cumplir con las nuevas regulaciones de emisiones de la ciudad.
Futuras posibilidades
Bolks no cerró la puerta a un posible regreso del desfile a Ámsterdam, siempre y cuando la tecnología de baterías mejore. “No tengo conocimiento de tal investigación actualmente, pero si las baterías se hacen más ligeras, podríamos volver”. Desde su inicio en 1987, el desfile se ha celebrado en Ámsterdam en cuatro ocasiones, convirtiéndose en un evento querido tanto por participantes como por espectadores.
Continuidad en otras localidades
Aunque las nuevas regulaciones se aplicarán en Ámsterdam, el desfile continuará en otras partes de Holanda. “Dentro de unos años se celebrará en Frisia, allí es bonito”, afirmó el organizador del evento. El próximo año, el evento se trasladará a Bélgica, cerca de Gante.