Una mujer y su hijo de seis años asesinados en Virginia: un Día de San Valentín sangriento con una sospecha devastadora

El Condado de Fauquier está bajo conmoción por las revelaciones que surgen por el crimen del pequeño Wyatt y su mamá, Jen, de 34 años. El padre de la familia encontró los cuerpos y fue recibido a disparos al llegar a su vivienda

Compartir
Compartir articulo
Wyatt y Jen Norwood fueron encontrados asesinados el Día de San Valentín en su casa de Virginia. Los había matado el hermano mayor de la familia y fueron encontrados por su padre (Foto Familia)
Wyatt y Jen Norwood fueron encontrados asesinados el Día de San Valentín en su casa de Virginia. Los había matado el hermano mayor de la familia y fueron encontrados por su padre (Foto Familia)

Lo que debía ser un Día de San Valentín convencional terminó en la peor pesadilla. Josh Norwood, de 37 años, ingresó a su vivienda del Condado de Fauquier, Virginia, el pasado 14 de febrero por la noche para celebrar con su esposa y sus hijos la tradicional fiesta romántica. Pero lo que encontró en cambio fue una masacre y un baño de sangre.

Cuando cruzó la puerta de ingreso de su vivienda, Josh sintió algo extraño. Su pequeño hijo Wyatt no había ido corriendo a recibirlo, algo que hacía religiosamente cada atardecer cuando él retornaba de su trabajo. “Qué raro”, habrá pensado el hombre, quien había comprado flores para Jen, su esposa de 34 años y esperaba una cena en paz. Pero segundos después se dio cuenta que estaba inmerso en una ola de terror.

Un disparo proveniente del sótano rozó su cabeza. Corrió a buscar a su familia y a ponerla a resguardo. O al menos intentarlo. Lo primero que vio fue que había luces encendidas en la habitación de su hijo mayor, Levi, de 17 años. Pero el lugar estaba vacío. Pero en el living de la casa notó algo inusual: mantas por todos lados cubrían el piso. Cuando sacó una de ellas descubrió que el cuerpo sin vida de Jen estaba allí. Un charco de sangre la rodeaba. Descubrió otra de las mantas: allí estaba el pequeño Wyatt. Mismo estado.

Josh comenzó a gritar. Desesperado, desgarrado por dentro, lanzó alaridos de dolor. Esos que sólo salen una vez en la vida. Tomó su arma -la que nunca abandona- y disparó contra la puerta del sótano, aquella desde la que había recibido una bala de bienvenida. Y salió de lo que supo construir como un hogar. Corrió desesperado hasta la carretera hasta que detuvo a un automovilista al que le rogó que llamara al 911.

Al día siguiente, cuando toda su casa ya estaba acordonada y repleta de peritos forenses, un oficial se acercó para darle otra noticia: su otro hijo, Levi, era buscado por los homicidios. Había escapado hacia el sur por carretera. Fue apresado, finalmente en Durham, Carolina del Norte, a unos 400 kilómetros de Fauquier.

Josh habló con The Washington Post sobre su pesadilla. Reveló que responsabiliza a Levi por las pérdidas y que en el último tiempo se había mostrado algo depresivo. ¿Sería esa la causa de semejante atrocidad? Sin embargo, indicó que nunca tuvo conflictos en la familia y que jamás se vieron “banderas rojas” de alertas sobre su comportamiento. Al menos ninguna que pudieran predecir lo ocurrido.

Jen Norwood, fanática de la pesca, como su marido Josh y el resto de su familia (Foto Familia)
Jen Norwood, fanática de la pesca, como su marido Josh y el resto de su familia (Foto Familia)

Pero otro factor surge en la historia. En los últimos tiempos, Levi había estado saliendo con una adolescente afroamericana. De acuerdo a algunos, esto quizás enfrentó a ambos. Josh había sido acusado de ser un supremacista blanco por un polémico posteo que hizo en 2014 en su perfil de Facebook. “Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y el futuro de los niños blancos”. Es uno de las frases más repetidas por los supremacistas. El hombre jura una y otra vez que no pertenece a ningún grupo ultra.

A pesar de eso, las sospechas crecen: en las últimas semanas tanto Josh como Jen habrían presionado a Levi para que abandonara esa relación. Él mismo lo reconoció, aunque dijo que fue porque no lo veían bien, no porque ella fuera afroamericana. Ambos eran compañeros en el Liberty High School.

Josh asegura que a la pesadilla que le toca vivir ahora debe sumarle dos más: que sea acusado de racista y que su otro hijo haya causado ese dolor que perdurará por siempre. “No sabes qué sentir. Todo lo que tienes son solo preguntas de por qué y cómo. Cómo fue que tu pequeño niño creció para hacer algo así", indicó el hombre a The Washington Post.

Wyatt Norwood tenía seis años y fue hallado muerto debajo de una manta en el living de su casa del Condado de Fauquier, Virginia  (Foto Familia)
Wyatt Norwood tenía seis años y fue hallado muerto debajo de una manta en el living de su casa del Condado de Fauquier, Virginia (Foto Familia)

Éramos una familia común”, recuerda quebrado Josh, quien se casó con Jen cuando aún ambos estaban en al adolescencia y compartían conciertos de música metal. Tan chicos eran que ella debió pedir permiso a sus padres para poder contraer matrimonio con el joven hombre al que había conocido en una tienda de mascotas. Levi (cuyo nombre verdadero es Leviathan, la denominación de la serpiente que ambos padres amaban) creció y aprendió a cazar y pescar de la mano de su padre.

Respecto a las acusaciones de que presionaban a Levi a abandonar a su novia por su color de piel, Josh se esmeró en intentar ocultar esa parte de su vida, pese a los comentarios que recogió el diario norteamericano sobre sus prejuicios y odios. “No me importa eso”, dijo el hombre en relación a que la novia de su hijo fuera afroamericana. “Lo único que le dije fue: ‘Levi, esta chica tiene algunos problemas, está trabajando en algunas cosas, y ustedes no necesitan abatirse. No es necesario que las personas, que necesitan ayuda y apoyo, se alimenten unas de otras y que empeoren".

En los próximos días Levi será trasladado a Virginia, donde el fiscal del distrito Scott Hook deberá determinar si inicia el juicio ante un juzgado de menores o lo trata como a un adulto. El domingo, Josh deberá asistir al doble funeral de Jen y de Wyatt. “Todos los días por el resto de mi vida voy a despertarme, mirarme en el espejo, y voy a tener una cicatriz en la cara, la cabeza, como un recuerdo del peor día de mi vida, cuando se llevaron a mi familia", dijo el hombre.

MÁS SOBRE ESTOS TEMAS: