El juez anti mafia Piergiorgio Morosini y las trampas sobre la "ley del arrepentido"

El magistrado italiano conversó con Infobae sobre las mafias transnacionales en America Latina, la lucha a la corrupción y las potencialidades y limites de la Ley del Arrepentido

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El juez anti mafia italiano, Piergiorgio Morosini
El juez anti mafia italiano, Piergiorgio Morosini

El juez italiano Piergiorgio Morosini está desde hace 20 años en primera línea en la lucha contra la mafia: se mudó a Palermo, en Sicilia, justo después de que Cosa Nostra –con los atentados de 1992 contra los populares jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino- desafiara como nunca antes al estado italiano.

Morosini estuvo entre los jueces que participaron de la "revancha judicial" de esa temporada convulsionada, escribiendo en los años siguientes algunas de las sentencias de condena de jefe históricos de la organización, como Salvatore Totó Riina y Bernardo Provenzano; en 2012 fue también elegido para juzgar en el delicado -por sus repercusiones políticas- juicio sobre las supuestas negociaciones entre representantes del estado italiano y los jefes mafiosos tras las matanzas de 1992. Y más recientemente, fue elegido miembro del Consejo Superior de la Magistratura italiano.

Un momento de la conferencia en la Universidad de Buenos Aires, organizada por el Consejo de la Magistratura argentino (Twitter Embajada de Italia en Argentina @ItalyinARG)
Un momento de la conferencia en la Universidad de Buenos Aires, organizada por el Consejo de la Magistratura argentino (Twitter Embajada de Italia en Argentina @ItalyinARG)

El magistrado conversó con Infobae sobre el alcance de las mafias transnacionales en América Latina, lucha contra la corrupción y las potencialidades y límites de la Ley del Arrepentido.

La imagen que deja es la de un juez que se destaca por su equilibrio y realismo en el abordaje a la lucha contra las mafias. "Más miramos al monstruo en los ojos, más tenemos que tener cuidado en no convertirnos en el monstruo que estamos mirando", dice, citando la literatura griega.

– Juez Morosini, ¿en qué momento se encuentra la batalla contra la mafia en Italia y, más en general, a nivel internacional?

– La lucha contra la mafia en los últimos 30 años en Italia avanzó mucho y se convirtió en algo progresivamente más intenso. Ahora, sin embargo, el verdadero desafío es la lucha internacional a la mafia, porque ahora las mafias son fenómenos internacionales. El narcotráfico, la trata de personas, las intervenciones que tienen que ver con el condicionamiento de la inmigración… son todos fenómenos -fenómenos sociales- que involucran la actividad de las mafias. Por lo tanto hay que pensar el contraste a la criminalidad organizada en una dimensión internacional.

La foto más celebre de los jueces italianos GIovanni Falcone (izquierda) y Paolo Borsellino, asesinados por la mafia siciliana en dos brutales atentados en 1992
La foto más celebre de los jueces italianos GIovanni Falcone (izquierda) y Paolo Borsellino, asesinados por la mafia siciliana en dos brutales atentados en 1992

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– ¿Cuán profunda es la presencia mafiosa en América Latin?

– En la región hay organizaciones muy muy peligrosas que comienzan desde el narcotráfico, pero que ahora se están desarrollando en otros negocios, como el control de la inmigración. Los carteles mexicanos de los narcotraficantes, por ejemplo, en este momento se están ocupando también de los fenómenos de la inmigración. Esta presencia, naturalmente, repercute también sobre las libertades fundamentales. Pienso por ejemplo en los muchos periodistas asesinados en México. Ahora, además, me pregunto si también en la Argentina no existe una situación de riesgo que habría que enfrentar como una prioridad, con compromisos específicos.

Miembros del cartel mexicano Los Zetas
Miembros del cartel mexicano Los Zetas
 

– América Latina en el pasado fue uno de los lugares preferidos para la fuga de los mafiosos buscados por las autoridades. ¿Sigue habiendo muchos prófugos en la región?

– Es cierto, América Latina fue históricamente una tierra elegida por los mafiosos tanto para desarrollar distintos proyectos empresariales (a veces, aunque no siempre, incluso legales), como para esconderse. Hoy en día es difícil hacer una proyección exacta sobre el numero de prófugos mafiosos en la región, pero sabemos que todavía hay algunos que vienen a esconderse aquí. Por eso afirmamos que la colaboración entre los distintos países en la lucha al crimen organizado es clave.

– En concreto, ¿cómo se desarrolla esta cooperación internacional?

– Puede ocurrir por ejemplo a través de tratados internacionales, de cooperación en materia de justicia, o con protocolos operativos compartidos. Lo cual significa: compartir información, los resultados de las investigaciones y comunicarse las noticias sobre los cambios legislativos. Son todas medidas que ayudan los estados a enfrentar de una manera más efectiva problemas más grandes que ellos, porque son internacionales.

– Otro problema que requiere medidas internacionales es la lucha contra la corrupción.

– Nosotros en Italia estamos desarrollando una actividad de contraste a la corrupción muy fuerte, pero obviamente con muchas dificultades porque la corrupción es la criminalidad del poder, son dos caras de la misma moneda. También en este frente creo que es fundamental el intercambio de experiencias y la colaboración, así como la colaboración del poder político.

– Pero, ¿cómo se combinan la colaboración con la política y el mantenimiento de la independencia de los jueces?

– Tiene que haber colaboración, pero en el respeto de la autonomía. No tiene que haber injerencias e invasiones. La política está encargada de hacer las leyes y de poner a disposición los recursos económicos. La magistratura hace su deber con la verificación judicial de los hechos. Y estos campos tienen que quedar separados.

Sergio Moro, el juez que investiga la corrupción en Brasil, y el ex presidente Lula da Silva
Sergio Moro, el juez que investiga la corrupción en Brasil, y el ex presidente Lula da Silva

– En la región se habla mucho de la Ley del Arrepentido. En Brasil, por ejemplo, fue una herramienta clave para destapar la corrupción vinculada a Petrobras y el gobierno argentino está impulsando la aprobación de una ley similar. También en Italia fue usada con éxito para luchar contra mafias y corrupción. ¿Cual es su experiencia en la utilización de este recurso?

– Es un instrumento importante. Pero tiene que ser usado con mucho cuidado porque a veces los colaboradores pueden querer despistar las investigaciones o no dicen toda la verdad. Son herramientas que tienen que ser usadas con gran profesionalismo por parte de magistrados y policías. Eso es fundamental.

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