El gran regreso de C. E. Feiling: se reeditan 3 libros y sus editores explican la vigencia de su obra

Murió joven, a los 36. Fue leído con mucha atención y entusiasmo, pero luego sus libros dejaron de conseguirse. Este año sus novelas vuelven con grandes reediciones: "El agua electrizada" (policial, 1992) será editada por La Parte Maldita, "Un poeta nacional" (aventuras, 1993) por Alto Pogo, y "El mal menor" (de terror, 1996) por La Bestia Equilátera

Compartir
Compartir articulo
C. E. Feiling
C. E. Feiling

Si la literatura tiene alguna esencia, alguna función, algún significado trascendental, tal vez sea simplemente esto: ser leída. No es poca cosa. El mercado suele atentar contra muchos libros que, luego de ser leídos con atención y subrayados con fascinación, pasan a formar parte del pasado, o peor: del olvido. Las ediciones se agotan y sólo se consiguen, tal vez, en alguna librería de usados o en algún portal de e-commerce. Esto es lo que ocurrió con la obra de C. E. Feiling, autor de tres novelas y un libro de poemas. De pronto, sus libros se convirtieron en esferas del dragón. El rescate, que ya está en marcha, viene motorizado por tres editoriales independientes. El agua electrizada (1992) será editada por La Parte Maldita; Un poeta nacional (1993), por Alto Pogo; y El mal menor (1996), por La Bestia Equilátera, que también editará su único libro de poesía: Amor a Roma (1995).

“Era un placer que nos debíamos en la editorial”, cuenta Luis Chitarroni, editor de La bestia Equilátera. “Queríamos volver a publicar toda la obra de Charlie, pero Alto Pogo se adelantó, nos madrugó. Si bien El mal menor es la publicada más recientemente (por Piglia, en la magnífica colección que dirigía para el Fondo de Cultura Económica), para nosotros (la editorial) significa muchísimo”. Esa misma novela fue adaptada por Natalia Meta bajo el título El prófugo. Se filmó el año pasado entre Buenos Aires y Playa del Carmen con las actuaciones de Érica Rivas, Cecilia Roth, Daniel Hendler y Nahuel Pérez Biscayart. A principios de este año se proyectó en la Berlinale (Festival Internacional de Cine de Berlín) y compitió por el Oso de Oro. Aún no se estrenó en Argentina, pero ocurrirá pronto, cuando toda esta locura pandémica cese algunos metros. “¿Quién es ese tal Feiling?”, se preguntaban los alemanes después de ver la película.

Portada de "El agua electrizada", reeditada por la Parte Maldita
Portada de "El agua electrizada", reeditada por la Parte Maldita

Charles Edward Anthony Keith Feiling era su nombre, pero en el Registro Civil lo anotaron como Carlos Eduardo Antonio. En una entrevista de 1996 dijo: “Siempre sentí el nombre Carlos como una imposición ridícula, no porque tenga algo malo el nombre en sí. Firmo C. E. Feiling; tampoco me gusta firmar Charlie, porque no soy una estrella de rock. Todo el mundo me conoce como Charlie, pero tengo un detector del nacionalismo populista que son los tipos o tipas que insisten en llamarme Carlos”. Nació en Rosario el 5 de junio de 1961. “Fue accidental: los Feiling debieron escapar de las iras de una ex esposa del padre de Charlie, Geoffrey. Él y la madre, Elsa Gleason, lo criaron por medio —literalmente— de una nanny, Aurelia, cuya muerte a mediados de los ’90, poco antes de la de él, lloró con un dolor que contaba todo sobre su relación con ella”, contó la escritora Gabriela Esquivada, su esposa. Murió en Buenos Aires el 22 de julio de 1997, a los 36 años. Leucemia.

Portada de "Un poeta nacional", reeditada por Alto Pogo
Portada de "Un poeta nacional", reeditada por Alto Pogo

“Desde hace años que con Alejandro, mi socio en La parte maldita, tenemos una lista de autoras y autores que soñamos publicar. Y también estamos abiertos a nutrirnos de recomendaciones de Elizabeth Lerner, mi socia en Maten al Mensajero, y Mauricio Koch, quién acercó la idea de recuperar Habitaciones de Emma Barrandeguy. Eli nos acercó a la obra de Feiling, ella fue lectora primero hace muchos años pero además lo daba en sus talleres de escritura. Vimos que hacía muchos años no estaba editado y nos contactamos para buscar el libro”, cuenta Santiago Kahn. “Coincidió felizmente que también otras editoriales estaban tras otros títulos del autor, nos enteramos luego de que se había hecho una película adaptando uno de los libros. Es como que se alinearon los planetas”, agrega. Querían lanzarlo en la Feria del Libro “pero el país estalló por el aire”. Aprovecharon el tiempo, rediseñaron la estética de la editorial y en estos días sale El agua electrizada.

