Absuelto hijo del ex alcalde de Bogotá, acusado de abusar sexualmente de su propia hija

Diego Pardo Cuéllar, que ahora está libre, pasó seis años detenido. El empresario recupearía el derecho de visitar nuevamente a su hija, que hoy en día tiene nueve años.

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'Todos con Diego' es un movimiento que estuvo siempre a la defensa del empresario y que, además, contaba con redes sociales como Facebook.
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El juzgado 48 penal del circuito con funciones de conocimiento de Bogotá decidió dejar en libertad, y absolver de los cargos, a Diego Pardo Cuéllar, un empresario, hijo de Diego Pardo Koppel, alcalde de Bogotá en el periodo 1985 - 1986, quien había sido acusado de abusar sexualmente de su propia hija hace seis años.

Pardo estaba siendo investigado por el delito de acto sexual con menor de 14 años (agravado). Según el informe de la Fiscalía, el administrador de empresas había abusado sexualmente de su hija cuando ella tenía entre 3 y 4 años de edad.

Todo se remonta a 2013, cuando Pardo, y su esposa, en ese entonces, María Margarita Herrera, se encontraban en proceso de divorcio. Además de los arreglos materiales, la custodia de la niña era uno de los inconvenientes que tenían en conflicto a la pareja. Finalmente, una decisión judicial determinó que la custodia fuera compartida, por lo que Pardo podía llevarse a su hija cada quince días con él, períodos durante los cuales, supuestamente, se habrían cometido los abusos.

Según la Fiscalía, y la primera denuncia que hizo la madre de la menor ante el despacho de familia de Chapinero, Pardo, quien tuvo derechos de custodia compartida sobre la niña entre septiembre de 2014 y marzo de 2015, el hombre “la besaba en la boca y la tocaba en sus partes íntimas”.

Sin embargo, a pesar de la denuncia de la madre, quien se apoyó en testimonios de otras personas, como Jaqueline Pérez, quien trabajó como empleada doméstica en la casa que compartía la ex pareja, e incluso el de la misma niña, el juzgado 48 absolvió Diego Pardo Cuellar, quien hoy se considera inocente debido a la ausencia de pruebas contundentes por parte de la Fiscalía. “El testimonio de la niña aporta muy pocos elementos para tener como demostrados los hechos jurídicamente relevantes plasmados por la Fiscalía en la acusación; es decir, si bien admite que su padre Diego Pardo Cuellar le besó en sus partes íntimas, el aparente paso del tiempo no le permitió recordar más detalles, como el lugar o la edad que tenía para aquel entonces”, sentenció el juzgado.

Y es que, según el juzgado, la versión de la niña tiene inconsistencias en cuanto al lugar en donde habrían ocurrido los abusos, entre otras cosas que serían probatorias en la investigación. “La menor no recordó aspectos sobre cómo era la casa donde suceden los hechos, tampoco sobre quién estaba ahí cuando el papá le beso sus partes íntimas, o quien vivía en esa casa con su papá. Tampoco recordó nombres de abuelos paternos”.

Graciela Galán, psicóloga clínica encargada del caso, aseguró que Herrera, la madre de la niña, había solicitado atención para su hija tras notar comportamientos que no eran comunes en ella. En medio de las sesiones que tuvo con la pequeña, para descubrir qué era lo que estaba pasando, Galán declaró que la niña estaba sometida a “situaciones inadecuadas en el ámbito familiar paterno”. Explicó que la menor estaba siendo “inducida a vivir un secreto de padre e hija”.

A pesar de esto, el despacho judicial aseguró que la niña nunca mencionó nada de lo que había dicho Galán.

Jaqueline Pérez, la mujer que había trabajado para la ex pareja en los años en los que se habrían, supuestamente, perpetrado los hechos, confirmó que la niña se comportaba diferente, que, en alguna ocasión, había encontrado a la pequeña tocando sus partes y que, al cuestionarla, la menor le había contestado que era “un secreto de Diego”.

Sin embargo, los testimonios no fueron suficiente prueba para el juzgado, que dejó en libertad a Pardo; además de dejarlo libre de culpa, cuestionó a la madre por su reacción ante los comportamientos de la niña, que podían ser indicio de que algo malo le estaba ocurriendo.

“Si tan interesada estaba la señora Herrera Mercado en la salud emocional de su hija, con mayor razón debió tomar los correctivos del caso cuando conoce cual, aparentemente, era la causa, y no esperar varios meses para denunciar a su exesposo por las afrentas cometidas con su hija”, condenó el juzgado 48 en medio de la audiencia.

El padre recuperará los derechos sobre la menor, al ser considerado inocente por la ley y podría visitar a su hija, que hoy en día tiene nueve años.

“Estoy feliz, ahora solo quiero recuperar el cariño de mi hija”, le dijo Pardo al periódico El Tiempo y, agregó que, “con la absolución se recupera la patria potestad de mi hija que estaba suspendida. Mi deseo es ver a mi hija ya. El problema es que mi ex esposa se fue a vivir con ella a Estados Unidos y no tengo ningún contacto”.

El hombre manifestó que lo único que le interesa ahora es el bienestar de su hija y recuperar su buen nombre y su honra.

El caso sigue abierto a una posible nueva resolución debido a la apelación del fallo que hizo Francisco Bernate, abogado que está en defensa de Margarita Herrera Mercado y su hija.