Polémica por el despido de diplomático que denunció supuesta corrupción en la Misión de Colombia ante la ONU

Los hechos estarían relacionados con Adriana del Rosario Mendoza Agudelo, exembajadora de Colombia ante la Naciones UNidas, investigada por la Procuraduría por el presunto despilfarro de dineros públicos en comida y muebles propios.

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La Embajada de Colombia ante la ONU, con sede en Ginebra, Suiza, se vió envuelta en un proceso adelantado por la Procuraduría General de la Nación por presunta corrupción por parte de Adriana del Rosario Mendoza Agudelo, exembajadora de la misión. Uno de los diplomáticos, Nicolás Ávila, fue quien denunció los supuesto hechos de corrupción, pero según indica él en una carta, fue acosado sistemáticamente desde la denuncia y despedido seis meses después.

Esta es la carta:

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Este despido causó polémica entre analistas y expertos en diplomacia, quienes tildaron el caso como “indignante” y criticaron al Gobierno de Iván Duque por no tomar cartas en el asunto.

Estos son algunos de los trinos:

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En el caso, W Radio supo que Nicolás Ávila Venegas, hasta el pasado viernes 5 tuvo empleo y, en una comunicación conocida por el medio radial, expresa que lo retiraron de su puesto de trabajo por haber hecho públicos actos de corrupción y acoso laboral. Por esto, dice Ávila, fue perseguido por las directivas de la Cancillería. De acuerdo con su testimonio, los funcionarios “no cesaron hasta retirarlo del servicio exterior”.

El mismo medio reportó que el diplomático, en junio de 2020, elevó una comunicación a la canciller Claudia Blum acerca del caso. Además, ya habría elevado quejas a Carlos Holmes Trujillo, fallecido ministro de Relaciones Exteriores, en 2019. Según Ávila, Mendoza habrían cometido actos de acoso laboral contra él y otros funcionarios. Por esto, tuvieron que buscar ayuda médica profesional.

El entonces canciller Trujillo García nunca dio respuesta a mi comunicación, jamás el despacho del canciller se comunicó conmigo con el fin de indagar sobre las denuncias que ponía de presente y tampoco el Ministerio inició algún proceso para asegurar el bienestar físico y mental de sus funcionarios, como es la obligación de ley”, reza la misiva, conocida por W Radio.

“Pido a usted realizar las investigaciones exhaustivas a las que haya lugar y en caso de que requiera mi testimonio, estaré presto a rendirlo”, concluyó el joven diplomático.

Ahora, sin su puesto de trabajo, el politólogo e historiador expresó que, en Colombia al corrupto le pagan y el que denuncia la paga”. Sin embargo, la versión que sostiene el decreto de retiro dice que su cargo era de carácter provisional y podía ser retirado en cualquier momento, según conoció el medio. Incluso, el ministerio dice que, como dice la ley, ya hay una funcionaria de carrera diplomática que asumirá de manera permanente el cargo.

Las cifras del despilfarro

En mayo de 2020, el portal Cuestión Pública reveló una investigación que evidenciaría la vida “de maravillas” que se dio Mendoza Agudelo en Ginebra, la costosa ciudad suiza en la que debe ejercer sus funciones.

Según determinó el medio, invitaba con dineros del Estado a subalternos e, incluso, al entonces canciller Carlos Holmes Trujillo. Según la investigación, una invitación a una de sus subalternas, que hizo pasar como un gesto personal, fue pasada como un acto oficial y costeada con dineros de los impuestos de los colombianos. Dicha comida, que incluyó botella de vino y postres, sumó 175.50 francos, lo que equivaldría a cerca de 600 mil pesos colombianos. Es decir, cerca del 68% de un salario mínimo para 2020.

Cuando el entonces canciller Trujillo viajaba a Ginebra, no faltaba en visitar a la embajadora del país en la capital suiza. A finales de 2019, almorzó con Mendoza en una invitación que le hizo junto a otros funcionarios de dicha institución que pasó como gasto de representación

Cinco días después, hubo otra invitación de Mendoza a Trujillo que, con botella de vino incluída, le costó al país 1.486.000 pesos al cambio.

El mismo medio reveló también los precios elevados de los muebles que Mendoza pidió a la Cancillería de Colombia para su residencia. Primero, solicitó 34 millones de pesos para los mismos y después, como objetos faltantes, pidió un total de 72 millones de pesos para culminar la renovación de muebles. Entre las necesidades, Cuestión Pública determinó que se encontraba una plancha de ropa de 500 euros, es decir, 1.864.385 pesos para esa época.

Entre los objetos más escandalosos está una camioneta BMW X3, a nombre de la embajadora, la cual compró sin IVA por pasarla como una compra para la Misión Diplomática de Colombia ante la ONU en un caso de posible fraude ante las autoridades suizas.

Si bien esta denuncia se hizo pública el año pasado, hasta ahora el Ministerio Público toma la determinación de indagar en los hechos para comprobar la inocencia o culpa de la embajadora.

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