Reforma tributaria: Fedesarrollo advierte riesgo sobre el impuesto a las exportaciones de petróleo, carbón y oro

El proyecto de reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro espera recaudar 25,9 billones de pesos

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Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo. FOTO: DNP
Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo. FOTO: DNP

La presentación del proyecto de reforma tributaria del presidente Gustavo Petro ha generado cientos de reacciones, principalmente de los gremios productivos. Todos, con comentarios a favor y otros no tanto o con algunas adverencias.

Este miércoles se sumó el pronunciamiento de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) por medio de su director ejecutivo, Luis Fernando Mejía.

Mejía, en primer lugar, aseguró que hay inquietudes sobre el cálculo del impacto en el recaudo en 2023, dado que el grueso de la reforma viene por aumentos en el pago de impuesto de renta para empresas y personas, por lo que el impacto pleno debería verse solo hasta 2024.

También, que luce riesgoso incorporar como un ingreso permanente (10 años) el impuesto a las exportaciones de petróleo, carbón y oro, que están sujetas a variaciones abruptas en los precios.

“Ajustando nuestros cálculos esta reforma recaudaría cerca de 1 % del PIB. No es claro cuánto sería gastado y cuánto usado para reducir el déficit. Es decir, no se sabe cuál es el tamaño del ajuste. La necesidad de cumplir con la regla fiscal implica que también es necesario incluir los efectos esperados sobre el gasto y el déficit fiscal”, advirtió Mejía.

También aseguró que se debe revisar la viabilidad de reducir gradualmente la tarifa de renta para las empresas, siempre y cuando se logren eliminar la mayoría de las exenciones. “La reforma también debe apuntarle a impulsar el crecimiento económico, la fuente primordial de reducción de la pobreza”, agregó.

Reforma Tributaria acoge recomendaciones

Por otro lado, dijo que el proyecto acoge buena parte de las recomendaciones hechas por Fedesarrollo en cuanto a tributación a empresas, personas e impuestos indirectos.

Dijo que en tributación a empresas se acoge parcialmente la propuesta de eliminar las exenciones sectoriales, de revisar y eliminar las zonas francas, especialmente las uniempresariales, y de eliminar el descuento del ICA. No obstante, no se acoge la idea de reducir la tarifa del impuesto de renta.

En tributación a personas, anotó que se avanza en progresividad en la tributación de los ingresos más altos, se incluyen los ingresos pensionales como renta líquida gravable (desde 10 millones de pesos) y se introduce un impuesto al patrimonio. A su vez, que no se acoge la propuesta de ampliar la base gravable.

Entre tanto, en impuestos indirectos, enfatizó que se acogen las propuestas de eliminar los días sin IVA, de introducir impuestos a las comidas y bebidas no saludables y de incluir el carbón térmico en el impuesto al carbono. Así mismo, que no se acoge la idea de ampliar (muy gradualmente) la base gravable del IVA.

Mejía concluyó diciendo que otras medidas no consideradas por Fedesarollo que incluye el proyecto de reforma tributaria son la eliminación de la deducibilidad de las regalías, la introducción de un impuesto a las exportaciones de petróleo, carbón y oro y la unificación de tarifas en dividendos, herencias, donaciones y otros.

Ministro de Hacienda defendió la reforma

Unas horas antes de lo dicho por Fedesarrollo, el ministro José Antonio Ocampo defendió al proyecto de reforma y aseguró que “todas las reformas tienen debate y esta no es la excepción, es un proceso que comienza”.

De acuerdo con Ocampo, “esta es una reforma justa y redistributiva”, pero no descartó que la iniciativa que contiene 69 artículos y busca recaudar 25 billones de pesos tenga ajustes.

Vale mencionar que la reforma, promete “disminuir las exenciones inequitativas de las que gozan las personas naturales de más altos ingresos y algunas empresas, así como cerrar caminos para la evasión y la elusión tributaria”. A su vez, también “pretende lograr los recursos suficientes para financiar el fortalecimiento del sistema de protección social”.

La reforma tributaria busca la reducción de los beneficios tributarios para quienes tienen mayores ingresos para redistribuir las rentas hacia las familias colombianas más vulnerables y, pretende “cerrar los caminos para la evasión y la elusión tributaria”.

En ese sentido, el proyecto de ley está enfocado en aquellos que tienen ingresos mayores a los 10 millones de pesos y no en la clase media, por lo que ese ingreso adicional de la reforma provendrá del 2,4 % de los colombianos. Con respecto a los pensionados, solo el 0,2 % contribuirán al recaudo.

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