Las lujosas residencias que oculta el fiscal de México

Al menos dos propiedades, una en la Ciudad de México y otra en París, serían parte de patrimonio Alejandro Gertz Manero no ha declarado, y estaría vinculada la Universidad de las Américas, de la que fue rector

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El fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero (Foto: EFE/Mario Guzmán)
El fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero (Foto: EFE/Mario Guzmán)

La máxima autoridad de la justicia en México, Alejandro Gertz Manero, continúa acaparando los reflectores del escrutinio. Varios son los motivos que ahí lo han mantenido: presunto abuso de poder en venganzas personales, la supuesta cacería de brujas contra científicos de Conacyt o acusaciones de plagio para entrar en dicho sistema de investigación. A eso se suman los señalamientos de dos propiedades que estarían entre sus pertenencias, mismas que ni ha declarado y que además están vinculadas a su gestión como rector de la Universidad de las Américas de la Ciudad de México.

Una de ellas, localizada en la capital mexicana, en el exclusivo barrio de Las Lomas, fue revelada por el semanario Proceso. Mientras que otra en la capital francesa París, la exhibe el columnista del Mario Maldonado en el diario mexicano El Universal.

La primera, cuya información fue publicada el pasado mes de septiembre, es una residencia bastante lujosa. Proceso detalla que está custodiada por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), que dirige Gertz Manero. Se trata de una propiedad que la Universidad de las Américas en CDMX adquirió en 2012. Misma residencia iba a ser adquirida previamente por la hija del fiscal, Alejandra Gertz.

(Foto: Cuartoscuro)
(Foto: Cuartoscuro)

Luego, en 2018, la universidad pagó un supuesto adeudo que tenía con Gertz Manero con la residencia de unos 451,11 metros cuadrados –con un valor de 4 millones 950 mil pesos– como pago, señala el semanario.

Según los estatutos del recinto educativo, los bienes adquiridos por este solo pueden tener uso del tipo social. Pero, señala Proceso, dicha casa en Las Lomas solo ha sido usada de manera personal. Además, luego de que fuera entregada al fiscal, subrayan, este no la incluyó en su última declaración de bienes, la que hizo en 2019.

Mientras que el también escritor Mario Maldonado habla en su columna de este miércoles de una propiedad valuada en más de dos millones de euros, ubicada en la emblemática avenida Foch de París, en Francia. El escritor señala que se trataría del pago de la Universidad de Las Américas a un supuesto préstamo que hizo a la institución Alejandro Gertz Manero, quien dicho sea de paso, fue rector de esa casa de estudios desde 1995. Se supone que dejó ese cargo en 2018, no obstante, aún aparece como rector en su organización.

La información a la que el columnista tuvo acceso, indica que la propiedad ubicada en el número 52 de la Avenida Foch fue comprada el 14 de diciembre de 2012. Su adquisición fue parte de un objetivo académico que supuestamente pretendí apoyar y ofrecer estancias a los alumnos de la universidad que desearan hacer posgrados en instituciones de Francia.

El Fiscal General, Alejandro Gertz Manero. (Foto: Cuartoscuro)
El Fiscal General, Alejandro Gertz Manero. (Foto: Cuartoscuro)

Entonces, explica Maldonado, la compra se hizo con recursos que a título personal Gertz Manero prestó a la universidad, que firmó un pagaré para cubrir el monto –unos 50 millones de pesos mexicanos, sin contar intereses– en los siguientes siete años. La deuda no fue cubierta para su fecha de vencimiento y en 2019 fue entregada como pago al fiscal mexicano.

Mario Maldonado asegura además que ambas propiedades fueron entregadas a Alejandro Gertz Manero a través del mismo modus operandi: el pago de deudas de la universidad con él. Incluso subraya la particularidad con la que el fiscal se hizo de ambas propiedades “a través de triangulaciones en las operaciones de compra-venta”.

El fiscal Gertz Manero fue vinculado hace varias semanas a un incidente ocurrido con la Universidad de las Américas de Puebla, de la que la sede en CDMX –de la que el fiscal es propietario– se separó en 1985. Elementos de seguridad, que en un principio se dijo que eran del orden federal y después el mismo rector señaló que eran estatales, irrumpieron en las instalaciones de la casa de estudios de Puebla, en un conflicto de la institución con el Patronato Fundación Universidad de las Américas Puebla (FUDLAP), por el registro y marca del nombre de la institución.

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