Quién es el desconocido narco del Cártel de Sinaloa que busca quedar impune

En la última década se han señalado a múltiples cabecillas, asociados y jefes de plaza del Cártel de Sinaloa, concluyendo que la organización criminal no es una sola familia como los gobiernos de México y EEUU han querido señalar.

El grupo criminal, a menudo descrito como uno de los más grandes del mundo y poderoso del hemisferio occidental, nació en la década de los ochenta, la misma época en la que vieron la luz los hijos del “Chapo” Guzmán, quienes asumieron el control simbólico de la organización por órdenes de su padre, aunque en realidad está en manos de diversas familias y grupos.

Una de esas es la familia Cázares Salazar, quienes han pasado casi desapercibidos en el mundo del narcotráfico.

El clan Cázares Salazar cobró importancia en la década de los 2000, cuando su cabecilla más conocido, Víctor Emilio Cázares Salazar, alias “El Emperador Imperial”, fue señalado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) como uno de los narcos más buscados.

Cázares Salazar, alias “El Emperador Imperial”, originario del pueblo de “El Guayabito”, en el municipio de Mocorito, Sinaloa, fue detenido en abril del 2012 cuando conducía él solo un automóvil en las inmediaciones de “La Venta del Astillero”, en el municipio de Zapopan, Jalisco.

En 2016 fue extraditado a los Estados Unidos en donde se declaró culpable de tráfico de cocaína, heroína y metanfetamina.

De acuerdo con las acusaciones que tiene en los Estados Unidos, consultadas por Infobae México, el 26 de octubre de 2016 fue condenado en el Tribunal de Distrito de los EEUU para el Distrito Sur de California a 180 meses de prisión por conspiración para distribuir drogas.

“Siento mucho mis acciones en mi vida pasada”, declaró Víctor Emilio cuando recibió la condena del juez de distrito William Q. Hayes. “Cuando salga voy a vivir aquí y unirme a una iglesia y trabajar para Dios. Quiero vivir en una casa rodeada de mis hijos y nietos el resto de mi vida”.

El 7 de diciembre de 2017, según los documentos, el mismo tribunal condenó al narcotraficante a 180 meses de prisión, los cuales se ejecutarán de forma simultánea a la sentencia impuesta por el juez Hayes en el Distrito Sur de California. Actualmente está cumpliendo ambas sentencias en la Institución Correccional Federal en Lompoc, California. Su fecha prevista de liberación es el 1 de enero de 2026.

El 11 de junio de 2020, el demandado presentó una moción de liberación a dicho Tribunal y al juez Hayes, solicitando que el tribunal ordene una reducción de su sentencia con una condición de confinamiento en casa por un período igual al tiempo restante de su sentencia original.

El acusado afirmó que tenía 57 años de edad, padecía graves problemas médicos y se encontraba dentro del grupo de riesgo COVID-19. Sin embargo, el 29 de junio le fue denegada la solicitud bajo el argumento de que no presentó “ninguna razón extraordinaria y convincente”.

El pasado 6 de septiembre, la defensa del capo presentó ante un juez federal de Culiacán una demanda de amparo contra una orden de aprehensión, de acuerdo con el expediente 930/2022, radicado en el Juzgado Primero de Distrito.

El martes 13 de septiembre el juez le negó la suspensión definitiva del caso, por lo que será hasta el próximo 4 de octubre cuando se celebre la audiencia constitucional. En caso de que el fallo resulte a su favor, Cázares Salazar, cuando recupere su libertad en EEUU, no podrá ser detenido en territorio mexicano, donde también se le requiere por varios delitos.

Siendo uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa, “El Emperador Imperial”, controlaba una red para el tráfico de cocaína, marihuana y metanfetaminas que se extendía a Colombia, Venezuela y Centroamérica, según informes de la DEA.

Es supersticioso y discreto, dicen que sus operaciones de narcotráfico no las realizaba sin antes consultar a un vidente que frecuentaba en la ciudad de Compton, en Los Ángeles. La mesura que lo caracterizaba lo llevó a en menos de 10 años crear su imperio de las drogas.

En 2005, la DEA resaltó a Cázares Salazar —ó Cázares Gastélum, como lo identifica la la DEA— como una figura relevante, un jefe mafioso y el principal distribuidor de droga.

Desde entonces, los agentes federales llevaron a cabo la llamada operación Imperial Emperor en la que se detuvo a 402 personas vinculadas a la organización de Cázares Salazar. De ahí el mote de “Emperador Imperial” con el que se refieren al ex cabecilla del Cártel de Sinaloa.

La caída del imperio de Cázares Salazar se vio representada cuando fue extraditado a Estados Unidos en 2016. Aunque su imperio parecía estar derrumbado, la sucesión del trono fue para su hermana Blanca Margarita Cázares Salazar conocida como “La Chiquis”, pero a quien el gobierno de EEUU bautizó como “La Emperatriz”.

Blanca Margarita es buscada por Estados Unidos desde la década pasada por supuesto blanqueamiento de recursos para el Cártel de Sinaloa; sin embargo, en México no se ha liberado ninguna orden de aprehensión en su contra, lo que le ha permitido estar en el anonimato.

El nombre Cázares Salazar fue objeto de especulaciones luego de que el sobrino de “La Emperatriz” contrajera nupcias con Alejandrina Guzmán, hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

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