Un grupo de neonazis protestó frente a la Casa Blanca ante el repudio de contramanifestantes

Las autoridades desplegaron un fuerte operativo en la capital estadounidense para evitar que los ultraderechistas entren en contacto con los manifestantes de organizaciones civiles que repudian el extremismo y la discriminación, a un año de los violentos disturbios en Charlottesville

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Las autoridades desplegaron un fuerte operativo de seguridad (REUTERS/Jim Urquhart)
Las autoridades desplegaron un fuerte operativo de seguridad (REUTERS/Jim Urquhart)

Decenas de neonazis, gritando consignas y con símbolos fascistas y banderas de Estados Unidos, llevaron a cabo este domingo una protesta en defensa de "los derechos civiles de los blancos" en un parque frente a la Casa Blanca.

La manifestación comenzó sobre las 16.00 hora local (20.00 GMT) y concluyó una hora y media después, cuando comenzó a llover con fuerza.  Los convocantes preveían que 400 personas acudirían a la manifestación, según figura en el permiso que pidió al Ayuntamiento Jason Kessler, que el año pasado organizó otra protesta similar en Charlottesville (Virginia).

Lejos de esas 400 personas, ante la Casa Blanca se manifestaron solo una veintena de neonazis, según pudo comprobar la agencia EFE.

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Diversos grupos civiles se manifestaron contra los nazis (REUTERS/Leah Millis TEMPLATE OUT)
Diversos grupos civiles se manifestaron contra los nazis (REUTERS/Leah Millis TEMPLATE OUT)

Separados de los supremacistas solo por una cinta de plástico amarilla, activistas anti-nazis gritaban consignas y agitaban pancartas, mientras decenas de periodistas y cámaras de televisión captaban el momento de tensión.

"¡Anti-anti-antifascistas!", "Sin odio, sin miedo", "Defendámonos del supremacismo blanco", fueron algunas de la consignas pronunciadas por los contramanifestantes.

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Las fuerzas de seguridad buscaron evitar choques entre los manifestantes (REUTERS/Jim Bourg TEMPLATE OUT)
Las fuerzas de seguridad buscaron evitar choques entre los manifestantes (REUTERS/Jim Bourg TEMPLATE OUT)

Mientras tanto, los neonazis salían del metro envueltos en grandes banderas estadounidenses, mientras algunos lucían símbolos con la bandera confederada, símbolo de los estados del sur de Estados Unidos que defendían la esclavitud en la Guerra de Secesión contra los del norte.

La movilización de los extremistas tuvo lugar un año después de los disturbios en Charlottesville, Virginia, que dejaron un muerto y 19 heridos.

Manifestantes que se oponen a la marcha ultraderechista expresaron su rechazo el sábado en Washington (Reuters)
Manifestantes que se oponen a la marcha ultraderechista expresaron su rechazo el sábado en Washington (Reuters)

El 12 de agosto de 2017, centenares de neonazis tomaron las calles de Charlottesville en uno de los momentos más oscuros para la sociedad estadounidense de los últimos tiempos; hoy, esos mismos grupos llegan a la capital del país para reivindicar sus consignas xenófobas y supremacistas.

Al cumplirse el primer aniversario de aquellos incidentes, la red de extrema derecha "Unite the Right" protagonizará la nueva concentración en Washington.

El gesto amenazante de un ultraderechista en Charlottesville, en 2017 (AFP)
El gesto amenazante de un ultraderechista en Charlottesville, en 2017 (AFP)

Asimismo, se convocó una contra-manifestación en la plaza Lafayette, ubicada frente a la residencia presidencial.

"Unir a la derecha"

Los neonazis se reunieron en las afueras de Washington alrededor de las 14 (hora local, 18 GMT) para tomar el metro hasta el centro de la capital.

(Reuters)
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Antes de que los supremacistas tomaran las calles, una coalición de decenas de organizaciones reunió a sus activistas en una plaza cercana a la residencia presidencial al mediodía (16 GMT), y marcharon hasta el mismo parque al que posteriormente llegarán los xenófobos.

