Entierros, caminos y otras construcciones: los secretos de Chichén Itzá que INAH busca revelar

El Instituto, en colaboración con el ENAH y la UNAM, hará un estudio geofísico para explorar parte del subsuelo de la zona arqueológica

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El INAH y el ENAH realizarán un estudio prospectivo en Chichén Itzá. Fotos: Twitter/@INAHmx
El INAH y el ENAH realizarán un estudio prospectivo en Chichén Itzá. Fotos: Twitter/@INAHmx

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció una nueva exploración de la zona subterránea de la Gran Plaza de Chichén Itzá. La información que se tiene hasta ahora indica que este sitio tuvo uso continuo por al menos 500 años, durante el Clásico Tardío y el Posclásico Temprano, por lo cual es de gran interés arqueológico para la dependencia y para la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

El proyecto de prospección, con una duración de siete días, tiene como objetivo etapas constructivas previas, muros de piedra, entierros humanos, cavidades, drenajes antiguos, caminos e incluso cauces de agua. Se prevé que el análisis podría arrojar nuevos datos acerca de los flujos subterráneos que surtían de líquido a la construcción.

Al respecto de los pronósticos, los arqueólogos Denisse Argote Espino y Pedro López García, coordinadores del proyecto, dijeron: “Un flujo de agua tiene una conductividad mucho mayor que una estructura, que rocas consolidadas o el propio karst del suelo peninsular, por lo cual será claro si estamos frente a un flujo hídrico.

En el estudio se utilizarán herramientas que tienen la capacidad de detectar objetos en el subsuelo a través de ondas electromagnéticas. Foto: EFE/ Cuauhtémoc Moreno
En el estudio se utilizarán herramientas que tienen la capacidad de detectar objetos en el subsuelo a través de ondas electromagnéticas. Foto: EFE/ Cuauhtémoc Moreno

Se trata de un estudio no intrusivo en que se están empleando equipos GPR de penetración terrestre para la exploración de la plaza desde la superficie. Las herramientas que envían ondas electromagnéticas desde una o dos antenas, permiten utilizar una técnica de gran exactitud y eficacia.

Los investigadores adscritos a la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH y al Posgrado de Arqueología de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) detallaron que: “La capacidad de esta técnica para detectar lo que hay debajo de la superficie a distintas profundidades, la convierte en una herramienta indispensable para la investigación arqueológica, ya que se pueden planear estrategias futuras de excavación a partir de la información recuperada.”

Esto se debe a que los pulsos electromagnéticos tienen la capacidad de establecer conexión con objetos en el subsuelo. Además, existe una forma de calcular la profundidad a la que se encuentran enterrados los artículos localizados al tomar en cuenta el tiempo que tarda en regresar la onda y la velocidad a la que viaja por el área subterránea.

Los equipos GPR, propiedad del investigador un investigador del Instituto de Geofísica (Igef) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pueden alcanzar una profundidad de hasta seis metros, debido a que tienen una potencia 270 megahercios que será aplicada en un área de aproximadamente 9 mil metros cuadrados que se han dividido en ocho segmentos.

La Gran Plaza de Chichén Itzá, zona que está siendo explorada, se caracteriza por haber sido el eje donde se conjuntaba la vida ritual con la política y también por concentrar gran parte de los edificios principales de la antigua ciudad maya, tales como: El Castillo, el Juego de Pelota y el Templo de los Guerreros.

El INAH y la AUNAM han colaborado anteriormente en un proyecto de exploración de El Castillo, ubicado también en Chichén Itzá. Foto: Archivo WEB
El INAH y la AUNAM han colaborado anteriormente en un proyecto de exploración de El Castillo, ubicado también en Chichén Itzá. Foto: Archivo WEB

El Castillo fue estudiado anteriormente por el INAH y la UNAM, en un proyecto que permitió probar la existencia de una segunda subestructura y de un cenote localizado bajo la construcción. En ese sentido, se prevé que la actual investigación arqueológica en el subsuelo de la Gran Plaza dé resultados similares, que ayuden a ampliar el conocimiento sobre la manera en que estaba organizada la urbe maya.

Recientemente han sido encontrados más de 20 mil restos arqueológicos en la Ruta del Tren Maya. Fotos:
Facebook/Museos INAH Campeche
ELIZABETH RUIZ/CUARTOSCURO.COM
Recientemente han sido encontrados más de 20 mil restos arqueológicos en la Ruta del Tren Maya. Fotos: Facebook/Museos INAH Campeche ELIZABETH RUIZ/CUARTOSCURO.COM

Cabe señalar, que recientemente han sido descubiertos miles de vestigios pertenecientes a la zona arqueológica de Yucatán. Esto durante la construcción de la ruta del Tren Maya, donde el INAH ha registrado más de 23 mil bienes y 129 entierros humanos. Hasta el momento han sido encontrados fragmentos arquitectónicos, vasijas, metates y restos humanos acompañados de ofrendas.

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