Marcos Almada, editor de Alto Pogo, ya lo había leído. “El agua electrizada me voló la cabeza”, confiesa. Con la editorial ya montada, se acercó a Gabriela Esquivada, para conversar sobre la reedición de esa novela. El tiempo pasó y Feiling volvió a meterse en el camino de Almada. Una mañana en un café porteño, Mariano Mandrake Vespa le obsequió Los cuatro elementos, la antología que hizo el Grupo Norma con las tres novelas de Feiling y un bonus track: un capítulo de La tierra esmeralda, novela inconclusa. Aún recuerda esa mañana. “Nos había interesado mucho por este trabajo de abordaje de distintos géneros. Nos parecía brillante y nos quedamos con las ganas, tras su muerte, de saber en qué locuras de género se hubiese metido. Y gracias a este regalo de Mariano me encontré con Un poeta nacional, una novela que yo no había leído. Enseguida me embarqué en esta aventura donde Charlie rescata, casi en un gesto de humor, la figura de Lugones”.

Dos ediciones ya viejas de "El mal menor" de C. E. Feiling
Dos ediciones ya viejas de "El mal menor" de C. E. Feiling

Sí, Leopoldo Lugones, el gran poeta nacional y figura del modernismo argentino, es el protagonista de esta novela. “Charlie lo hace subir a un barco y luego lo hace participar de una aventura diplomática hermosa en tierras heladas. Es una novela de aventuras, que se disfruta desde que uno la inicia hasta que la termina y donde es imposible no imaginarse esos parajes remotos, desolados, del fin del mundo. Ahí está la prosa y la pluma de Charlie para mostrar belleza. Belleza incluso donde hay violencia. Me encantó y la llamé enseguida a Gabriela y le dije: ‘Mirá, si te parece bien nos gustaría publicar en nuestro sello Un poeta nacional’. Y así fue. Así que le debemos un poco la publicación a Mariano, que además es un investigador de la obra de Charlie. Y ahí abrimos un camino de recuperación en la editorial, para publicar a autores que quizás no han tenido lectores de la nueva generación, como Dalmiro Sáenz y Miguel Briante”.

Surge, entonces, la pregunta por el lugar de Feiling en la literatura argentina. “Un lugar incierto, como el de casi todos los que escribimos en este valle de lágrimas. Ya veremos qué reservan los paraísos fiscales de la eternidad”, responde Luis Chitarroni y se imagina a los nuevos lectores de Un mal menor, inquietos y atentos, frente a “una novela de terror extraordinaria y una profecía sobre la importancia de los géneros, en lo que a narrativa se trata. Y en todo, en general. Vamos a volver a sacar un ‘raro’ de Charlie, Amor a Roma, el único libro de poemas que nos legó. Como Juani Saer, nunca dejó de escribir poemas, y quería juntarlos en un solo volumen de título abarcativo”. Sobre ese género, Feiling dijo: “El tiempo del poema es muy raro. También es una cuestión de época. En el siglo XVIII la novela no era la forma literaria dominante: había que escribir poemas. La novela es la forma dominante de este siglo, y creo que del que vendrá”. No se equivocaba.

C. E. Feiling
C. E. Feiling

“Editar implica una operación de selección que siempre es ideológica, estética y política —sostiene Elizabeth Lerner, editora de La Parte Maldita—: nosotres como editorial elegimos a Charlie Feiling porque es un autor que quedó rezagado en los últimos años ante la imposibilidad de conseguirlo en las librerías desde hace tiempo. En este momento en que hay un auge de la revisitación de la literatura de terror y la literatura policial, ya no como géneros marginales de la literatura argentina, reeditar a Feiling es recuperar géneros literarios. Es una obra única. Es un escritor argentino pero con una fuerte influencia anglosajona, tanto desde lo familiar como desde su habitus, su formación académica. Es un escritor para descifrar: que tiene una fascinación porque tiene esa combinación extraña de Florida y Boedo a la vez. En El agua electrizada tiene muchas citas en otros idiomas, sin traducir, le pide mucho al lector”.

Además, agrega Lerner, “Feiling demanda un lector activo que tiene que reconstruir a partir de estas citas todo un período de la historia argentina (la dictadura) pero también resolver un crimen. Reeditar es también volver a enamorarse de un autor, de un libro, y querer que lectores nuevos puedan conocer y enamorarse. Rescatar es también volverlo a situar en la discusión pública. Volver presente a un autor único”. “Es uno de los integrantes de un podio de grandes escritores y escritoras —sostiene Marcos Almada—, y cuando digo podio no me refiero a una competencia. Ahí podemos nombrar a Héctor Libertella, Miguel Briante, Sara Gallardo, Silvina Bullrich... Son intelectuales de una talla importantísima porque, además de grandes escritores, han sido grandes lectores. Y generosos. Charlie es un escritor fundamental. Queremos que lo vuelvan a leer muchos que ya lo leyeron y a los que no: que entiendan que hay un escritor que se estaban perdiendo”.

* Sobre estas reediciones de la obra de Charlie Feiling se hablará en “La recuperación necesaria”, la charla que darán Luis Chitarroni e Hinde Pomeraniec en la Feria de Editores el sábado 8 a las 15 horas en vivo por YouTube.

SEGUÍ LEYENDO