Polémica en las redes: ¿Están “Machirulo” y “Feminazi” en camino de ser aceptadas por la RAE?

La Real Academia Española respondió en Twitter sobre el significado de estos neologismos y despertó la ira de los usuarios, que acusaron a la institución de avalarlos, aún cuando se aclaró que aún no forman parte de su diccionario. Infobae Cultura dialogó con una especialista para conocer cómo el organismo acepta o no los nuevos términos

Compartir
Compartir articulo
La RAE volvió a despertar la ira de muchos usuarios en las redes sociales
La RAE volvió a despertar la ira de muchos usuarios en las redes sociales

En una época en que el lenguaje está en discusión, en el que los cambios -empujados por las redes sociales- parecen afirmarse con mucha mayor rapidez en el habla cotidiana, la RAE (Real Academia Española) busca la manera de consolidarse, de ganar en el territorio de las nuevas tecnologías, aunque en sus intentos puede trastabillar, tal como le sucedió durante el fin de semana, cuando respondió sobre los términos "Feminazi" y "Machirulo" y recibió una catarata de tweets que criticaron un supuesto "aval".

Todo comenzó, esta vez, cuando la institución ingresó en el debate que tenían dos usuarios -@DStoermann y @Antifeminaziis, cuenta suspendida por Twitter después del intercambio- para aclarar que "La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'".

Este aporte fue tomado como que la RAE aceptaba el uso del término y que de esta manera la avalaba, por lo menos así lo entendieron muchísimos usuarios. Desde un "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal" a "¿Y desde cuándo ustedes definen -y justifican- el uso de una palabra que no está en el diccionario? 'Este neologismo de reciente creación que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones', ¿eso no aplica con el lenguaje inclusivo ni otros por los HUEVOS DEL CM?" o "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal"

El ente, rápido de reflejos, también contestó mediante la red social del pajarito: "Disculpe, solo hemos comentado, como respuesta a una consulta, el origen de este neologismo de reciente creación, que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones".

Y aquí es una de los grandes problemas que se encuentra la RAE ante el nuevo ágora del debate del lenguaje, las redes sociales. Los tiempos del lenguaje en la vida cotidiana son mucho más veloces que los de su institucionalización y si bien el ente regulador del idioma español busca aclarar dudas -aún cuando clarifica que no forman parte de sus diccionarios- el hecho que ingresen en el debate puede generar malos entendidos.

"Hace algunos años que la RAE está tratando de actualizarse. Están buscando acercarse más a la población. No es un proceso nuevo, si se tiene en cuenta que hace dos décadas la base de datos comenzó a tomar las nuevas palabras de distintos lugares de habla hispana", explica a Infobae Cultura Silvia Ramírez Gelbes, doctora en Lingüística, profesora Adjunta en la cátedra de Corrección de Estilo de la Universidad de Buenos Aires y profesora principal de Cátedra de la Universidad de San Andrés.

En ese sentido, Ramírez Gelbes ejemplifica: "Hace poco tiempo, en el diccionario incorporaron el ESP, cuando reconocen que es una acepción española. Antes no aparecía discriminado, pero ahora está igualada las descripciones de España a la del resto de los países".

En cada nueva edición, la RAE asimila neologismos
En cada nueva edición, la RAE asimila neologismos

Además, asegura, que las explicaciones sobre los neologismos no deberían ser tomados como una expresión de aval: "Es cierto que tratan de responder de manera rápida, pero la RAE tiene una regla por la cual un término se incluye cuando ya tiene cinco años de uso. Se toman un tiempo prudencial para hacerlo".

Esta no es la primera vez que la RAE se encuentra envuelta en una polémica. En marzo pasado, por ejemplo, modificó la quinta acepción del adjetivo "fácil" para que deje de referir a una "mujer que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales" y pasó a ser una "persona".

El año pasado, luego de que se juntaran 200 mil firmas, también cambió el significado de "sexo débil", que a su definición de un "conjunto de las mujeres" se adicionó que su uso tenía una "connotación negativa". En aquella oportunidad, también decidió corregir otras como "revoque", que pasó a ser "maquillaje excesivo" sin importar el género -antes era "de una mujer"-, "edén", que ya no es la tierra de Adán, sino que también la compartió con Eva o incluso "himno", que se utilizaba para exaltar las proezas de un "gran hombre", pero ahora de una "persona".

Para la especialista uno de los problemas comunicativos que afronta la RAE es su sesgo español: "A veces confronta con una mirada española. En el caso de 'Machirulo', por ejemplo, no es lo mismo 'chulo' en Argentina, que en España, que puede ser tanto lindo como gigoló. Sus respuestas pueden estar sesgadas, ya que que por contestar rápido no consultan a las academias del lenguaje locales".

"No se debe tomar estas explicaciones como definitivas. Lo que sucede es que estamos acostumbrados a que durante el siglo XIX y XX eran una referencia ineludible. No por nada existe la expresión 'lo dice la RAE', aunque 'Machirulo' y 'Feminazi' no estén registradas, una persona que no conoce cómo es el circuito puede confundirse. Es una forma de brindar un servicio. Con esto se acercan al público más general y buscan salir del encierro de los 'especialistas iluminados'", finaliza.

La polémica sigue abierta y será cuestión de tiempo para conocer si finalmente ingresan al diccionario y, en caso de hacerlo, de qué manera se las define.

SIGA LEYENDO

Machirulo, feminazi, minitah y otras palabras del nuevo diccionario de la era feminista

Karina Galperín: "La sobreactuación contra el lenguaje inclusivo es esperable porque es una disputa entre generaciones"