Así va la investigación del asesinato del esmeraldero cerca al parque de la 93, en Bogotá

Uno de los sospechosos de la muerte de Maximiliano Cañón fue detenido por las autoridades, que siguen las indicaciones sobre los autores intelectuales y las razones del homicidio

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Foto: Archivo
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En la tarde del pasado 2 de junio un hombre fue asesinado en las inmediaciones del Parque de la 93, en Bogotá. La víctima fue identificada como Maximiliano Cañón, un reconocido nombre en el gremio de los esmeralderos, y el hecho ocurrió, más exactamente, a la entrada de un sitio llamado Lobo Feroz.

Cañón era un férreo opositor del clan de Pedro Orejas y su muerte supone para las autoridades el inicio de una nueva guerra esmeraldera en Bogotá.

Según las primeras versiones de la Policía, dos hombres a bordo de una motocicleta dispararon dos veces contra Cañón y huyeron de inmediato. Pese a que fue trasladado con rápidez a la Clínica Los Nogales, falleció. Las autoridades acordonaron la zona del crimen y revisaron las cámaras del sector para hallar elementos que aportaran a la investigación. La esposa de Cañón le acompañaba al momento del atentado y salió ilesa.

Los dos implicados ya se encuentran en poder de la Policía Metropolitana de Bogotá y han comprobado que el homicidio se ocasionó por un ajuste de cuentas. Maximiliano Cañón, quien pagó una pena por narcotráfico en Estados Unidos, fue señalado de asesinar a Pedro Simón Rincón en 2014, el hijo de Pedro Nel Rincón, alias Pedro Orejas, que se encuentra hoy en una cárcel norteamericana pagando una sentencia de 19 años y medio por narcotráfico.

Cabe recordar que Pedro Orejas era uno de los esmeralderos con más poder en Boyacá y tuvo contactos con la política y el narcotráfico durante esos años. A finales de 2021, le fue impuesta una medida cautelar de suspensión del poder dispositivo, embargo y posesión de más de 700 bienes.

Varias dudas quedan después del asesinato de Cañón y desde ya, las autoridades investigan las posibles conexiones con otros ‘pesos pesados’ del gremio esmeraldero.

Hablar de este conflicto implica remontarse a la década del 50, con la aparición de los ‘Pájaros’ en Boyacá. Con Efraín González, alias ‘Siete colores’, el negocio esmeraldero vio un incremento importante en el departamento. González se alió con varios comerciantes del gremio y así consiguieron el control de las minas de Peñas Blancas, en las cercanías de Muzo. En ese momento, González se convirtió en uno de los bandidos más célebres del país en la segunda mitad del siglo XX. Por él, la guerra contra los liberales se acrecentó. Terminó muriendo, abatido, en 1965.

A partir de entonces, varios nombres han entrado al negocio, involucrándose además con la política y el narcotráfico. Los más conocidos son los de Gonzalo Jiménez ‘Gacha’, Gilberto Molina, Víctor Carranza, el ya mencionado Pedro Nel Rincón, y Luis Murcia Chaparro, entre otros. Todos se disputaban el dominio territorial de la ruta de las esmeraldas. La guerra empezó con la muerte de Efraín González y se extendió hasta 1975, dejando algunos restos en los primeros años de las décadas de los 80 y una parte de los 90.

Hubo más de 1.200 muertos en los municipios de Chiquinquirá, Muzo, Coscuez, Borbus y Somondoco, además de uno que otro en la ciudad de Bogotá. Para 1980, en Muzo, llegaron a morir 35.000 guaqueros.

A comienzos de 2021, Jorge Enrique Gómez, asociado a esta actividad, y su escolta fueron asesinados dentro de un parqueadero en el centro de Bogotá. Gómez era pieza clave del clan del fallecido Víctor Carranza, el cual sostuvo un prolongado conflicto con el clan de Orejas. Y en marzo de 2022, Alcibiades Moreno fue acribillado en el municipio de Muzo, Boyacá.

Así pues, la muerte de Cañón tiene en alerta a las autoridades y llenos de dudas ante la forma como se han venido dando las distintas ejecuciones. Históricamente, los esmeralderos han operado con grandes comitivas o milicias para cometer los crímenes. Ahora, lo hacen de manera aislada, acudiendo a sicarios. Las investigaciones están enfocadas en lograr el rastreo de los distintos nombres implicados en esta nueva ola del conflicto esmeraldero.

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