Australia decidió no proteger una reliquia natural de 115 millones de años y unos vándalos la destruyeron a martillazos

Las autoridades realizaban una visita escolar cuando descubrieron que la otrora impactante huella de un dinosaurio había sido violentada. Los paleontólogos no quisieron llevarla antes a un museo para que pudiera ser observada en su ambiente

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Cómo lucía antes la huella de dinosaurio en Flat Rocks (AFP/Parks Victoria)
Cómo lucía antes la huella de dinosaurio en Flat Rocks (AFP/Parks Victoria)

Unos vándalos dañaron una huella de dinosaurio de 115 millones de años a martillazos en un conocido yacimiento de Australia, anunciaron el miércoles las autoridades.

La huella del terópodo, un dinosaurio bípedo carnívoro, había sido descubierta por los paleontólogos en 2006 en Flat Rocks, en el estado de Victoria, en el sureste de Australia, uno de los pocos lugares del mundo donde se conservan huellas de dinosaurios de la Era de Hielo.

Un Compsognathus, ejemplo de un terápodo
Un Compsognathus, ejemplo de un terápodo

La semana pasada, las autoridades constataron que había sido vandalizada al llevar allí a un grupo escolar.

"Es triste pensar que una o varias personas que conocían la localización de la huella, un emblema local importante reconocido internacionalmente por su interés científico, lo hayan dañado deliberadamente", lamentó Brian Martin, miembro del Departamento de Parques del estado de Victoria.

La huella, destruida
La huella, destruida

Mike Cleeland, del Centro para el Medio Ambiente de Bunurong, declaró que esperaba que la huella se pudiera restaurar. "La dicha de ver una verdadera huella de dinosaurio fue empañada por este acto de vandalismo sin corazón", declaró. "Afortunadamente, he podido recuperar algunos trozos rotos. Esperamos que los técnicos del Museo Victoria puedan restaurarla algo".

Comparación entre el antes y el después
Comparación entre el antes y el después

Poco después del descubrimiento de la huella, hace 11 años, los paleontólogos hicieron una huella de silicona. Pero en lugar de recortar la huella para conservarla en un museo, decidieron dejarla en la roca para que los visitantes pudieran admirarla en su estado natural.

Está situada en un lugar llamado Dinosaur Dreaming, dentro del Parque marino de Bunurong, un sitio descubierto en 1991 y donde se hallaron miles de huesos y dientes.

(Con información de AFP)

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