Cayó en Aguascalientes Martín “N”, el peligroso líder de “Los Talibanes” y objetivo prioritario de las autoridades de Zacatecas

El imputado es considerado como uno de los probables y principales generadores de violencia en el estado

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(Foto: Facebook/Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas)
(Foto: Facebook/Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas)

Finalmente cayó. Martín “N", acusado de ser uno de los líderes del grupo criminal Los Talibanes, fue detenido este miércoles. Las autoridades creen que este hombre está detrás de la violencia en la zona centro norte de México.

A través de un comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas informó que como resultado del trabajo de inteligencia interinstitucional, investigación técnica, de gabinete y campo, así como la generación de productos de inteligencia operable, permitió que en una acción coordinada, la SSP, la Fiscalía Especializada en Combate al Secuestro (FECS), la Coordinación Nacional Antisecuestro, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano detuvieran en Aguascalientes a Martín “N”.

Mientras estuvo fugado, el cabecilla criminal fue considerado como uno de los probables y principales generadores de crímenes en el estado zacatecano, donde opera la facción disidente de Los Zetas.

A los Talibanes se le atribuye la probable comisión de actividades ilícitas como extorsiones, privaciones ilegales de la libertad, secuestros, ejecuciones y narcotráfico.

(Foto: Facebook/Secretaría de Seguridad Pública Zacatecas)
(Foto: Facebook/Secretaría de Seguridad Pública Zacatecas)

Por lo anterior y derivado de la investigación desarrollada en conjunto por las áreas de inteligencia de autoridades estatales y federales, generaron líneas de investigación, análisis de información técnica y de ubicaciones geográficas, que permitieron establecer la zona de resguardo de Martín “N”, en Aguascalientes, desde donde coordinaba las actividades ilícitas en los municipios Pánfilo Natera, Ojocaliente, Luis Moya, Villa González Ortega, en Zacatecas.

Martín “N” fue ingresado al Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) Varonil de Cieneguillas (Zacatecas).

Tras la capturas, las autoridades reiteraron que mantienen un compromiso irrestricto con la sociedad de mantener paz y seguridad, por lo que no escatimará recursos para restablecer el orden y la tranquilidad y continuar el combate frontal contra los grupos delincuenciales.

La SSP Zacatecas informó sobre la detención del cabecilla criminal (Foto: Twitter/voceria_spz)
La SSP Zacatecas informó sobre la detención del cabecilla criminal (Foto: Twitter/voceria_spz)

Los Talibanes, el origen

El “Z-50”, “L-50” o el "Talibán”. Bajo mil alias distintos, la sombra de Iván Velázquez Caballero, uno de los principales líderes del cártel de Los Zetas, ha acompañado a los mexicanos desde que inició su carrera criminal, en el 2007, primero de la mano de Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40”, hasta su liderazgo frente al grupo criminal Los Talibanes.

Ese año, Treviño Morales, fundador de Los Zetas, le dio a Velázquez Caballero el numerario “Z-50” y lo nombró representante de la organización criminal en Zacatecas, donde acuñó su apodo por su afición a decapitar enemigos usando machetes y explosivos, al igual que los extremistas islámicos, ha afirmado Óscar Balderas en un reporte recogido por el medio emeequis.

Iván Velázquez Caballero fue sanguinario, pero breve. La organización de Los Zetas fue formada por desertores de las Fuerzas Armadas de México, como brazo armado del Cártel del Golfo, pero en 2010 se separó del mismo y desde entonces protagonizó algunos de los episodios más cruentos de la violencia vinculada al narco en el país.

Hasta hace seis meses, Los Talibanes fueron reconocidos como un verdadero peligro. En documentos del gobierno federal aparece el nombre del líder de la banda: Raúl Velázquez Caballero, el “Talibancito”, hijo de Iván Velázquez, heredero de su reino de sangre.

El pasado 5 de septiembre, en redes sociales circuló un video en el que se identifica a un sicario de los Talibanes disparar sin piedad a un sujeto, que se desploma por los balazos recibidos. El asesino dispara una ráfaga y huye en un automóvil que maneja otra persona. La grabación dura apenas 22 segundos.

A esa matanza le sucedieron otra de un joven descuartizado y los restos de un hombre metidos en una maleta.

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