
París podría pasar el lunes a zona de “alerta máxima sanitaria” si se mantiene el veloz repunte de contagios de Covid-19 en la capital francesa, advirtió el jueves el ministro de Salud, Olivier Véran.
La capital y su periferia, un territorio donde viven casi 7 millones de personas, han “superado los tres umbrales que corresponden a la zona de alerta máxima”, dijo Véran en una conferencia de prensa.
Si se mantiene esa tendencia, indicó, “no tendríamos más remedio que poner París y los suburbios en alerta máxima a partir del lunes”, añadió el ministro.
“Eso implicaría que los habitantes de París y sus suburbios deberían limitar drásticamente sus interacciones sociales. No más reuniones familiares, no más salidas nocturnas y el cierre completo de los bares. Estamos en una fase donde la situación se está deteriorando", agregó.

El Gobierno está pendiente de ver si esa dinámica se confirma en los próximos días antes de valorar este domingo si hay que implementar esas nuevas restricciones. La administración de Emmanuel Macron dijo que tomará todas las precauciones necesarias para evitar un nuevo estado de emergencia que requiera un confinamiento estricto como el impuesto durante el pico de la pandemia en el país entre mediados de marzo y mayo.
Hasta ahora sólo la ciudad de Marsella, ubicada en el sureste y segunda ciudad del país, y la isla caribeña de Guadalupe, se encontraban en alerta máxima. La medida implicaría el cierre de bares y restaurantes y de lugares públicos como museos y cines, a menos que se apliquen estrictas medidas de seguridad, desde inicios de semana.
Además de París, otras cinco ciudades -Lille, Lyon, Grenoble, Toulouse y Saint-Etienne - también podrían ser puestas en alerta máxima la próxima semana.

Según las autoridades de salud, el número de contagios por cada 100.000 habitantes en París ha aumentado a 259, por encima del umbral de alerta de 250. Y entre el 30 y el 35 por ciento de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes con Covid-19, por encima del nivel crítico del 30%.
Estar en fase de alerta máxima implica el cierre total de bares y restaurantes y de todos los establecimientos que reciben público salvo si se aplica un protocolo sanitario estricto. Por ese mismo motivo, lugares culturales como teatros, museos y cines están exentos porque respetan la normativa.
El gobierno ha insistido en la necesidad de que el sistema educativo, la vida cultural y la actividad económica se vean disminuídas lo menos posible pese a la pandemia.

Por eso, el ministro admitió que el país atraviesa una fase de agravamiento de la circulación del coronavirus que pone Bajo tensión el sistema sanitario, y subrayó que hay que redoblar los esfuerzos para revertir la situación.
En total, Francia tiene a 604.031 personas contagiadas y 31.986 víctimas mortales.
Con información de AFP y EFE
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