En el corazón de África, donde los paisajes exuberantes esconden historias milenarias, se encuentra el Parque Nacional Nyungwe una joya de biodiversidad y herencia cultural. Situado en el suroeste de Ruanda, este parque alberga uno de los bosques más antiguos del continente, un lugar donde la naturaleza ha resistido los cambios climáticos más extremos desde la última edad de hielo, según informó Telegraph. Con más de 1.000 kilómetros cuadrados de montañas, pantanos y valles oscuros, este ecosistema representa un ejemplo de cómo la conservación y la integración comunitaria pueden transformar un espacio natural en un destino de renombre mundial.
Este parque no siempre disfrutó del reconocimiento que ostenta hoy. Aunque fue declarado reserva en 1933, no obtuvo la protección de un parque nacional hasta 2005, según datos recopilados por Africa Geographic. Antes de ello, Nyungwe enfrentó amenazas constantes: tala de árboles, minería ilegal y caza furtiva. La introducción de cultivos como el té en la década de 1960 fragmentó su ecosistema, aunque las plantaciones actuales operan como cooperativas comunitarias y contribuyen a la economía local. Este balance entre desarrollo humano y preservación ambiental ha sido clave en la regeneración del parque, que en 2023 alcanzó el estatus de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El protagonismo de Nyungwe radica en su inigualable biodiversidad. Según National Geographic, alberga 13 especies de primates, lo que representa el 12 % de las variedades que habitan en África continental. Entre ellos destaca el chimpancé, cuya población estimada de 600 individuos está en aumento tras esfuerzos de conservación y censos recientes. Además, el parque es hogar de la mayor mega-tropa conocida de colobos blancos y negros, formada por más de 400 individuos, y de especies raras como el mono cara de búho, según Africa Geographic.
Para los amantes de la ornitología, Nyungwe ofrece un paraíso único. De acuerdo con datos de la UNESCO, es una de las áreas más importantes para la conservación de aves en África, con 317 especies registradas, incluidas varias endémicas de la grieta Albertina. Especies como el turaco azul y el búho de Albertina atraen a observadores de todo el mundo, quienes encuentran en este parque un destino ideal para aumentar sus listas de avistamientos. Según Telegraph, recorrer apenas dos kilómetros en un solo día puede revelar una diversidad de aves difícil de igualar.
Las infraestructuras en Nyungwe reflejan el esfuerzo por combinar accesibilidad turística y sostenibilidad ambiental. Desde 2010, la pasarela de dosel permite a los visitantes caminar a más de 75 metros sobre el suelo del bosque, ofreciendo vistas panorámicas que, como señala Africa Geographic, transforman la experiencia del turismo forestal.
Para quienes buscan mayor inmersión, nuevas opciones de alojamiento y aventuras, como recorridos en tirolesa o expediciones de varios días, prometen ampliar las formas de explorar este espacio único. Según Telegraph, un recorrido de tres días ya permite a los turistas experimentar de manera más profunda la vida en este ecosistema milenario.
Los logros de Nyungwe también se deben a individuos como Claver Ntoyinkima, galardonado con el Tusk Wildlife Ranger Award 2024, según anunció la cuenta oficial de Tusk Conservation en Instagram. Este guía y conservacionista ha dedicado más de 20 años a proteger y promover la riqueza natural del parque. Su historia personal, ligada al bosque desde la infancia, es un testimonio de cómo la pasión y el conocimiento pueden inspirar a las comunidades a valorar y preservar su entorno.
Nyungwe National Park representa una combinación única de historia, conservación y desarrollo comunitario. Desde su restauración hasta su promoción como destino turístico, este bosque sigue desafiando expectativas y reescribiendo su lugar en el mapa mundial de la biodiversidad