
Tres personas, entre ellas una niña, murieron en el bombardeo ruso a un hospital pediátrico en Mariúpol (sureste) el miércoles, informó el jueves el ayuntamiento de esta ciudad portuaria.
“Tres personas murieron, entre ellas una niña”, indicó la municipalidad en Telegram. Un anterior balance de las autoridades publicado la víspera daba cuenta de 17 personas heridas.
Una cuarta persona murió este jueves en un bombardeo el jueves por la mañana, indicó la alcaldía en otro comunicado.
“Las tropas rusas destruyen deliberadamente y despiadadamente la población civil de Mariúpol”, denunció la municipalidad que en la víspera había denunciado la muerte de más de 1.200 habitantes en nueve días de asedio a este importante puerto del mar de Azov.
Por su parte, el Kremlin dijo este jueves que se dirigirá a los militares rusos para obtener detalles sobre el ataque. “Sin duda preguntaremos a nuestros militares sobre esto, ya que no tenemos información clara sobre lo que ocurrió allí. Sin duda, los militares proporcionarán algún tipo de información”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas, mientras el avance de Moscú en Ucrania entraba en su tercera semana.

Rusia ha aumentado su presión sobre Mariúpol en los últimos días, con vistas a tratar de unir los territorios que controla en el este de Ucrania y la península de Crimea, también bajo su dominio. Los planes de evacuación de civiles han avanzado a cuentagotas, entre acusaciones cruzadas de tropas rusas y ucranianas.
El ataque contra el hospital provocó la indignación de las autoridades ucranianas y occidentales.
“Los bombardeos de Rusia contra el hospital pediátrico de Mariúpol son inhumanos y cobardes”, indicó el portavoz del gobierno francés, Gabriel Attal, en la radio RTL.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, acusó a Rusia de haberse embarcado en una estrategia de bombardeo sistemático de las ciudades ucranianas, es decir a los civiles, ante el fracaso de la guerra relámpago, y afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, tendrá que responder por esos hechos.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky, que condenó un “crimen de guerra”, mostró videos de la destrucción de este establecimiento, que albergaba una zona de maternidad y un hospital pediátrico. En ellos se pueden ver edificios reventados, escombros y papeles y cristales esparcidos por el suelo.

El asedio ruso en el sur de Ucrnaia se habría traducido en escasez extrema en la zona, hasta el punto de que Zelensky denunció esta misma semana que un niño había muerto deshidratado. Médicos Sin Fronteras (MSF) también ha señalado que hay personas bebiendo agua de lluvia y nieve.
El ataque ocurrió en la víspera del encuentro en Turquía entre los ministros ruso y ucraniano de Exteriores, Serguéi Lavrov y Dmytro Kuleba, en la primera reunión de alto nivel desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
(Con información de AFP y Europa Press)
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