Alejandro Gaviria aseguró que luego del cáncer no pensó ser candidato a la Presidencia: “Imaginaba mi vida muy distinta”

A sus 55 años, luego de enfrentar un cáncer en el sistema linfático con pocas posibilidades de sobrevivir, el hoy candidato presidencial afirmó que aunque parezca contradictorio, le comentó a sus médicos y familia cómo se sintió abocado a vivir esta experiencia

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En la foto: Alejandro Gaviria. (Colprensa-Alvaro Tavera).
En la foto: Alejandro Gaviria. (Colprensa-Alvaro Tavera).

Auto proclamado amante de la poesía y los versos diarios, con una mirada analítica de las personas que lo rodean y un buen sentido del humor, Alejandro Gaviria, dio el paso a lo que hace un año afirmó jamás aceptar, el luchar por la presidencia de Colombia, en medio de un panorama socio-económico difícil y una política poco definida.

En entrevista con la revista Bocas, el exministro de salud y exrector de la Universidad de los Andes, hizo revelaciones de su niñez, como padre y esposo, además de ser un sobreviviente del cáncer, tema que causó bastante curiosidad, pues desde 2017, cuando lo diagnosticaron, le recomendaron desde entonces tener tranquilidad, tema que no es filial con la labor política de campaña o de una presidencia.

En diálogo con el medio, este hombre de 55 años, nacido en Chile, pero criado en Medellín - Colombia, que ha logrado publicar 10 libros, cinco en los últimos cinco años, así como docenas de textos académicos y periodísticos, se confesó total admirador de los libros y en especial de los poetas Wisława Szymborska, de Polonia, y el venezolano Eugenio Montejo.

Este Ingeniero Civil, con gustos por el rock y el vallenato, sostuvo que el aceptar el llamado que le hizo la comunidad estudiantil para ser presidente no fue sencillo, pues inicialmente se negaba a ello, por su salud y porque pensaba en su familia; sin embargo, cuando tomó la decisión, su esposa lo apoyó, a pesar que su hija, de 25 años, no lo tomó bien y su hijo menor se vio temeroso, obtuvo esa base para emprender ese camino.

“Pasó algo que parece ser contradictorio con esta nueva etapa de mi vida y es que yo les decía a mi esposa y a todos mis amigos que yo vivo como en un mundo en donde los temas de logros personales y ambiciones ya no existen. En el fondo es paradójico porque, después de esa experiencia, yo imaginaba mi vida muy distinta, mucho más tranquila. Incluso, cuando iba a asumir la rectoría de Los Andes, me dije: “Esto ya es demasiado”. Quería estar tranquilo y mire dónde estoy. Hay un destino que uno no controla plenamente. Y claro que hay una especie de contradicción ahí”, manifestó Gaviria al medio.

Alejandro Gaviria oficializó su candidatura presidencial. Foto: Captura
Alejandro Gaviria oficializó su candidatura presidencial. Foto: Captura

En cuanto a su salud, varios médicos y especialistas que lo trataron siempre le han advertido que es importante que esté tranquilo, pues su salud se debe cuidar y el tema de la política no tiene nada de salud, pero uno de sus más cercanos médicos le dio el aliento que deseaba.

“Yo le pregunte: “¿Cierto que esta vaina es muy estresante?”. Él me miró, sonriente tras la pantalla, y me dijo: “¿Sabe qué, Alejandro? Tiene mi voto”. Como quien dice, no me ponga a mí a tomar una decisión, usted está bien, adelante”, contó Alejandro a Bocas.

Al cuestionarlo por figuras del ámbito político y de sus percepción de ellos, Gaviria contó episodios en los que por ejemplo reveló que tiene aprecio hacía el expresidente Santos, luego de su visita al enterarse de su diagnóstico de cáncer, pues lo visitó en su casa.

Al igual, reveló que al expresidente Uribe, con quien trabajó de cerca, no es muy bueno con los temas de humor, ya que en una reunión, cuando él hizo un comentario este le dijo que no era adecuado el momento.

“Estábamos en un grupo comunitario en Pereira y yo era subdirector del DNP. Había una propuesta de unos créditos españoles, créditos blandos para el zoológico de Pereira, pero esos españoles ponían muchas condiciones. Él me dio la palabra y dije: “Están poniendo tantas condiciones los españoles que hasta nos van a pedir un elefante español”. Él me miró muy bravo y dijo: “No es el momento para chistes, Alejandro”, confesó el actual candidato.

Mientras que, por el lado de Gustavo Petro, tuvo una opinión más fuerte, pues claramente, respecto a los últimas desatinadas informaciones acerca de él, su mirada es curiosa, pues revela que en alguna ocasión, cuando era ministro de Salud tuvo un encuentro con Gustavo, quien para entonces era alcalde de Bogotá, y al ingresar a su oficina vio su escritorio lleno de una montaña de libros y “me llamó la atención porque yo soy muy psicorrígido. Dos formas de pensar: la mía mucho más esquemática, uno, dos, tres, cuatro, cinco, con marco teórico. Y la de él, un poco como el objetivo: cosas aquí y allá. Tampoco quiero decir que eso lo caracterice. Solo me llamó la atención”, manifestó Gaviria.

Los candidatos presidenciales Gustavo Petro y Alejandro Gaviria. Fotos: Colprensa
Los candidatos presidenciales Gustavo Petro y Alejandro Gaviria. Fotos: Colprensa

Al abordar su trabajo como ministro, habló de la ley 100 y en cierta medida la defendió, pues destacó que gracias a esta en Colombia se tiene un mirada universal del derecho a la salud, asimismo aseguró:

“Si uno va a un hospital privado en Colombia se va a encontrar con pacientes de orígenes económicos diferentes y yo creo que esa condición igualitaria que tiene la Ley 100 es uno de los avances sociales más importantes que ha tenido Colombia en los últimos 25 años. Y eso yo lo defiendo”, indicó Gaviria.

Sin embargo, también habló de lo malo, y especificó que la corrupción es lo que tiene mal la salud en Colombia, pues ha acabado buena parte de su legitimidad, “lo que pasa es que la Ley 100 se asocia como lo peor que le pasó a la salud de los colombianos, y no fue así. El que diga eso no conoce el sistema de salud”, dijo Alejandro.

Con respecto a Duque, el exministro señaló que él día del asesinato de Javier Ordoñez, el presidente salió hablar a la nación luciendo una chaqueta de la Policía, algo que para él lo hizo pensar en la falla de comunicación y de contexto por parte del mandatario.

“Duque, en lugar de salir a defender los derechos humanos y decir: “Hay cosas que son inaceptables desde el Estado”, se puso una chaqueta de la Policía. Eso es estar desconectado. A esa imagen le faltó vehemencia normativa, le faltó decir que el Estado tiene que tener otra voz en la defensa de los derechos humanos, que tiene que ser irrestricto en todos los casos. Esa imagen me parece muy compleja”, señaló Gaviria.

Al finalizar, habló de su experiencia con el LSD, la cual escribió en su libro ‘Otro fin del mundo es posible”, de la que reveló que logró dar perdón a un momento de su niñez y que le ayudó a tener una mirada retrospectiva.

“En la juventud tuve unas pocas experiencias con cannabis. Nunca he probado la cocaína. Si la sobriedad es un requisito para ser presidente, pues la tengo, tal vez demasiada. Ahora me cae mal hasta una copa de vino. ¡Una cosa muy berraca!”, sostuvo en diálogo con el medio.

Se declaró defensor en la lucha contra el uso del glifosato e insiste en que aún falta mucho por abordar del aborto en Colombia y que apoya la existencia del Esmad, pero con una labor de respeto irrestricto a los derechos humanos.

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