Violencia en Sinaloa: identificaron a sicarios abatidos en enfrentamiento

Las autoridades ministeriales identificaron a dos presuntos sicarios del Cártel de Sinaloa que fueron abatidos tras un enfrentamiento contra agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), mientras que un par más fueron presentados ante la Fiscalía General de la República (FGR).

De acuerdo con reportes preliminares, dos de los supuestos delincuentes que participaron en el enfrentamiento en la Estación Dimas de San Ignacio son habitantes de la entidad. Se trata de quienes perdieron la vida tras la refriega derivada de una persecución que comenzó en Culiacán.

Óscar Humberto “N” vivía en la sindicatura del Dorado, mientras que Édgar Roberto “N” radicaba en Santa Rita, poblado adscrito al municipio de Concordia. Ambos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para su necropsia de Ley y posterior entrega a familiares.

Uno de ellos quedó tendido cerca de un alambrado, bocarriba y manchas de sangre, portando el chaleco táctico que distinguía el comando delictivo al que estaba adscrito. Mientras que su compañero estaba sobre la carretera con un casco y portando uniforme tipo militar.

Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, aseguró que los otros detenidos fueron puestos a disposición de la FGR, pues en la balacera participaron los soldados, aunque previamente los supuestos delincuentes viajaban como un convoy escapaban de la policía estatal.

“Los militares afortunadamente no fueron heridos de gravedad”, reiteró el funcionario luego de que un par de agentes castrenses fueran lesionados por impactos en el enfrentamiento de la comunidad del Manguito.

Pero este caso no ha sido el único que cobró relevancia en el contexto de violencia latente en Sinaloa, pues también se identificó a José Guadalupe “N” de 42 años, quien recibió diversos disparos luego de que se negó a detenerse en un filtro de seguridad de la Sedena.

Castañeda Camarillo confirmó que este sujeto viajaba con otra persona en un vehículo con reporte de robo y al marcarle el alto en un supuesto retén, no detuvo su marcha. Fue entonces que se usó la fuerza para inmovilizarlo y desobedecer la orden.

Presuntamente, este caso ocurrió en la sindicatura de Sanalona, en la ciudad capital de Culiacán. Pero informes locales señalan que el conductor recibió hasta cuatro balazos en el tórax y la espalda.

El hombre de 42 años fue trasladado a una clínica local fuertemente resguardado por el Ejército y la policía de Sinaloa, hasta ahora se desconocen la gravedad de lesiones o si serán presentados ante instancias ministeriales.

En Sinaloa se vive una pax narca, sin embargo, eso no significa que la violencia esté erradicada, pues puede hacerse presente en cualquier momento. Sobre esas calles patrullan convoyes de sicarios armados en camionetas de lujo.

Autoridades federales y estatales han destacado los 151 asesinatos cometidos entre enero y abril de este 2022, lo que posiciona a la entidad en el lugar 21 de los 32 estados del país en la lista por esos delitos.

Culiacán, donde ocurrieron los sucesos de esta semana, es considerado bastión de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López, los llamados Chapitos, hijos del exlíder condenado a cadena perpetua en EEUU: Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.

Especialistas en temas de seguridad han señalado a este medio que el Cártel de Sinaloa no quiere atraer la atención del gobierno y justificar presencia de fuerzas de seguridad. De ahí que buscan mantener todo en orden. Sin embargo, la violencia siempre está latente por el poder de fuego de los sicarios.

Durante las últimas semanas del mes de junio, la Sedena ha decomisado 81 narcolaboratorios en el estado, lo que representa alrededor del 10% de todos los establecimientos para producir drogas desmantelados en tres años y medio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Algo que había sido inédito.

Por ahora, los enfrentamientos, detenciones y operativos mostraron un cambio en el combate al grupo del crimen transnacional que domina el trasiego de narcóticos desde hace al menos tres décadas.

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