De acuerdo a su manifiesto, los organizadores de la contraprotesta buscaron mantener una separación "de lugar o tiempo" con los extremistas.

Las protestas tuvieron lugar un año después de los disturbios en Charlotesville (REUTERS/Lucas Jackson)
Las protestas tuvieron lugar un año después de los disturbios en Charlotesville (REUTERS/Lucas Jackson)

El jefe de Policía del área de Washington, Peter Newsham, aseguró esta semana en una rueda de prensa que garantizarían que los dos grupos permanezcan separados para evitar que se repita las situaciones de confrontación.

Reacciones del gobierno

El presidente Donald Trump expresó el sábado su condena a todo tipo de racismo. "Los disturbios en Charlottesville de hace un año causaron muertes insensatas y división", escribió en su cuenta de Twitter.

El mandatario había sido criticado el año pasado por no haber condenado claramente a los manifestantes neonazis tras los incidentes del 12 de agosto, que dejaron en evidencia el avance de la extrema derecha blanca.

"Debemos estar unidos como nación. Condeno todo tipo de racismo y acto de violencia. Paz para TODOS los estadounidenses", añadió en su mensaje previo a la manifestación de este domingo.

(Reuters)
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Sin embargo, el senador Mark Warner, demócrata por el estado de Virginia, insistió en que Trump despejó el camino para que los nacionalistas blancos difundieran "odio e intolerancia".

La que ofreció un mensaje claro la noche del sábado fue la hija del presidente, Ivanka Trump: "Hace un año en Charlottesville fuimos testigos de una desagradable muestra de odio, racismo, intolerancia & violencia", tuiteó.

"Mientras los estadounidenses tienen la bendición de vivir en una nación que protege la libertad, la libertad de expresión y la diversidad de opinión, no hay lugar para la supremacía blanca, el racismo y el neonazismo en nuestro gran país", agregó.

Estado de emergencia

Como precaución, tras haber quedado desbordadas durante los disturbios del año pasado, las autoridades declararon el estado de emergencia en Chalottesville y en todo Virginia para ayudar a la movilización de agentes y recursos tanto en la ciudad como en el estado.

En Charlottesville se dispuso una importante presencia de agentes de seguridad con patrullajes y vallados en el área circundante al centro, con solo dos puntos de ingreso para peatones.

Dos personas fueron arrestadas, una por traspasar el perímetro de seguridad y otra por conducta alborotada. Ambos fueron liberados y recibieron citaciones por faltas menores.

El sábado manifestantes antifascistas realizaron una marcha pacífica en la ciudad y muchas personas dejaron flores en un memorial en honor a Heather Heyer, muerta en los incidentes del año pasado.

La red ultraconservadora "Unite the Right" había obtenido en aquel momento autorización para una concentración en Charlottesville en protesta contra un proyecto de la alcaldía de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee.

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Al culminar la marcha se desencadenaron choques entre los supremacistas blancos y los contra-manifestantes, que fueron embestidos por un simpatizante neonazi causando la muerte de Heyer y dejando 19 heridos.

Aquella marcha había comenzado el 11 de agosto con cientos de simpatizantes neonazis, hombres que portando rifles, lanzando consignas nacionalistas y empuñando antorchas, en escenas que evocaron los mítines racistas del sur de Estados Unidos antes del surgimiento del movimiento por los derechos civiles universales.

Tras la protesta y los incidentes, Trump recibió duras críticas por haber establecido inicialmente una equivalencia moral entre ambos grupos de manifestantes, sin condenar directamente a los supremacistas blancos. Al día siguiente, dijo que había "culpa de ambas partes" por la violencia en Virginia, que los antirracistas llegaron "con palos en sus manos", y consideró que "había muy buena gente en ambos bandos".

Recién dos días después de aquellos incidentes y la ola de críticas, el presidente dijo que "el racismo es malvado y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio".

(Con información de EFE y AFP)