Revelaron los negocios que hizo el “Rey de la Efedrina” argentino con el abuelo del niño que mató a su maestra en Torreón

Ambos habrían tejido una red de tráfico de precursores de narcóticos internacional

Compartir
Compartir articulo
Mario Segovia cumple una condena por narcotráfico. (Télam - Archivo)
Mario Segovia cumple una condena por narcotráfico. (Télam - Archivo)

Doce años antes de que José Ángel tomara la Glock .40 de su abuelo y asesinara a su maestra, María Assaf Medina, en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, su padre y su abuelo cosecharon una cuantiosa fortuna por negocios ligados al tráfico de precursores de metanfetamina entre México y Argentina.

El nacimiento de José Ángel, en 2008, coincide con los reiterados viajes a Argentina de su abuelo, Ramos Saucedo, y de su padre, José Ángel Ramos Jiménez.

Según los expedientes judiciales, en esos viajes Ramos Saucedo comenzó a tejer alianzas con el argentino Mario Roberto Segovia, también conocido como el “Rey de la Efedrina”, para importar a México los ingredientes que constituyen el “cristal”, “ice”, “hielo”, “cricko”,"cristo", “foco” o simplemente meth.

Precisamente fue en ese momento cuando creció la demanda del “cristal” (metanfetamina) en Estados Unidos y la frontera mexicana.

(Wikicommons)
(Wikicommons)

Durante esos años Mario Roberto Segovia llegó a convertirse en uno de los principales importadores a México de precursores químicos para fabricar metanfetamina, luego de la captura del empresario chino Zhenli Ye Gon en la llamada “Guerra contra las drogas”, emprendida por el ex presidente mexicano Felipe Calderón.

Sin embargo, a pesar de que actualmente Roberto Segovia cumple una condena por los delitos de contrabando de casi 300 kilogramos de efedrina ocultos en cargamentos de azúcar, José Ángel Ramos Saucedo nunca fue procesado ni sentenciado por estos delitos.

Las autoridades argentinas interceptaron llamadas que evidenciaron el nexo entre Ramos Saucedo y el narcotraficante argentino.

Los agentes detectaron una llamada entre dos hombres identificados como “Mario” Y “Sebi”, los cuales rentaron una habitación en el Hotel Ros Tower ubicado en el puerto de Rosario, Santa Fe. Ahí se hospedaba José Ángel Ramos Saucedo y su ayudante, el joven Alberto Domínguez Martínez. La habitación en la que se hospedaron ambos fue pagada con la tarjeta VISA 4546 5909 0244 0687, a nombre de Mario Segovia.

Mario Segovia (Foto: Archivo)
Mario Segovia (Foto: Archivo)

La policía antinarcóticos también escuchó en las conversaciones la necesidad de adquirir bolsas marca ziploc y una valija. Así operaban los envíos en lo que se llamó el “Puente de la Efedrina” y cuyos actores principales, en la recepción aquí en México, nadie detectó.

Una década después, José Ángel Ramos Saucero volvió a estar en la mira de las autoridades mexicanas. “Ya valió madre, la mató con mi arma”, dijo el 10 de enero pasado, cuando su nieto acababa de irrumpir en el Colegio Cervantes de Torreón, donde estudiaba, para asesinar a su maestra y disparar contra sus compañeros.

Al otro lado de la línea escuchaba, en silencio, su hijo José Ángel Ramos Jiménez, quien así se enteró de la muerte de su hijo.

El diario Siglo de Torreón informó en 2017 que José Ángel Ramos Jiménez, padre del menor, fue detenido por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Ramos Jiménez fue acusado de posesión y distribución de 31 kilos de metanfetamina, y sentenciado a cuatro años de encierro en la prisión federal Big Spring, en Texas.

De izquierda a derecha. El menor de Torreón,Coahuila que inició un tiroteo en un colegio privado de la región. Eric David Harris y Dylan Bennet Klebold, autores de la masacre en Columbine   (Foto: Especial)
De izquierda a derecha. El menor de Torreón,Coahuila que inició un tiroteo en un colegio privado de la región. Eric David Harris y Dylan Bennet Klebold, autores de la masacre en Columbine (Foto: Especial)

La misteriosa fortuna de Ramos Saucedo, así como el pasado delictivo de su hijo, pusieron en alerta tanto al gobierno de Coahuila, encabezado por Miguel Riquelme Solís, como a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encabezada por Santiago Nieto.

Ramos Saucedo fue culpado por el delito de homicidio calificado con alevosía y ventaja, por omisión de una acción jurídicamente debida, derivado de su carácter garante y por deber de solidaridad social con la víctima, la maestra María Assaf Medina, así como con su propio nieto, de tan sólo 11 años de edad.

Por otro lado, según publicó el diario Reforma en su portada del pasado 15 de enero, la UIF detectó en las cuentas bancarias del abuelo de José Ángel considerables movimientos financieros por altas sumas de dinero.

"Tiene 121 millones de pesos de flujo en efectivo hacia empresas; tiene recepción de flujos de efectivo por 24,000,000 de pesos en sus propias empresas”, dijo Santiago Nieto previo a un encuentro con gobernadores de México.

“(También se detectó) la adquisición de seis vehículos de lujo en dos años: tres BMW, tres Jeep Cherokee; además de que la abuela, la señora Rebeca Jiménez, tiene la adquisición de tres camionetas de lujo, además blindadas; transferencias de dinero hacia Estados Unidos y un problema de defraudación fiscal”, añadió.

Las acciones de José Ángel, el pasado 10 de enero, sacaron a la luz el oscuro pasado de drogas en el que estaban involucrados su abuelo y su padre.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: