
“Yazmín Bolaños es una mujer de cuerpo robusto y mirada dura, que trabajó siempre en empleos precarios y en los últimos años ganó más de 60 millones de pesos como proveedora de la oficina de presidencia de Andrés Manuel López Obrador”, explicó Peniley Ramírez en un texto en el que habla sobre cómo una mujer pasó de vivir de ayudas sociales a ganar contratos con el gobierno federal.
La periodista resaltó en un artículo titulado “La oficinista que ganó 60 millones en Palacio” que Bolaños nació en 1988, pero fue hasta 1996 que la registraron ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Tiempo después, en 2007, cuando la mujer tenía 19 años de edad, consiguió un trabajo como promotora de equipos educativos en una empresa del Estado de México, donde ganaba salario mínimo.
De acuerdo con documentos públicos que revisó Peniley Ramírez, durante los meses que laboró en ese lugar, Bolaños estaba embarazada. Luego del nacimiento de su primera hija, Yazmín fue dada de baja del trabajo.
Y es que en ese mismo 2007, Yazmín Bolaños logró un título como técnica en informática administrativa en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Valle de Chalco, una escuela pública de media superior de la entidad mexiquense. Peniley Ramírez señala que tuvieron que pasar alrededor de 10 años para que la mujer obtuviera nuevamente un trabajo formal.
“Entre marzo y octubre de 2018 fue registrada ante el IMSS como oficinista de un despacho de contaduría, con un sueldo de 2,800 pesos. En esos mismos meses, Bolaños estaba embarazada de su segundo hijo, que nació en septiembre de 2018. Unas semanas después del parto, ante el IMSS ella fue dada de baja del despacho”, escribió la también periodista de la Unidad de Investigación de Univisión.

A pesar de que la periodista se comunicó con la oficina de contaduría donde supuestamente Bolaños trabajó, en el lugar, ubicado en la colonia Agrícola Oriental, le informaron que “no la conocen”.
En el artículo publicado este viernes en el periódico El Universal, Peniley Ramírez informa que, durante su segundo embarazo, Bolaños fue investigada por el Instituto Nacional Electoral (INE), esto debido a que había rentado en 7 mil pesos una planta de luz en el Edomex al partido Vía Radical, y que estaba registrada ante el gobierno capitalino como “persona física con actividad empresarial, con el rango de micro proveedor”.
Ramírez indica que la planta de luz fue rentada para una campaña local de Cristina Cruz Cruz, pero el gasto no fue reportado al órgano electoral. En la actualidad, Cruz es la súper delegada de programas sociales federales para la Ciudad de México.
Seis meses después de que fue dada de baja como oficinista, sin una explicación razonable, Bolaños firmó un contrato de adjudicación directa por 3.4 millones de pesos con la presidencia de México. De acuerdo con la información de Peniley Ramírez, la mujer tenía que proveer escenario, vallas, mesas, monitores, generadores de electricidad, audio, iluminación, micrófonos y sillas para el festejo del primer año como presidente de Andrés Manuel López Obrador, evento que fue denominado como “AMLO Fest”, en el zócalo capitalino.
De igual forma, se menciona que Bolaños tenía un domicilio en la colonia Doctores y estaba registrada como persona de bajos recursos para recibir ayuda de canasta social básica. Peniley Ramírez descubrió que, en sus direcciones anteriores de Chalco o Agrícola Oriental, Bolaños no tenía registro como empresaria o algún antecedente como propietaria de oficina de eventos.

Sin embargo, se supo que Yazmín Bolaños rentó cada silla acojinada por 60 pesos. Ante este descubrimiento, Peniley Ramírez se contactó con proveedores de fiestas infantiles y relata que la cotización más cara del producto es de 250 pesos por un tablón con mantel y 10 sillas.
Posteriormente, medios de circulación nacional reportaron que Bolaños ha ganado más de 60 millones de pesos con el gobierno, la mayoría con la Presidencia. Ramírez señala que dicha mujer organizó un informe de AMLO en abril de 2020 por 96 mil pesos, y el Grito de la Independencia, sin público, por 12 millones de pesos.
A pesar de todas estas acciones, Bolaños ha manejado un perfil bajo, pues la periodista asegura que no tiene redes sociales, registros empresariales y no hay una oficina suya registrada a su nombre.
Al final, Peniley Ramírez señala que en la nómina del gobierno mexicano hay dos funcionarios de alto rango con apellido Bolaños Pérez. Uno es secretario particular de Marcelo Ebrard y otro es subdirector de área en la Presidencia.
“En presidencia no respondieron a mis preguntas, ni a los cuestionamientos de otros reporteros que han investigado el caso, de por qué esta mujer pasó de vivir de ayudas sociales a ganar contratos presidenciales”, concluye Ramírez.
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