Oregon podría autorizar el uso terapéutico de hongos psicoactivos

En las inminentes elecciones nacionales, los residentes del estado podrán decir sí o no a la medida 109 que propone el uso de la psilocibina como parte de un tratamiento psiquiátrico contra la el estrés postraumático, la depresión y las adicciones, en instalaciones autorizadas y con supervisión médica

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Al votar la medida 109, los residentes de Oregon podrían convertir al estado en el primero en autorizar el uso terapéutico de psilocibina. (Madi/Wikimedia Commons)
Al votar la medida 109, los residentes de Oregon podrían convertir al estado en el primero en autorizar el uso terapéutico de psilocibina. (Madi/Wikimedia Commons)

El próximo 3 de noviembre, junto con la gran elección, la que decidirá el segundo término del presidente Donald Trump o el primero del ex vice Joe Biden, millones de votantes en los Estados Unidos decidirán sobre otras cuestiones. Los distintos estados presentan proposiciones o medidas para que se voten, por sí o por no, en sus jurisdicciones. En el caso de Oregon, la medida 109 permitirá que los residentes decidan si el territorio será el primero en autorizar el uso terapéutico de psilocibina, un hongo psicoactivo.

A diferencia la legalización del cannabis en ese estado, en 2014, la medida 109 no habilitaría el uso recreativo de la psilocibina en Oregon, ni su venta al público en general. Para eso se vota otra medida, la 110, que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de sustancias psicotrópicas, para consumo personal y no para comercio, y entre ellas se cuenta la psilocibina, además de la cocaína, la heroína, la oxicodona y la metanfetamina. La 109 tiene por fin autorizar la manufactura, el despacho y la administración de productos asociados a este hongo como parte de terapias que se realicen en instalaciones supervisadas y con licencia.

Si se votara favorablemente, no tendría aplicación inmediata: la medida propone un periodo de dos años para que las autoridades sanitarias de Oregon tracen las pautas para los tratamientos terapéuticos con el llamado “hongo mágico”.

La iniciativa quiere autorizar la manufactura, el despacho y la administración de productos asociados a la psilocibina como parte de terapias contra el estrés postraumático, la depresión y otros problemas de salud mental. (Alan Rockefeller/Wikimedia Commons)
La iniciativa quiere autorizar la manufactura, el despacho y la administración de productos asociados a la psilocibina como parte de terapias contra el estrés postraumático, la depresión y otros problemas de salud mental. (Alan Rockefeller/Wikimedia Commons)

Tom y Sheri Eckert, terapeutas de Beaverton e impulsores principales de la medida 109, presentaron estudios sobre el uso regulado de esta sustancia que se encuentra entre las controladas por la ley de 1970 y que solamente en los años recientes se legalizó para investigación científica. Entre otras instituciones de importancia que analizan los resultados de las terapias con psilocibina para tratar la depresión, el estrés postraumático y las adicciones se cuentan las universidades Johns Hopkins, la de California en Los Angeles (UCLA) y el Imperial College de Londres.

Los que apoyan la medida 109 argumentan que productos derivados de este hongo, en combinación con sesiones de terapia tradicionales, ofrecen beneficios notables y son seguros, en particular para aquellas personas que han recurrido sin éxito a otros tratamientos.

Chris Stauffer, investigador y profesor de psiquiatría, dijo a OregonLive que drogas psicodélicas como la psilocibina han mostrado “resultados enormemente positivos para reducir la depresión y el estrés postraumático".

Aunque es una sustancia controlada, la psilocibina está autorizada para la investigación científica, y hay trabajos importantes en las universidades Johns Hopkins, la de California en Los Angeles y el Imperial College de Londres. (Wikimedia Commons)
Aunque es una sustancia controlada, la psilocibina está autorizada para la investigación científica, y hay trabajos importantes en las universidades Johns Hopkins, la de California en Los Angeles y el Imperial College de Londres. (Wikimedia Commons)

Los pacientes en sus estudios —que incluyen a veteranos de guerra, personas que han sobrevivido al sida durante mucho décadas y adictos a la metanfetamina— desarrollaron una capacidad mayor dede afrontar el dolor y de establecer sentimientos de conexión con ellos mismos, los amigos y las familias que se habían perdido por años de traumas no resueltos".

Sin embargo, figuras prominentes de la medicina del estado, como la Asociación de Médicos Psiquiatras de Oregon, manifestaron al Statesman Journal que la iniciativa que se vota en la papeleta de elecciones generales "no es lo que parece y que los efectos de la terapia no han sido adecuadamente estudiados”. El grupo, que representa a más de 38.000 profesionales, se opone a la medida 109 por considerar que es “poco segura” y que realiza “promesas engañosas a aquellos residentes de Oregon que sufren problemas mentales”.

Aunque reconocen que “existe una cantidad de estudios promisorios”, los integrantes de la asociación subrayaron que “la ciencia todavía no indica que la psilocibina sea un tratamiento médico seguro para la salud mental”. Sheri Eckert, por su parte, recordó que Oregon tiene tasas de depresión, angustia y adicciones entre las más altas de los Estados Unidos, y que eso hace necesario que se pueda disponer de “mejores opciones de tratamientos de salud mental”, algo que “esta iniciativa ofrece, con supervisión y resguardos” profesionales.

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